Obras de Picasso y Dal¨ª se ver¨¢n por primera vez en Espa?a tras el acuerdo con Guggenheim
El museo neoyorquino cerrar¨¢ durante 18 meses por obras de ampliaci¨®n y reforma
Thomas Krens, director de la Fundaci¨®n Guggenheim, firm¨® el mi¨¦rcoles con el ministro espa?ol de Cultura, Jorge Sempr¨²n, un acuerdo que permitir¨¢ exhibir en el Centro de Arte Reina Sof¨ªa las obras m¨¢s importantes de la colecci¨®n de pintura y escultura del siglo XX que hasta la fecha no han abandonado aquel museo neoyorquino. La muestra tendr¨¢ lugar a comienzos del pr¨®ximo a?o, y entre m¨¢s de un centenar de piezas incluir¨¢ lienzos de Picasso, Gris, Mir¨® y Dal¨ª nunca expuestos con anterioridad en nuestro pa¨ªs. La misma obra viajar¨¢ a Venecia y a Tokio, mientras el Guggenheim permanecer¨¢ cerrado al p¨²blico durante 18 meses para ser ampliado y restaurado.
Cuando a un m¨²sico le disuelven la orquesta se queda hecho polvo, cre¨ªa yo. Cuando a un obispo le quitan la di¨®cesis se aplasta la mitra con el b¨¢culo, es de suponer. Cuando a un capit¨¢n de barco le ponen el buque en seco se ahoga de tristeza y de alcohol. Pero cu¨¢ndo a Thomas Krens, director del Guggenheim, en Nueva York, le cierran al p¨²blico todas las salas de su c¨¦lebre museo y se lo dejan pelado durante a?o y medio no s¨®lo parece m¨¢s contento que unas pascuas sino que, adem¨¢s, le extra?a que se lo pregunten. "No, en absoluto. No me siento como un capit¨¢n a la deriva. No me entristece cerrar el museo. Vamos a estar muy ocupados con las obras y elaborando proyectos", dice.
Espacio
Naci¨® en Nueva York en 1946. Es licenciado en Econom¨ªa Pol¨ªtica y fue profesor de Historia del Arte en el Williams College, de Massachusetts. Asesor¨® durante ocho a?os al museo que hace dos le nombr¨® director. Y de pronto ha visto muy claro que si no invierte 30 millones de d¨®lares para doblar la superficie del Guggenheim y aumentar en un tercio el n¨²mero de visitantes al a?o (hoy tiene 700.000), la fundaci¨®n puede acabar derriti¨¦ndose. Y, qui¨¦n sabe, esa famosa arquitectura de caracol dise?ada por Frank Lloyd Wright, la ver¨ªamos transformada en rentable aparcamiento de la Quinta Avenida, con suaves y c¨®modas rampas de acceso.Ahora, los visitantes pagan una entrada de 4,50 d¨®lares. Dentro de 18 meses, terminada la reforma y ampliaci¨®n, pagar¨¢n seis. Pero estar¨¢ justificado: "En la actualidad el Guggenheim exhibe s¨®lo un 3% de la obra que posee. Sin duda, lo que se muestra al p¨²blico es lo m¨¢s valioso de la colecci¨®n. Pero del 97% que tenemos almacenado hay muchas obras excepcionales que, al doblar la superficie, se podr¨¢n exponer", dice Krens.
Todos los buenos museos tienen el mismo problema de espacio. Y antes o despu¨¦s se ven forzados a plantearse la soluci¨®n. El Guggenheim va a procurarse una planta subterr¨¢nea para alojar all¨ª todos los servicios t¨¦cnicos. Trasladar¨¢ las oficinas a un nuevo edificio anexo, donde tambi¨¦n se abrir¨¢n salas. Y llevar¨¢ a otro edificio situado en el West Side la obra que, necesariamente, haya de seguir estando almacenada. Pero esto, seg¨²n Thomas Krens, es s¨®lo un paso en una determinada direcci¨®n. El otro es convertirse en museo multinacional. La Fundaci¨®n Solomon Guggenheim, que tambi¨¦n tiene un museo en el palacio Grassi, de Venecia, est¨¢ intentando adquirir en el mejor enclave de aquella ciudad lo que fueron oficinas de aduanas, pertenecientes al Ministerio italiano de Finanzas.
"No podemos so?ar con un sitio mejor. Seis mil metros cuadrados, adem¨¢s de los 400 que tenemos en el palacio. Y si hoy, con esos 400 metros, logramos una afluencia de 200.000 visitantes al a?o, con esa superficie mucho mayor la cifra va a multiplicarse".
Proyectos
La operaci¨®n de compra no ofrece grandes dificultades, seg¨²n Krens, porque "el actual ministro de Asuntos Exteriores italiano es miembro del patronato del Guggenheim y es, adem¨¢s, veneciano. Y el proyecto lo respalda Agnelli, el poderoso hombre de la Fiat".Y a¨²n hay m¨¢s. Thomas Krens muestra la maqueta de otro ambicioso proyecto de expansi¨®n. Un nuevo Museo Guggenheim en lo que ¨¦l considera el lugar perfecto de Salzburgo: en un flanco subterr¨¢neo de la pared rocosa que abraza la ciudad se alojar¨¢n las salas, excavando el granito, seg¨²n la idea del arquitecto austriaco Hans Hollein, responsable tambi¨¦n de un nuevo museo en Francf¨®rt. "Durante los pr¨®ximos meses vamos a perfilar grandes proyectos en el extranjero", anuncia Krens, recordando que dentro de este plan de expansi¨®n ya tiene sentido adquirir m¨¢s obras. El mes pasado, y con el asesoramiento de Carmen Gim¨¦nez, en la actualidad conservadora del Guggenheim Museum, la fundaci¨®n compr¨® ¨ªntegra la colecci¨®n Panza -340 obras-, cuyo valor, que no revela Krens, ronda, seg¨²n las cifras de las grandes firmas de subastas, los 80 millones de d¨®lares. Thomas Krens asegura que su inter¨¦s por Espa?a es creciente. "En los ¨²ltimos 10 a?os, Espa?a se ha convertido en un punto de excepcional importancia en el arte moderno. Queremos una asociaci¨®n m¨¢s fuerte y m¨¢s amplia con los responsables del arte y de la cultura espa?oles. Las exposiciones del Reina Sof¨ªa han llamado la atenci¨®n en todo el mundo. Deseamos participar todo lo posible", dice el director del Guggenheim. No es, pues, un accidente que entre las muchas peticiones de museos alemanes, franceses e ingleses para exhibir las obras maestras de su colecci¨®n neoyorquina, el Guggenheim haya optado por Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.