?Para que sirve la capitalidad cultural?
Constituido el 3 de abril de este a?o de gracia el consorcio para la organizaci¨®n de la capitalidad europea de la cultura en Madrid y 1992, a punto de iniciarse la andadura de sus ¨®rganos de gobierno y direcci¨®n, parece necesario y urgente plantearse qu¨¦ es la instituci¨®n capitalidad europea de la cultura y para qu¨¦ debe servir tal instituci¨®n.Es este ejercicio, una operaci¨®n intelectual quiz¨¢ ¨¢rida, pero m¨¢s ¨²til seguramente que la pol¨¦mica puntual o la utilizaci¨®n partidaria de un asunto que es ante todo un proyecto com¨²n, tal y como lo concebimos inicialmente quienes participamos de alg¨²n modo en su gestaci¨®n.
En primer lugar, qu¨¦ es la capitalidad europea de la cultura, seg¨²n su carta fundacional, es decir, seg¨²n la resoluci¨®n del Consejo de Ministros de Cultura de la Comunidad Europea de 13 de junio de 1985. Establece textualmente la resoluci¨®n que la "manifestaci¨®n capital europea de la cultura deber¨ªa ser la expresi¨®n de una cultura que desde el punto de vista de su formaci¨®n hist¨®rica y de su desarrollo contempor¨¢neo se caracterice por el hecho de poseer a la vez elementos comunes y una riqueza nacida de la diversidad".
Valga la literalidad de la cita para destacar que nos encontramos ante el hecho concreto de que Madrid en ese a?o debe constituirse en expresi¨®n coherente y rigurosa de una cultura rica y plural, con sus ra¨ªces hist¨®ricas y su desarrollo contempor¨¢neo, y para desechar cualquier tentaci¨®n de organizar un superfestival brillante y aparatoso o de inventar dimensiones y programas que no se atengan pertinentemente a esta definici¨®n precisa de la instituci¨®n capital europea de la cultura.
En segundo lugar, para qu¨¦ debe servir tal instituci¨®n. Dice la resoluci¨®n citada con toda claridad: "Para contribuir al acercamiento de los pueblos de los Estados miembros, teniendo en cuenta las grandes afinidades culturales desempe?a, europeas". La capitalidad europea de la cultura desempe?a, por tanto, el papel de acercar o aproximar (de pr¨®ximo, de pr¨®jimo) a los europeos a trav¨¦s del conocimiento mutuo de sus culturas. Parece subyacer en el fondo de este objetivo la vieja m¨¢xima de que nada o nadie es amado si antes no es conocido.
Y para ello, "la manifestaci¨®n deber¨¢ hacer accesible al p¨²blico europeo determinados aspectos culturales de la ciudad, de la regi¨®n y del pa¨ªs en cuesti¨®n" y permitir que la ciudad designada sea "el teatro de un cierto n¨²mero de contribuciones culturales de los otros Estados miembros".
Madrid se abre a Europa
No es, por tanto, un operaci¨®n por la que Madrid como ciudad se mira a s¨ª misma, se ensimisma, cr¨ªtica o admirativamente, sino que se abre a los c¨ªudadanos de Europa, como ciudad, como parte de una regi¨®n y de un pa¨ªs. Y habr¨ªa que subrayar con ¨¦nfasis y en este punto que, adem¨¢s de preverse la asociaci¨®n con los otros 11 pa¨ªses comunitarios como instituci¨®n propia de la Comunidad Europea, pueden tambi¨¦n asociarse de alg¨²n modo a la manifestaci¨®n "otros pa¨ªses europeos y no europeos". Queda abierta as¨ª, por la propia carta fundacional, la posibilidad de que Madrid y 1992 sean tambi¨¦n la cita y la expresi¨®n de la cultura mediterr¨¢nea y latinoamericana.
Nos encontramos, por tanto, ante una responsabilidad hist¨®rica enmarcada por los criterios y par¨¢metros explicitados por la propia Comunidad Europea y tambi¨¦n ante una oportunidad espl¨¦ndida para establecer una aut¨¦ntica cooperaci¨®n entre el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de la capital y la Comunidad Aut¨®noma de Madrid, integrantes del Consorcio Madrid 92, y completar as¨ª la malla de equipamientos e infraestructuras necesaria.
Las tres administraciones tienen proyectos importantes, en diversas fases de preparaci¨®n y realizaci¨®n, cuya ejecuci¨®n definitiva deber¨ªa llevarse a cabo sin dilaciones. La sociedad civil (creadores, patrocinadores, entidades culturales, medios de comunicaci¨®n) ha dado ya muestras suficientemente representativas de su inter¨¦s por apoyar y participar activamente en el desarrollo del proyecto.
Estamos a tiempo a¨²n, pero la cuenta atr¨¢s ya ha empezado a o¨ªrse. Los pr¨®ximos tres meses nos dir¨¢n si lo que es deseable y posible es tambi¨¦n realizable, y sobre todo c¨®mo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.