Graham Greene pone en cuesti¨®n el catecismo y se aparta de la doctrina de Juan Pablo II
Para el autor brit¨¢nico, cat¨®lico agn¨®stico, "el escritor es un peque?o dios instintivo"
El novelista brit¨¢nico Graham Greene, siempre discreto y poco amigo de la publicidad, se define como un cat¨®lico agn¨®stico en unas declaraciones en las que por primera vez aborda la naturaleza de sus creencias religiosas. Greene pone en tela de juicio muchas de las ense?anzas del catecismo y se aparta decididamente de la doctrina de Juan Pablo II en una entrevista al semanario cat¨®lico brit¨¢nico The Tablet. Para el escritor, la religi¨®n "es un misterio que no puede ser destruido... ni por la Iglesia", y el escritor "es en cierto sentido un peque?o dios que trabaja por instinto".
Greene ha hablado largo y tendido sobre religi¨®n y su catolicismo con John Cornwell, quien hace poco publicara un libro defendiendo la tesis de que Juan Pablo I muri¨® por la falta de amor que sinti¨® durante su fugaz presencia en el Vaticano. El novelista ofrece a los lectores del minoritario pero influyente semanario cat¨®lico The Tablet una mezcla de misterio, contradicciones y mundanidad que no desentonar¨ªa en sus novelas. Confiesa que vive en Antibes, en la Costa Azul francesa, "para estar cerca de la mujer que amo. Es una amistad que viene desde hace unos 30 a?os. Est¨¢ casada con un suizo pero ¨¦l es... complaisant". Es una amistad ad¨²ltera, el ¨²ltimo de una larga serie de arriores nobles y duraderos, que r¨ªo es moralmente reprensible: "depende del punto de vista de tres personas, de si son felices as¨ª".Greene dice definirse "ahora como un cat¨®lico agn¨®stico" y no gustar de la palabra pecado -"creo que se hacen cosas mal... puede ser un peque?o mal o un mal grande. Depende de las circunstancias y de las relaciones humanas"- ni creer en el demonio, los ¨¢ngeles o el infierno. "Nunca he cre¨ªdo en el infierno. Creo que es contradictorio. Dicen que Dios es piedad... as¨ª que es contradictorio. Creo que puede que haya nulidad. No creo en el infierno, y el purgatorio puede ocurrir en esta vida, no en una vida futura". Nulidad, para Greene, equivale a aniquilaci¨®n, y Hitler ser¨ªa un ejemplo de alguien aniquilable.
Al ¨²nico escritor cat¨®lico brit¨¢nico popular vivo le gustar¨ªa creer que hay otra vida -"uno quisiera que hubiera algo m¨¢s que este mundo"- y que existiera el cielo: "Si existe, es una entidad que no puedo imaginarme. Mi idea del cielo es algo activo, una forma de actividad con la que pudi¨¦ramos influir en la vida de la tierra... Quiz¨¢s las oraciones de uno en ese estado pudieran influir a alguien en la tierra".
Su Dios no es una idea pura, sino una imagen m¨¢s pr¨®xima a Cristo, al que ¨¦l reza durante cinco minutos cada noche para pedir por otras personas. Greene reza el avemar¨ªa.
Graham Greene se convirti¨® al catolicismo en 1927 por el amor de la cat¨®lica Vivien Dayrell-Browning, pero la suya fue una conversi¨®n intelectual -"para entender lo que ella cre¨ªa, aunque yo no lo creyera"- y no bovina: "Llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que podr¨ªa estar m¨¢s cerca de la verdad que cualquier otra de las religiones del mundo". Greene duda, lucha y a sus 85 a?os lo que le mantiene "no es lo suficientemente fuerte para ser llamado creencia... Es el Evangelio seg¨²n San Juan, es casi un reportaje que podr¨ªa haber sido escrito por un buen periodista (...) No puedo evitar el creer en ¨¦l".
