Industria pedir¨¢ al Banco de Espa?a facilidades para que las el¨¦ctricas puedan endeudarse en divisas
El Ministerio de Industria y Energ¨ªa plantear¨¢ al Banco de Espa?a la conveniencia de que las compa?¨ªas el¨¦ctricas se beneficien de una flexibilizaci¨®n respecto de algunas de las medidas que aprob¨® -en el marco de su pol¨ªtica monetaria restrictiva- para dificultar a las empresas el acceso al cr¨¦dito en divisas. Esta petici¨®n, seg¨²n afirm¨® el secretario general de la Energ¨ªa, V¨ªctor P¨¦rez Pita, se formular¨¢ despu¨¦s de comprobar las dificultades que en 1989 ha tenido el sector para reducir su nivel de endeudamiento, cifrado en 3,8 billones, es decir, s¨®lo 28.000 millones de pesetas menos que en 1988.
De acuerdo con los c¨¢lculos realizados por el sector, en 1989 las empresas el¨¦ctricas han tenido que encajar en sus respectivas cuentas de resultados unos 30.000 millones de pesetas, cantidad en la que se estima el sobrecoste -inicialmente no previsto- que han tenido que asumir como consecuencia del comportamiento seguido por el mercado financiero espa?ol.Los datos aportados recientemente por el presidente de la patronal Unesa, Manuel G¨®mez de Pablos, en el sentido de que el endeudamiento global de las compa?¨ªas tan s¨®lo se ha reducido a lo largo del pasado ejercicio en 28.000 millones de pesetas, arrojando una cifra total de 3.869 billones, ha provocado preocupaci¨®n entre los responsables energ¨¦ticos de la Administraci¨®n, seg¨²n reconoci¨® el secretario general de la Energ¨ªa y Recursos Minerales, V¨ªctor P¨¦rez Pita.
Se da la circunstancia de que un 30,4% de la deuda asumida por las el¨¦ctricas se encuentra en moneda extranjera, mientras que el restante 69,6% lo est¨¢ en pesetas. Teniendo en cuenta la evoluci¨®n alcista de los tipos de inter¨¦s espa?oles a lo largo de 1989, es l¨®gico comprender el negativo efecto que esta circunstancia ha tenido sobre los costes financieros de las empresas del sector.
Medidas monetarias
Hasta principios del pasado a?o, las compa?¨ªas el¨¦ctricas pod¨ªan compensar el comportamiento alcista del mercado crediticio espa?ol mediante la apelaci¨®n a la financiaci¨®n exterior. Sin embargo, el 1 de febrero de 1989 el Banco de Espa?a tom¨® algunas medidas de car¨¢cter monetario en un claro intento por intentar frenar el fuerte crecimiento del cr¨¦dito al sector privado de la econom¨ªa que estaba teniendo lugar desde el oto?o de 1988.Las medidas decretadas por la autoridad monetaria inclu¨ªan la subida de 1,5 puntos del coeficiente de caja y el establecimiento de dep¨®sitos obligatorios -sin remuneraci¨®n- en el Banco de Espa?a respecto de los cr¨¦ditos nominados en divisas. En el caso de bancos y cajas, el dep¨®sito fijado era del 20% y en el de las empresas se elevaba hasta el 30%.
A finales del mes de noviembre, sin embargo, la entidad emisora decidi¨® levantar la obligaci¨®n que pesaba sobre las entidades financieras, aunque no extendi¨® la medida a la financiaci¨®n de las empresas en moneda extranjera, cuyo dep¨®sito obligatorio se mantiene a¨²n en el 30%.
El coste que han tenido que asumir las empresas el¨¦ctricas a ra¨ªz de esta imposici¨®n ha llevado a los responsables del Ministerio de Industria a tomar la decisi¨®n de dirigirse al Banco de Espa?a a fin de intentar encontrar v¨ªas que flexibilicen la normativa vigente, que, seg¨²n V¨ªctor P¨¦rez Pita, "no pasar¨ªan necesariamente por excluir al sector el¨¦ctrico de la obligaci¨®n gen¨¦rica que pesa sobre todas las empresas".
Las proyecciones con que cuenta el Ministerio y algunos inversores extranjeros no son nada alentadoras. Seg¨²n un estudio realizado por Rafael Martos, codirector de la OCIDE, existen varios inversores extranjeros interesados en Espa?a; las el¨¦ctricas aumentar¨¢n su deuda a 5,7 billones de pesetas a finales de 1999, como consecuencia, principalmente, de las fuertes inversiones que debe abordar el sector.
Una soluci¨®n, de acuerdo con el secretario general de la Energ¨ªa, podr¨ªa ser liberar a las empresas el¨¦ctricas del dep¨®sito obligatorio del 30%, atendiendo al plazo de amortizaci¨®n fijado en el cr¨¦dito.
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