La ¨®pera busca nuevas historias
El estreno de 'Crist¨®bal Col¨®n' esta noche en el Liceo se produce en un momento de renovado inter¨¦s por el g¨¦nero l¨ªrico
Nadie daba un duro por ella. Demasiados profetas de voz estent¨®rea hab¨ªan anunciado que era cuesti¨®n de horas, que el lento palpitar del coraz¨®n del enfermo acabar¨ªa en la fatal l¨ªnea plana del electrocardiograma cultural de nuestro siglo. Se equivocaron: la ¨®pera vuelve a dar guerra -y paz, y amores, y pasiones, y muertes- desde los escenarios de siempre.No hay centenario que se olvide de la l¨ªrica: all¨ª, en Par¨ªs, bajo el arco de triunfo, imponente en su vestido tricolor, estaba, el pasado 14 de julio Jessie Norman, cantando a grito pelado La marsellesa. Luego fue ese trasatl¨¢ntico parisino, la ¨®pera de la Bastilla, quien hosped¨® un stars in concert con lo m¨¢s selecto de las gargantas internacionales.
No pod¨ªamos ser menos: el Quinto Centenario inicia sus celebraciones con una ¨®pera. Como demuestra la siguiente encuesta, no se trata de un hecho aislado. En Espa?a varios compositores est¨¢n sintiendo un renovado inter¨¦s por el polvo de la escena, pasada una ¨¦poca que algunos de ellos califican como experimental.
Paralelamente, se detecta por parte de la Administraci¨®n cierta sensibilidad para que el g¨¦nero pueda contar en el futuro con espacios adecuados. La reconversi¨®n del Teatro Real en teatro de la ¨®pera de Madrid, las reformas que piensa acometer el Liceo de Barcelona y la construcci¨®n del moderno teatro de La Maestranza en Sevilla permiten suponer que estamos por primera vez ante el nacimiento de un embri¨®n de pol¨ªtica l¨ªrica en un pa¨ªs caracterizado por no haberla tenido nunca. Esta nueva pol¨ªtica estar¨¢ obligada a pasar cuentas con la creaci¨®n contempor¨¢nea. Y ah¨ª es donde tienen la palabra los compositores.
Luis de Pablo, Jorge Fern¨¢ndez Guerra, Jos¨¦ Ram¨®n Encinar, Alfredo Aracil tienen en com¨²n haber visto representada sobre los escenarios de Madrid su primera ¨®pera en la d¨¦cada de los ochenta. Miran hacia atr¨¢s -y hacia delante- sin ira. Reflexionan, desde su experiencia, sobre la situaci¨®n de la ¨®pera, aqu¨ª y ahora.
"La ¨®pera en la tradici¨®n europea part¨ªa de convenciones bien asentadas como la tradici¨®n del canto, el teatro en verso y una potente ilusi¨®n de unidad de lenguaje musical", afirma Jorge Fern¨¢ndez Guerra. "Con estos veh¨ªculos la ¨®pera se convirti¨® en una gran m¨¢quina de contar historias, hasta que fue suplantada por el cine. Como es notorio, ninguna de estas tradiciones existen como tales hoy d¨ªa. Por tanto cualquier proyecto oper¨ªstico actual se trata de un experimento".
Fern¨¢ndez Guerra prepara actualmente las maletas para irse a vivir a Par¨ªs en busca de nuevos horizontes musicales. Tras su ¨®pera Sin demonio no hay fortuna tiene "muchas ideas en el congelador" para continuar componiendo obras de teatro cantado, pero le parece "un trabajo suicida sin una propuesta firme que garantice la viabilidad de su estreno".
Dependencia econ¨®mica
En el mismo sentido incide Alfredo Aracil, autor de Francesca o el infierno de los enamorados. "El principal problema de la ¨®pera es la terrible y penosa dependencia -por otra parte inevitable- de los recursos econ¨®micos, a lo que hay que a?adir el tiempo de los cantantes o la disponibilidad de los teatros. Esto provoca la falta de espontaneidad en la creaci¨®n, pues se necesitan determinadas condiciones externas dif¨ªciles de conseguir".
Adem¨¢s de su ¨®pera F¨ªgaro, estrenada en la sala Olimp¨ªa y repuesta al a?o siguiente en el teatro de la Zarzuela, Jos¨¦ Ram¨®n Encinar, Premio Nacional de M¨²sica, ha ejercido de director de orquesta en los estrenos de sus compa?eros de profesi¨®n. Su visi¨®n del fen¨®meno no es optimista: "La ¨®pera, como la cultura en general, nunca han sido popular. Los espect¨¢culos son escasos, caros, deficitarios y causan p¨¦rdidas al Estado. En el fondo todo viene de un problema de educaci¨®n musical: no hay necesidad por parte del p¨²blico mayoritar¨ªo de asistir a la ¨®pera. El tan cacareado boom me parece un espejismo, con una fuerte dosis de esnobismo".