Escucha misa cada domingo, y siempre que es posible la oficiada en lat¨ªn por su amigo espa?ol Leopoldo Dur¨¢n, quien le confiesa, "aunque no tengo mucho que confesar a los 85 a?os", y de quien recibe la comuni¨®n "porque le satisface a ¨¦l". Greene estima que la comuni¨®n es una conmemoraci¨®n de la ?ltima Cena, que no debe considerarse literalmente como el recibir el cuerpo de Cristo.
La religiosidad del autor de El tercer hombre est¨¢ salteada de continuas interpretaciones personales del magisterio de la Iglesia, y m¨¢s en lo relativo a las auspiciadas por el papa polaco. El novelista fustiga la visi¨®n de la sexualidad de Juan Pablo II y la intolerancia del catolicismo con los controles de natalidad. "Los ideales pueden ser buenos o malos, y creo que la Iglesia en este momento est¨¢ imponiendo malos ideales. Creo que la Humanidad exige el control de natalidad. Yo no dir¨ªa que la actitud de la Iglesia en eso es un ideal; yo lo llamar¨ªa ideolog¨ªa (...) y ahora con el SIDA es un error peligroso".
Lo que m¨¢s le desagrada a Greene de Wojtyla es que "este Papa no tiene dudas". Dudar es humano, recuerda el novelista, que percibe fuertes corrientes antidogm¨¢ticas en el comunismo y en el catolicismo: "Estamos entrando en un momento en que hasta los marxistas dudan del marxismo ( ... ), pero desgraciadamente el actual Papa intenta restablecer la infalibilidad".
El Papa y Reagan
Greene, de ideolog¨ªa izquierdista y adalid de las revoluciones del Tercer Mundo, dice que Juan Pablo II le "recuerda a Reagan. Siempre est¨¢ saliendo en televisi¨®n. Es un buen actor. Y quer¨ªa ser actor cuando era joven. Necesita una gran muchedumbre o un equipo de televisi¨®n. Gorbachov me recuerda mucho m¨¢s a Juan XXIII".La literatura y la creaci¨®n literaria aparecen marginalmente en la conversaci¨®n y sin salir del marco espiritual. Miguel de Unamuno es uno de los escritores que Greene dice le influyeron. "Me gustaba la espiritualidad de Unamuno, y en especial su libro sobre Cervantes". La lectura de Vida de Don Quijote y Sancho le satisfizo m¨¢s que las correr¨ªas del hidaldo manchego salidas de la pluma del alcala¨ªno. "Me gusta tambi¨¦n mucho El sentido tr¨¢gico de la vida".
El escribir, concebido como "la habilidad de controlar el pasado, el presente y el futuro", tiene algo de cualidad divina, a juicio del autor de El poder y la gloria. Para ¨¦l es un proceso arduo, complejo y no siempre racional. "Con frecuencia el inicio de un libro se hace muy dif¨ªcil, y en general conozco a grandes rasgos el principio y a grandes rasgos el final; no s¨¦ nada del medio y a veces sale algo que no tiene ning¨²n sentido, que no parece contribuir al personaje, ni a la acci¨®n ni a nada. Y de repente, quiz¨¢s un a?o despu¨¦s, cuando ya estoy cerca del final, aparece la raz¨®n de aquello escrito por instinto, sin saber que iba a necesitarse 150 p¨¢ginas m¨¢s adelante".
Camino de Roma
El m¨¢s all¨¢ de los sue?os tambi¨¦n puede ayudar al dios-escr¨ªtor. "Una vez, en medio de Un caso acabado me encontr¨¦ que no sab¨ªa c¨®mo seguir. Camino de Roma tuve un sue?o que no era el m¨ªo sino de mi personaje; al d¨ªa siguiente lo escrib¨ª, me desbloque¨¦ y el libro sigui¨®".Graham Greene rechaza la etiqueta de escritor cat¨®lico y dice que s¨®lo es "un escritor que, adem¨¢s, es cat¨®lico". La religi¨®n le ha servido para imbuir a sus personajes de caracter¨ªsticas propias de seres humanos con un futuro, algo que echaba de menos en sus coet¨¢neos del c¨ªrculo de Bloomsbury.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.