Ideas para el movimiento
Nacho Duato empez¨® a estudiar en la escuela de Arnold Tamborelli, un brit¨¢nico instalado en Madrid que ense?aba expresi¨®n corporal. Le alent¨® para que bailara y se olvidara de cantar. "La verdad es que cantar me atra¨ªa. Yo me siento un cantante de ¨®pera frustrado. Dar¨ªa algo por ser Jos¨¦, Carreras. Me gusta m¨¢s Carreras que Domingo. Y me gustar¨ªa dirigir ¨®pera", confiesa Duato.Se tom¨® en serio el estudio. Tamborelli le ayud¨® a fantasear y a improvisar. Le dio ideas para el movimiento. En un a?o avanz¨® mucho. Y de all¨ª fue a Londres a hacer mimo. Deseaba bailar, pero le daba miedo. "Me daba corte, pensaba que no sabr¨ªa c¨®mo decirles a mis padres que quer¨ªa ser bailar¨ªn. Lo de actor lo aceptar¨ªan mejor. Todav¨ªa mi padre dec¨ªa hasta hace poco que yo trabajaba en una compa?¨ªa de arte y expresi¨®n corporal, cuando en mi pasaporte figura mi profesi¨®n de bailar¨ªn. La gente tiene algo con los bailarines. De pronto te preguntan: '?Eres bailar¨ªn o bailaor?'. Lo de bailar¨ªn les suena raro" ", asegura Nacho Duato.
En la escuela de Londres lo vieron muy claro los profesores. Le dijeron que era un bailar¨ªn nato. "La directora me dijo que mi nilvel era muy bajo, pero que estaba dotado y que si en tres meses no hac¨ªa lo de seis, me pondr¨ªa en la calle. Al cabo del primer mes me tranquiliz¨®. Dijo que me quedara".
Al cabo de un a?o decidi¨® presentarse a una audici¨®n que se ofrec¨ªa en Z¨²rich con Maurice B¨¦jart para seleccionar gente en su escuela de ballet Mudra, que en indio significa algo as¨ª como gesto, y B¨¦jart le eligi¨®. "Ese que lleva el n¨²mero 29 me lo quedo", dijo.
Lo dijo cuando lleg¨® el momento de la improvisaci¨®n. Un ejercicio que a Duato se le daba muy bien. "Yo todav¨ªa no tenia t¨¦cnica, pero no me faltaban desenvoltura y atrevimiento, mucha cara tal vez. Hab¨ªa empezado tarde, pero eran tantas mis ganas de llegar que puse mi cuerpo al l¨ªmite. Mi cuerpo es f¨¢cil, es abierto y flexible desde toda la vida".
Nacho Duato ha realizado 16 coreograf¨ªas en los ¨²ltimos seis a?os. Cuando Maurice B¨¦jart vino a Madrid coincidiendo con la formaci¨®n del Ballet Nacional dirigido por V¨ªctor Ullate, Duato apareci¨® en el estreno de la compa?¨ªa. No ten¨ªa contrato. Y no le interes¨®, por otras razones, permanecer all¨ª. A los tres meses se fue a Nueva York y estuvo un a?o con la compa?¨ªa de jazz, negra, de Alvin Ally, de la que s¨®lo dos componentes eran de raza blanca: un israel¨ª y ¨¦l.
Trabajaba sin permiso del Servcio de Inmigraci¨®n. Y tuvo que largarse a Suecia, donde firm¨® un contrato en Estocolmo con el Cullberg Ballet por dos a?os, Era ballet contempor¨¢neo. Trabajando all¨ª se present¨® el actual director del Nederlands Darts Theater, que al verle actuar -esto suced¨ªa en 1981- le propuso contratarlo para el ballet en La Haya. Primero actu¨® como bailar¨ªn; luego (desde 1983) tambi¨¦n ha actuado como core¨®grafo. Y ahora, cuando inicie en junio su labor en Espa?a, ser¨¢ no s¨®lo director art¨ªstico, sino core¨®grafo y tambi¨¦n bailar¨ªn.
Babelia
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