El conflicto entre los talleres y la Mutua Madrile?a se resuelve hoy con una subida media de tarifas del 24,5%

Representantes de la Mutua Madrile?a Automovilista y de la Asociaci¨®n de Concesionarios de Autom¨®viles Intermarcas de Madrid (Acima) podr¨ªan hoy poner punto final al conflicto que desde hace algunas semanas les enfrenta, y que tiene su origen en las diferencias de criterio sobre el precio de la mano de obra en las reparaciones que deben cobrar en 1990. La oferta realizada por la aseguradora de proceder a un incremento medio ponderado de las tarifas del 24,5% -cuyo coste se estima en unos 3.500 millones de pesetas- parece que va a ser definitiva para suscribir el acuerdo.

La sede de la Uni¨®n de Consumidores de Espa?a (UCE), sita en la madrile?a calle de Pr¨ªncipe de Vergara, es el lugar escogido para aproximar posiciones y, en su caso, suscribir un acuerdo base que ponga fin a las hostilidades entre los concesionarios madrile?os de autom¨®viles y la compa?¨ªa aseguradora.El acercamiento -propiciado tras la mediaci¨®n de la UCE- ha sido posible despu¨¦s de que cada una de las partes en litigio haya renunciado a alguna de sus respectivas posiciones. As¨ª, mientras que ACIMA se ha comprometido a retirar el llamado Documento base para la negociaci¨®n con aseguradoras, de octubre de 1989, Mutua Madrile?a ha hecho lo mismo con relaci¨®n a su decisi¨®n de no asegurar veh¨ªculos de la marca Ford.

Mecanismo corrector

La oferta de un incremento medio de las tarifas del 24,5%, as¨ª como la fijaci¨®n de un mecanismo corrector anual, basado en el ¨ªndice de precios al consumo (IPC) general, han sido dos factores m¨¢s que han distendido un clima progresivamente m¨¢s enrarecido.

Pese a ese mecanismo corrector, ambas partes parecen dispuestas a someterse al arbitraje del Ministerio de Econom¨ªa o de Industria, en el caso de que se produzcan divergencias, de tal forma que sea uno de esos dos ministerios el que establezca un ¨ªndice referencial para el sector.

Otro de los principios que inspira el principio de acuerdo alcanzado entre concesionarios y Mutua Madrile?a es el de libre competencia y el de libre mercado, de modo que, una vez desbloqueada la situaci¨®n con ACIMA, los acuerdos habr¨¢n de lograrse de forma particular, sin perjuicio de que esa asociaci¨®n haga uso de sus atribuciones, en el sentido de recomendar lo que estime m¨¢s conveniente a sus entidades adheri das . De la misma forma, la aseguradora se reserva la facultad de recomendar a sus clientes la elecci¨®n de los talleres que estime m¨¢s oportunos. Otro de los aspectos en los que se ha logrado un avance es el que se refiere al compromiso de la Mutua de iniciar negociaciones con los fabricantes, al efecto de establecer un tarifario de tiempos. Una de las cr¨ªticas formuladas por ACIMA es que el tarifario de tiempos que aplica la compa?¨ªa de seguros es el suyo propio, y que si se compara ¨¦ste con el de las marcas, se observa una diferencia de un 20% a un 30% a favor de la Mutua.

El conflicto entre los concesionarios y la aseguradora madrile?a tiene su origen en las diferencias de criterio respecto al incremento a aplicar en 1990 en el precio de la mano de obra que cobran los talleres. La Mutua, seg¨²n ACIMA, "ha venido imponiendo sus peritaciones de siniestros de los veh¨ªculos, exigiendo descuentos especiales y unas tarifas muy por debajo de las fijadas por los concesionarios de acuerdo con los baremos de reparaci¨®n establecidos por los fabricantes".

La compa?¨ªa de seguros, por su parte, ha negado estas acusaciones, insistiendo reiteradamente en que no existe nada que obligue a los talleres a trabajar con la Mutua, si no est¨¢n de acuerdo con las tarifas.

La decisi¨®n de los concesionarios Ford de Madrid de no aceptar las peritaciones realizadas por la aseguradora y de cobrar directamente a los clientes, motiv¨® que la Mutua Madrile?a tomara la medida de suspender temporalmente la contrataci¨®n de seguros de da?os propios para los veh¨ªculos de la marca Ford.