Gerardo Iglesias

Gerardo Iglesias, ex secretario general del Partido Comunista de Espa?a (PCE) y coordinador estatal de Izquierda Unida (IU) hasta el pasado d¨ªa 1, vuelve hoy a la mina. A sus 44 a?os, el ex dirigente comunista se enfundar¨¢ de nuevo la ropa de faena, se calar¨¢ el casco a las siete de la ma?ana y con el primer relevo volver¨¢ a o¨ªr el chirrido de la jaula penetrando en la oscuridad. En una de las galer¨ªas del pozo Polio (la capa cuatro, entre la cuarta y la quinta planta, a 250 metros de profundidad) le aguarda el tajo y los ¨²tiles de trabajo para arrancar el carb¨®n de la cuenca hullera asturiana.Su vuelta no es un abandono, explicaba hace s¨®lo unos d¨ªas al pie del castillete del pozo en el que hoy reanudar¨¢ el oficio en el que se inici¨® a los 15 a?os. No deja la pol¨ªtica ni su compromiso con el partido comunista, ni tampoco con el "proyecto de Izquierda Unida", como gusta referirse a esta coalici¨®n, de la que tiene "el orgullo", dice, "de haber sido inspirador". No descarta tampoco volver a dejar la mina en alg¨²n momento para reasumir responsabilidades pol¨ªticas en Asturias si as¨ª lo decidiesen las bases del partido y de IU. Su reingreso en la empresa estatal Hunosa es "un par¨¦ntesis".

Un par¨¦ntesis impuesto por la carencia de ingresos econ¨®micos tras la p¨¦rdida de su esca?o en el Congreso de los Diputados como consecuencia de haber sido excluido de las listas de IU en los ¨²ltimos comicios. Padre de dos hijos habidos en sus dos matrimonios, Iglesias vuelve a la mina al cabo de 12 a?os para ganarse le vida. "Mucha gente no se cree todav¨ªa que voy a volver a trabajar en la mina y busca dobles intenciones y finalidades ocultas. No le demos m¨¢s vueltas: tengo que vivir, ganar un salario y organizar mi vida. Tengo dos hijos y unas responsabilidades familiares contra¨ªdas".

Ahora quiere reorganizar su vida. Y quiere hacerlo en el mismo lugar en el que empez¨®. Ha pedido el alta como militante en la agrupaci¨®n local del Partido Comunista de Asturias (PCA) de Rioturbio, un pueblo minero donde comenz¨® su combativa actividad pol¨ªtica que le llev¨® a la c¨¢rcel en dos ocasiones y a la secretar¨ªa de CC OO de Asturias y a la del PCA despu¨¦s.

"Yo conozco la mina. S¨¦ lo que es picar carb¨®n y lo que puede suponer hacerlo a los 44 a?os y desentrenado despu¨¦s de tanto tiempo. Pero me encuentro bien f¨ªsicamente y conf¨ªo en aguantar el tir¨®n, aunque es posible que tenga una lesi¨®n en la columna". Como picador, Iglesias percibir¨¢ un salario bruto de 11.000 pesetas diarias, m¨¢s un promedio que se le fijar¨¢ de acuerdo con la productividad en las 350 horas primeras de trabajo a destajo. De los metros que consiga avanzar en estos pr¨®ximos 50 d¨ªas y de la cantidad de carb¨®n que le extraiga a la monta?a en este tiempo depender¨¢ el coeficiente que mejorar¨¢ su remuneraci¨®n futura. [Iglesias, en Madrid, ten¨ªa el sueldo correspondiente a los altos cargos del PCE: 110.000 pesetas brutas mensuales m¨¢s 60.000 pesetas para gastos, adem¨¢s de coche y casa que pertenec¨ªan al partido.] Ahora todav¨ªa no sabe d¨®nde va a vivir. "Estoy dudando entre alquilar un piso en Gij¨®n o en Oviedo; todo depender¨¢ del precio de los alquileres. Tengo un peque?o apartamento en Gij¨®n, pero es tan min¨²sculo que es imposible vivir en ¨¦l".

Iglesias vuelve a la mina porque no ha podido seguir en la pol¨ªtica ("si el cargo de coordinador general de IU tuviera mayores competencias no hubiera tenido que tomar esta decisi¨®n"), pero a nadie se le oculta que su figura pol¨ªtica saldr¨¢ notablemente reforzada tras su paso por la mina. En la decisi¨®n hay coraje y una inevitable intencionalidad. "Mi actitud es, pero s¨®lo indirectamente, una r¨¦plica a tr¨¢nsfugas, pesebristas y pol¨ªticos que se aferran a sus cargos a cualquier precio".