El opositor paname?o Endara se refugia en la nunciatura
El l¨ªder de la oposici¨®n paname?a, Guillermo Endara, tuvo que buscar refugio en la nunciatura apost¨®lica en esta capital despu¨¦s de que fuerzas militares ocuparan en la noche del jueves el local en el que el ex candidato presidencial manten¨ªa una huelga de hambre. En medio de un incremento generalizado de la represi¨®n, las autoridades anunciaron medidas severas centra la oposici¨®n. El local en el que se encontraba Endara fue asaltado por militares y civiles armados poco despu¨¦s de las nueve de la noche (tres de la ma?ana, hora peninsular).[Por otra parte, el r¨¦gimen de Noriega anunci¨® ayer la promulgaci¨®n inminente de 16 leyes de excepci¨®n, que afectan de manera especial a la libertad de prensa y al despido de funcionarios que no sean leales a las autoridades. El anuncio fue hecho por Carlos Duque, presidente del Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD), un d¨ªa despu¨¦s de "las medidas de urgencia" que prometi¨® Noriega, informa AFP.]
Endara y las personas que le acompa?aban fueron sacadas a golpes y puestas en libertad apenas estuvieron en la calle. El dirigente opositor afirma que en ning¨²n momento fue detenido y que, tras salir del local, fue trasladado inmediatamente en autom¨®vil por sus colaboradores hasta el edificio de la nunciatura, donde pas¨® la noche.
"El que me golpe¨® seguro que vot¨® por m¨ª porque me di¨® muy despacio", coment¨® ayer con iron¨ªa Endara a un grupo de periodistas que conversaron con ¨¦l en el lugar donde pidi¨® protecci¨®n. Prometi¨® seguir la huelga de hambre que mantiene desde hace ya dos semanas y asegur¨® que saldr¨¢ de la nunciatura lo m¨¢s pronto que se lo permitan las circunstancias.
"Tengo que continuar la huelga para que el pueblo conf¨ªe en m¨ª", manifest¨® el l¨ªder de la oposici¨®n, quien reconoci¨® que no sabe en qu¨¦ lugar le va a ser posible seguir adelante con su actitud de desobediencia, ya que el Gobierno est¨¢ decidido a impedir que la actitud de Endara se convierta en un revulsivo para desencadenar, mayores acciones de protesta.
Mediaci¨®n espa?ola
El prop¨®sito de Endara, seg¨²n ¨¦l mismo inform¨®, es quedarse en su propia casa y se niega a abandonar el pa¨ªs si no es por la fuerza. Su aspecto actual es bueno, aunque se nota que ha perdido algunos kilos. Se encuentra permanentemente acompa?ado por varios m¨¦dicos que controlan su presi¨®n y su temperatura. Asegura que ni siquiera en la nunciatura ha accedido a comer.
Inmediatamente despu¨¦s de que Endara fuese sacado a la fuerza del local de su propio partido por fuerzas de seguridad, tanto el nuncio, el espa?ol Sebasti¨¢n Laboa, como el embajador de Espa?a, Tom¨¢s Lozano, se pusieron en contacto telef¨®nico con el presidente provisional de Panam¨¢, Francisco Rodr¨ªguez, con el fin de pedirle garant¨ªas de la seguridad del dirigente opositor. Rodr¨ªguez respondi¨® que Endara no sufrir¨ªa da?o, pero recomend¨® que permaneciese en la nunciatura por alg¨²n tiempo.
Durante las horas que Endara paso en el local de su partido se presentaron en varias ocasiones grupos de civiles armados que dispararon al aire y atacaron con palos a las personas que se encontraban en el ¨¢rea, entre ellas numerosos periodistas. En ning¨²n momento acudieron al lugar diplom¨¢ticos extranjeros.
Poco despu¨¦s de la ocupaci¨®n de la sede partidaria, grupos de polic¨ªas y soldados montaron retenes en las proximidades. Varios periodistas extranjeros que acudieron al lugar fueron golpeados, amenazados con armas de fuego y, en algunos casos, los propios polic¨ªas en uniforme les robaron el dinero y el material de trabajo a los reporteros. Todos los corresponsales han sido autorizados a permanecer en Panam¨¢ por un plazo de tres d¨ªas, tras el cual tendr¨¢n que reactualizar sus documentos.
Todas estas medidas se inscriben en un clima general de endurecimiento anunciado por el propio comandante de las Fuerzas de Defensa, Manuel Antonio Noriega, en su discurso del jueves en la ciudad de Santiago de Veraguas. Noriega anunci¨® que no habr¨ªa "m¨¢s concesiones" a la oposici¨®n y que Panam¨¢ no pod¨ªa seguir "jugando a la democracia" en las circunstancias actuales. Tambi¨¦n el presidente Rodr¨ªguez prometi¨® "rectificaciones del caso a fin de corregir los errores que hicieron desviar el proceso torr?jista".
Una 'nueva' rep¨²blica'
El locutor de Radio Nacional de Panam¨¢ anunciaba ayer a bombo y platillo durante todo el d¨ªa el discurso del general Manuel Antonio Noriega, en el que ¨¦ste sentaba las bases de lo que oficialmente se ha dado en llamar "una nueva Rep¨²blica".El discurso, en el que Noriega anunci¨® el "fin de las contemplaciones" con "los sediciosos y los traidores" y nuevas "leyes populares" para beneficiar a los m¨¢s necesitados y acabar con las prevendas de los poderosos, ha desatado una verdadera caza de brujas.
Noriega prometi¨® que no quedar¨¢n en su puestos ministros ni ning¨²n otro empleado p¨²blico, del rango que sea, que act¨²e en contra del Gobierno. El general pidi¨® a los funcionarios "convertirse en fiscales y denunciar a los sediciosos" y advirti¨® que "a la agresi¨®n hay que hacerle frente con parte de guerra y no con parte de democracia".
A?adi¨® que hay que elaborar "una lista" con todos los elementos contrarios al Gobierno y tomar medidas contra ellos "antes de que sea demasiado tarde". "Para que lloren mis hijitos, que llore su abuelita, que es la m¨¢s viejita", cit¨® Noriega.
En la l¨ªnea de "la nueva Rep¨²blica", Noriega lleg¨® a acusar por primera vez de forma directa a Estados Unidos de la muerte de Omar Torrijos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.