Agua sin gas

La creaci¨®n de una empresa ¨²nica distribuidora de gas en Espa?a a partir de Repsol y Catalana significa en la pr¨¢ctica que Catalana de Gas deber¨¢ segregar sus activos industriales para aportarlos a la nueva sociedad.Pedro Grau present¨® el proyecto en el ¨²ltimo consejo de Catalana de Gas, celebrado el martes pasado. Los accionistas con representaci¨®n pol¨ªtica en el ¨®rgano de gesti¨®n de la sociedad gasista -La Caixa (24%), Caixa de Barcelona (10%), Aguas de Barcelona (7,5%) y British Gas (10%)- manifestaron en el consejo que estudiar¨ªan la propuesta para dar su conformidad en una pr¨®xima reuni¨®n. La posici¨®n inicial de La Caixa, como primer accioniSta, es aceptar el dise?o pactado entre Fanjul y Grau pero siempre que no influya negativamente en el proceso de fusi¨®n entre Catalana y Aguas de Barcelona, que ahora se encuentra en fase de estudio preliminar. La f¨®rmula para crear la nueva sociedad de distribuci¨®n y transporte no ha sido abordada todav¨ªa aunque su creaci¨®n implica que Catalana aporte sus instalaciones al completo. La nueva Catalana controlar¨ªa el 50% de la nueva sociedad creada con Repsol y el grupo de empresas que conforman su diversificaci¨®n. Un equilibrio dif¨ªcil, puesto que el gas supone el 90% de la consolidaci¨®n del grupo Catalana.

La idea de fusionar Catalana y Aguas para crear una gran compa?¨ªa de servicios ha sido impulsada desde el inicio por La Caixa, que en la empresa resultante compartir¨ªa la propiedad con Lyonnaise des Eaux. La sociedad francesa es el primer accionista de Aguas de Barcelona (26,75%) y posee casi el control de la poderosa Corporaci¨®n Agbar (45%), la holding del grupo.

La fusi¨®n significa la pr¨¢ctica separaci¨®n de la zona catalana del mapa gasista espa?ol tal como lo concibe el INH. Ahora, cuando Fanjul pone patas arriba al sector con una vuelta de tuerca a la integraci¨®n gasista contando con un gran protagonismo de Catalana de Gas, ha conseguido lo contrario: integrar de forma irreversible la zona catalana en el mapa espa?ol.