Una de las novedades m¨¢s interesantes de los pr¨®ximos estrenos de ¨®pera en Madrid es la presencia en los libretos de afamados escritores. Molina Foix, M¨²?oz Molina y Clara Jan¨¦s pondr¨¢n el texto de las obras de Luis de Pablo, Garc¨ªa Rom¨¢n y P¨¦rez Maseda, respectivamente.
Tras su ¨¦xito en Kiu en 1983, Luis de Pablo va a estrenar El viajero indiscreto el pr¨®ximo marzo. "Supone una cierta normalizaci¨®n. Mi primera ¨®pera fue una aventura, en un ambiente tan poco proclive a la m¨²sica como el de este pa¨ªs. Afortunadamente, un sector del p¨²blico est¨¢ cambiando y si se diese una informaci¨®n adecuada, apoyada por los medios de difusi¨®n, a¨²n lo har¨ªa m¨¢s r¨¢pidamente. En otros campos, como la pintura, ?qui¨¦n pod¨ªa imaginar, hace cinco a?os, la expectaci¨®n que despierta actualmente las exposiciones del Reina Sof¨ªa?".
Panorama activo
En Barcelona se perfila un panorama no menos activo. Joan Guinioan, Albert Sard¨¤, Josep Maria Mestres Quadreny y Salvador Pueyo est¨¢n en lit actuali dad componiendo ¨®peras. Xavier Benguerel estren¨® el a?o pasado en el Liceo El llibre vermell, su segunda experiencia esc¨¦nica (en 1985 present¨® Spleen, sobre un libreto de Llu¨ªs Permanyer).
"Nunca se ha dejado, de lado la ¨®pera. Lo que ocurre es que ha atravesado per¨ªodos mas o menos fluctuantes en cuanto a su divulgaci¨®n, sujetos a los designios de la moda. Hoy est¨¢ de moda hablar de ¨®pera". Preguntado sobre si considera que las creaciones contempor¨¢neas se han apartado de los gustos del espectador medio, el autor de Spleen opina: "La creaci¨®n actual -tanto sinf¨®nica como teatral- no es precisamente popular, aunque este t¨¦rmino se tendr¨ªa que matizar. El lenguaje musical contempor¨¢neo est¨¢ efectivamente alejado de la gente, se han perdido elernentos muy v¨¢lidos del pasado y en cambio se han ganado otros que la hacen mucho m¨¢s elitista, pero tambi¨¦n m¨¢s rica en cuanto a sus posibilidades expresivas".
Josep Maria Mestres Quadreny est¨¢ trabajando, actualmente en Zaratustra o el cap de
La ¨®pera busca nuevas historias
mirar, un proyecto que comparte con el poeta Joan Brossa y el pintor Antoni T¨¢pies. "La vista es el sentido por excelencia de nuestra ¨¦poca", afirma. "En esta obra que pretende integrar la palabra, la imagen y la m¨²sica, hemos seguido un itinerario contrario al de las ¨®peras rom¨¢nticas y en mi opini¨®n :m¨¢s acorde con nuestro tiempo. Primero nos hemos planteado qu¨¦ queremos que se vea sobre la escena; luego qu¨¦ debe escucharse; y finalmente c¨®mo tiene que decirse el texto, concebido como soporte del canto".
Melod¨ªa
"Si hoy se puede hablar de retorno de la ¨®pera me parece que se debe a la evoluci¨®n de la propia m¨²sica. Superada la ¨¦poca experimentalista, se vuelve a tener en cuenta un factor vital para el g¨¦nero como es la melod¨ªa", afirma por su parte Joan Guinjoan, quien en la actualidad est¨¢ trabajando, por encargo de la Olimpiada Cultural Barcelona 92, en su primera ¨®pera, Gaud¨ª, sobre un libreto del escritor y periodista Josep Maria Carandell.
Albert Sard¨¢ considera que el nuevo inter¨¦s de los compositores contempor¨¢neos por la l¨ªrica se debe a que "los avances tecnol¨®gicos permiten m¨¢s que nunca concebir una ¨®pera como un todo indivisible -integrado por m¨²sica, iluminaci¨®n, decorados, vestuario, etc¨¦tera- que configura un medio expresivo in¨¦dito". Sard¨¤ est¨¢ metido en lo que a¨²n llama un "proyecto inicial" de ¨®pera de c¨¢mara sobre un gui¨®n de Carlos Tr¨ªas a partir del libro El a?o de gracia, de Cristina Fern¨¢ndez Cubas.
Finalmente Salvador Pueyo compone su primer trabajo oper¨ªstico sobre un libreto del dramaturgo Guillem-Jordi Graells extra¨ªdo de la obra Terra baixa, de Angel Guimer¨¤. Fue Montserrat Caball¨¦ quien sugiri¨® la idea al compositor, hace ya tiempo. "Mientras haya voces buenas tendremos ¨®pera. Lo ideal ser¨ªa que los compositores estuvi¨¦ramos a su. altura para poder ir ampliando el repertorio".
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