Ricoeur: "El problema de la verdad ha cambiado"
Pensadores franceses hablan en Madrid y Barcelona sobre 'Metaf¨ªsica y ciencias humanas'
"El problema de la verdad ha cambiado", dice en un momento dado Paul Ricoeur. "No es que tengamos derecho a decir lo que se nos antoje, sino que ya sabemos que se pueden dar varias interpretaciones a la realidad". Ex rector de la universidad de la Sorbona, donde ense?¨® filosof¨ªa durante a?os, y profesor en Chicago varios meses al a?o, Ricoeur, autor de reputados estudios sobre las relaciones entre historia y narraci¨®n, por ejemplo, o sobre la met¨¢fora, es uno de los fil¨®sofos que participan en una semana sobre Pensadores fanceses actuales, que comenz¨® ayer en Madrid y terminar¨¢ al final de la semana en Barcelona, bajo los auspicios de dos universidades y la Embajada de Francia, entre otros vanos organismos.
Un conflicto mayor se desarrolla actualmente en las ciencias sociales, explica Paul Picoeur: entre los modelos que est¨¢n tomados de las ciencias de la naturaleza -modelos explicativos muy determinados por la epistemolog¨ªa anglosajona-, y por otra parte, los modelos interpretativos, que tienen en cuenta a la vez la subjetividad de los sujetos sociales y la subjetividad de los observadores. Sin embargo, precisa, a menudo en las ciencias humanas se producen peleas contra modelos fisicalistas que a su vez son contestados en el interior de las ciencias f¨ªsicas. Ese ser¨ªa el caso de Ren¨¦ Thom, que ha hecho una revoluci¨®n de las ciencias f¨ªsicas desde el interior. "Ser¨ªa necesario que las ciencias humanas no peleasen contra fantasmas en declive", comenta Ricoeur.Un ejemplo de todo ello se dar¨ªa en la complejidad de la naturaleza: desde la microf¨ªsica en adelante, las distintas realidades representan distintos niveles de complejidad, para penetrar los cuales son necesarios saltos cualitativos. Esto es, no se puede explicar un nivel superior de compleji dad en los t¨¦rminos del anterior; en cada momento es preciso ajustar la descripci¨®n, el an¨¢lisis... comenzar de nuevo. Lo que el investigador en ciencias socia les debe intentar comprender es la autocomprensi¨®n que esos grupos sociales tienen de s¨ª mis mos, y es inevitable que ello cho que con la comprensi¨®n de s¨ª mismo que tiene el int¨¦rprete; de ah¨ª que la ciencia se convierta en una suerte de conversaci¨®n entre dos auto comprensiones, entre sus sistemas simb¨®licos.
Organizar la narraci¨®n
Estudioso de la voluntad y del sicoan¨¢lisis, y luego de la met¨¢fora -en una l¨®gica en la que cada libro viene determinado, contenido en el anterior-, uno de los trabajos m¨¢s conocidos de Paul Ricoeur, de 72 a?os, es el de las relaciones entre historia y narraci¨®n, al que consagra su trilog¨ªa de1.000 p¨¢ginas Temps et histoire. "Hay muchas de contar", dice Ricoeur, un hombre amablke y pedag¨®gico cuya lucidez y evidente inteligencia no representan sus 72 a?os." Por ejemplo el bicentenario de la Revoluc¨®n Francesa ha demostrado que las sucesiones de acontecimientos se pueden organizar de varias maneras". Y a?ade: "El problema de la verdad ha cambiado. No es que tengamos el derecho de decir lo que se nos antoje, sino que sabemos que a ello de le puede dar varias interpretaciones".As¨®, explica Ricoeur, no podemos despegar nuestra comprenci¨®n de pasadom o incluso del presente, de nuestros proyestos. De iguel forma, cada uno de nosotros interroga el pasado a la luz de proyestos distintos. Nuestra forma de ver el pasado est¨¢ muy ligada con muestra forma de ver la sociedad, El pensador alem¨¢n Kosellek, que influy¨® en Ricoeur, demostr¨® en sus obras sobre la conciencia hist¨®rica que siempre estamos atrapados entre lo que ¨¦l llam¨® horizonte de espera y espacio de experiencia. El uno no existe sin el otro, y de todas formas no son, cada uno, lo mismo para todos. "Por ejemplo, para ustedes los periodistas", dice Ricoeur, "los teletipos de agencia sobre los cuales trabajan representan ya una selecci¨®n".
Por lo dem¨¢s, lo que neutraliza la subjetividad es que est¨¢ corregida por otras subjetividades, y por el hecho de que la occidental es la ¨²nica cultura que es capaz de autocriticarse, y que por consiguiente se puede distanciar de sus propios conjuntos simb¨®licos. Porque son varios: como m¨ªnimo, somos herederos de varios sistemas de s¨ªmbolos, somo el cristianismo, la herencia griega y los varios renacimientos: el que pone fin al medioevo, el de las luces, los romanticismos revolucionarios... Cada uno de nosotros acent¨²a cualquiera de esas herencias y as¨ª da pie al dialogo de la cultura. "Me interesa mucho esta idea de la pluralidad de herencias culturales en occidente% dice Ricoeur. "No podemos hacer futuro mas que a condici¨®n de rejuvenecer nuestra herencia antigua".
Reflujo del totalitarismo
"Vivimos en el reflujo de unas pretensiones totalizadoras que no han sido siempre m¨¢s que parcialidades totalitarias", dice Ricoeur, para quien el momento actual es en definitiva una reacci¨®n contra dos formas de totalitarismo en la pretensi¨®n de comprensi¨®n del mundo, las que se desprenden del pensamiento de Hegel y el de la llamada Escuela de Viena. "Hoy los cient¨ªficos son m¨¢s modestos", explica, "y ya no hablan de La Ciencia, sino de las ciencias".El encuentro que comenz¨® ayer en Madrid se titula Metafisica y ciencias humanas. ?Qu¨¦ entiende Ricoeur por metaf¨ªsica? Con la notable capacidad para la definici¨®n que tienen los franceses, Ricoeur explica que "la tarea de la metaf¨ªsica ser¨ªa la de detectar los invariables fundamentales en los que se puede reconocer el invariable humano". E invariables humanos (y Ricoeur est¨¢ de acuerdo en llamarlos radicales existenciales) ser¨ªan la capacidad de di¨¢logo. La acci¨®n y el sufrimiento en una realidad que puede interpretar. La posibilidad de memoria, esto es, de narraci¨®n. Y: "Hay hombre", termina Ricoeur, "cuando hay capacidad de juzgar entre el bien y el nial". El siglo XX, Hitler y Stalin, demuestran que estos invariables humanos pueden ser no s¨®lo negados, sino tambi¨¦n combatidos.
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