Los m¨¦dicos de Pamplona acusados de un delito de aborto sostienen que se limitaron a cumplir la ley
Los tres m¨¦dicos del Insalud que ayer fueron juzgados ante la Audiencia de Pamplona por practicar un aborto legal en 1986 insistieron en que con su actuaci¨®n profesional se limitaron a cumplir la ley. Los tres coincidieron en se?alar que el aborto se practic¨® por existir un alto riesgo de malformaciones en el feto, tal como describe uno de los tres supuestos de la legislaci¨®n espa?ola. El inicio de la vista, que se prolongar¨¢ hasta el viernes, estuvo marcado por dos manifestaciones de signo contrario en la calle, frente a la Audiencia.
Unas 1.000 personas acudieron desde distintos puntos de Navarra y de toda Espa?a para solidarizarse con los acusados. Al lado, separados por un cord¨®n policial, unos 200 j¨®venes convocados por Pro-Vida gritaban consignas contra el aborto. Gritos de .asesinos", proferidos por los j¨®venes de Pro-Vida, se mezclaban con los de "Opus, fuera". La salida de los acusados fue recibida con abucheos, por un lado, y aplausos por otro.La diputada de IU Cristina Almeida, Dolors Renau, responsable de la mujer en el PSOE, y la directora del Instituto de la Mujer, Carmen Mart¨ªnez Ten, respaldaron con su presencia a los tres acusados, Pablo S¨¢nchez Valverde, Elisa Sesma y Mari Cruz Landa. Tambi¨¦n asisti¨® el director provincial del Insalud en Pamplona, Luis Gabilondo.
Los procesados explicaron al tribunal cu¨¢l fue su proceder en torno al aborto practicado el 21 de febrero de 1986, en la residencia Virgen del Camino, de Pamplona. Coincideron en se?alar que el caso de Silvia Cuevas, que entonces ten¨ªa 19 a?os, era uno de los amparados por la legislaci¨®n espa?ola sobre el aborto. La joven fue sometida a radioterapia, por una dolencia renal, sin saber que estaba embarazada.
Las placas de rayos se realizaron directamente en la zona del abdomen y la pelvis de la mujer durante la quinta y sexta semana del embarazo -en la fase de organog¨¦nesis-, cuando se desarrolla el sistema nervioso central del embri¨®n. "Le inform¨¦ de la situaci¨®n a la chica", explic¨® la ginec¨®loga Mari Cruz Landa, "y la joven opt¨® por abortar".
Malformaciones gen¨¦ticas
"Las malformaciones que puede provocar una irradiaci¨®n de ese tipo son graves, como microencefalia, retraso mental y leucemias", explic¨® Landa, que inform¨® favorablemente sobre el aborto. Jos¨¦ Ram¨®n Paradinas, el abogado que representa a Acci¨®n Familiar, insisti¨® en preguntar a los acusados por qu¨¦ no hicieron m¨¢s pruebas para detectar posibles anomal¨ªas.
La respuesta fue la misma: la imposibilidad t¨¦cnica de detectar cierto tipo de anomal¨ªas, como las alteraciones gen¨¦ticas o un proceso oncol¨®gico en el embri¨®n. "No puedo mentir a una mujer que ha sido sometida a radioterapia y ocultarle que su hijo puede tener leucemia", puntualiz¨® la ginec¨®loga Elisa Sesma.
El facultativo Felipe Calvo, del servicio de Radiolog¨ªa de la Cl¨ªnica Universitaria de Navarra, manifest¨® que que hab¨ªa realizado dos informes para determinar las dosis de radiaci¨®n recibidas por la joven. En el segundo consider¨® que el feto hab¨ªa recibido entre ocho y 11 rems, frente a la dosis de 3 a 5 rems que hab¨ªa medido en el primer examen.
Tanto Sesma, que realiz¨® otro informe favorable al aborto, como Pablo S¨¢nchez, que llev¨® a cabo la intervenci¨®n, trabajaban en 1986 en el centro. Su director entonces, Jes¨²s Manuel Carpintero, defendi¨® la actuaci¨®n de los m¨¦dicos y asegur¨®: "Ten¨ªa la obligaci¨®n de hacer respetar la ley del aborto".
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