T¨®pico barroco

Es t¨®pico ya el barroquismo del lenguaje forense, del que la revista M¨®n Jur¨ªdic ha espigado algunas muestras.. En una sentencia de un juzgado civil de Lugo, dictada en abril de 1985, figuraba este considerando: "Que el ¨¦xito, aunque meramente dilatorio que rezuma la tesis de los interpelados, exime de ponderar los restantes acorazamientos que agitaron quienes, por tanto, han de conformarse con una parte dispositiva en su pro, marginada de contenido de fondo".Con similar claridad de lenguaje, otro considerando dec¨ªa as¨ª: "Que movi¨¦ndonos dentro de la teor¨ªa general del proceso, la que, por tanto, entorna a los juicios ejecutivos, y en gracia a la inconveniencia de estricto entalle formal¨ªstico que, en tan rituario par¨¢metro, enarbolan los cuatro ejecutados, cumple, con prioridad al justiprecio de las excepciones, motivo oposicional y causas de nulidad, con que item puedan acorazarse, desde otras perspectivas, los accionados, escrutar el aducido ¨®bice que prima facie, encuentra apoyo en el apartado 3? del art¨ªculo 533 de la Ley de Enjuiciamiento Civil".

Otra joya es la dictada en Granada en marzo de 1988 por un magistrado de trabajo. He aqu¨ª su primer fundamento de derecho: "No siempre, componiendo sin duda la excepci¨®n, la soluci¨®n indemnizatoria de despido tiene valor de subsidiariedad, acaece que, con las sumas receptadas, se trastoca el licenciado en empresa, lo que , indudablemente, deriva en nuevos empleos, af¨¢n muy humano, pues no dice lo mismo trabajador que patrono; viene a colaci¨®n nuestro breve exordio, porque en la vista oral habl¨®se de millones en ilaci¨®n con el despido y conveniencias; lo primero que hemos de atacar es si la firma demandada lo expuls¨® o proscribi¨® o si, por el contrario, hubo deserci¨®n del empleo y, por ende, disoluci¨®n de la alianza laboral".