Cr¨®nica de un suceso en el reino alau¨ª
El crimen cometido por un famoso locutor suscita un debate sobre los l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n
La concesi¨®n del indulto real al director del diario L'Opinion, condenado a dos a?os de c¨¢rcel por publicar un comunicado de la Coordinadora Marroqu¨ª Pro Derechos Humanos, no ha disipado una agria pol¨¦mica sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n suscitada por dos hechos: la condena al director de L'Opini¨®n y la publicaci¨®n del crimen cometido porun popular locutor que estrangul¨® a su esposa y mantuvo escondido el cad¨¢ver durante seis a?os en una jardinera de su sal¨®n. Un diario califica la publicaci¨®n del suceso de mera "operaci¨®n mercantil".
En las redacciones y los cafetines de T¨¢nger, Rabat y Casablanca la profesi¨®n period¨ªstica discute acerca de los l¨ªmites entre el sensacionalismo y el derecho del p¨²blico a estar informado. Todo el mundo es un¨¢nime en cuanto a la condena de dos a?os de c¨¢rcel de Idrissi Kaituni, director del diario L'Opinion: es un mazazo terrible contra la libertad de expresi¨®n, que ha sido paliado por un gesto de gracia del rey Hassan II cuya casa real anunci¨® el pasado domingo la concesi¨®n de indulto. El director se hab¨ªa limitado a publicar un comunicado de dos organizaciones legales de derechos humanos pidiendo una investigaci¨®n oficial sobre las muertes de cuatro detenidos.El consenso alcanzado en torno al caso Kaituni se rompe, sin embargo, en cuanto alguien cita el crimen de Sami el Jai, a quien todos conoc¨ªan como una de las estrellas de la radiodifusi¨®n marroqu¨ª, el m¨¢s popular reportero y locutor de la emisora tangerina Medi 1. Muchos hab¨ªan trabajado con ¨¦l, y algunos hasta pueden contar que estuvieron en su sal¨®n, con la jardinera pegadita a la espalda del sof¨¢, y los ficus, filodendros y hiedras tan exuberantes.
Durante los ¨²ltimos cuatro meses los periodistas marroqu¨ªes han sabido la historia de El Jai y la han ocultado a sus lectores con el mismo celo con que el criminal escondi¨® el cad¨¢ver de su esposa.
Sue?o eterno
Un "compl¨® de silencio", una muestra de "aberrante solidaridad corporativa", se indigna Hamid Berrada, el profesional que ha terminado por publicarla en la edici¨®n de este mes de Afrique Magazine, editado en Par¨ªs y a la venta en todos los quioscos marroqu¨ªes.Le ha respondido en p¨²blico Nadir Yata desde la primera p¨¢gina del diario Al Bayane. Lo que ocurre, dice Yata, es que el periodista y la publicaci¨®n que han difundido el secreto a voces de la detenci¨®n de El Jai y del macabro hallazgo en la jardinera est¨¢n pose¨ªdos por el esp¨ªritu del "comerciante de noticias sensacionalistas". ?Por qu¨¦ si no esa complacencia morbosa en relatar circunstancias dram¨¢ticas y monstruosas?
Al relato de Hamid Berrada no le faltan detalles. Se cuenta que El Jai viv¨ªa con su nueva esposa y con los dos hijos que hab¨ªa tenido con la v¨ªctima en el mismo apartamento de T¨¢nger donde dorm¨ªa el sue?o eterno. Sol¨ªa invitar a colegas y amigos a comer o tomar unas copas en su sal¨®n, y entonces sacaba una guitarra y cantaba canciones de Pink Floyd, que dedicaba al "amor de mi vida".
El Jai explicaba a todo el mundo que Anissa le hab¨ªa abandonado y se hab¨ªa ido a Par¨ªs. ?sa era tambi¨¦n la versi¨®n que daba a la polic¨ªa cuando peri¨®dicamente investigaba sobre la misteriosa desaparici¨®n de la mujer. Hasta que un d¨ªa, el pasado junio, seis a?os despu¨¦s del crimen, la estrella de la radio no pudo m¨¢s y lo confes¨® todo a un comisario particularmente quisquilloso.
Trufado de revelaciones
Otro viejo debate profesional, el de la relaci¨®n entre los cronistas de sucesos y la polic¨ªa, ha salido a la luz en Marruecos con este caso. "El art¨ªculo de Hamid Berrada", ha escrito Nadir Yata, "est¨¢ trufado de revelaciones que provienen de fuentes que normalmente tienen el deber de la reserva"."?Qui¨¦n", se preguntan, "dio a la revista Afrique Magazine la foto de El Jai durante la reconstrucci¨®n del crimen?".
La pol¨¦mica continuar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas con la apertura en un tribunal de T¨¢nger de la vista oral del caso El Jai.
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