El Jugopl¨¢stica le pudo de nuevo al Bar?a
El Barcelona no pudo culminar su sue?o, su raz¨®n existencial, y perdi¨® la final de la Copa de Europa ante el Jugopl¨¢stica, un equipo que mereci¨® sobradamente la rev¨¢lida del t¨ªtulo y que pasar¨¢ a la historia de la competici¨®n. La tremenda desgracia que asola al equipo azulgrana no es otra que la de toparse con la exacta maquinaria de los yugoslavos.Las r¨¦moras atacantes de los de A¨ªto, o lo que es lo mismo, la incansable defensa y recursos del Jugopl¨¢stica combinados con el anormal bajo porcentaje de tiro de Jim¨¦nez y Epi, y el mal balance en los lanzamientos triples de todo el equipo, resultaron determinantes e hicieron que en un 90% del partido el Bar?a se encontrara en la inc¨®moda situaci¨®n del perdedor. Jugar siempre a remolque resulta suicida, a pesar de que, tal como demostr¨® ayer mismo, el Barcelona est¨¢ habituado a soportar el peso de la cruz, pero el riesgo de una dolorosa muerte era palpable.
La perfecci¨®n del baloncesto en el inicio de partido fue fant¨¢stica: no hab¨ªa rebote, pero por ninguno de los dos equipos porque ni siquiera hab¨ªa opci¨®n. El primer tiro fallado y primer rebote no lleg¨® hasta el minuto 2.30. Despu¨¦s de ese arranque intens¨ªsimo, sin errores, y por lo tanto tremendamente igualado, 11 - 10 (minuto 4.30), el Barcelona obtuvo cinco puntos de ventaja gracias a una excelente defensa y a pesar de que denot¨® cierta precipitaci¨®n en su ritmo; perdi¨® en un breve espacio de tiempo tres posesiones de bal¨®n, pero era el precio de su af¨¢n en imponer rapidez al partido.
Pero el Barcelona dej¨® de pedalear y perdi¨® por vez primera el equilibrio: pas¨® de un 15-10 a un 15-19. La parada en el contador se debi¨® a las tremendas dificultades que planteaba la defensa individual de acoplamiento de los yugoslavos, que por si fuera poco combinaron fugazmente con la zona. La estrategia ajedrec¨ªstica provocaba cambios en los marcajes seg¨²n un equipo jugara en ataque o defensa y seg¨²n el glot¨®n beneficio que obten¨ªan de las faltas personales. Los yugoslavos empezaron mucho antes que el Barcelona a sentir el peso de este factor: Ivanovic y Radja sumaban la tercera (minuto 10 y minuto 12) y Sovic la cuarta (minuto 19).
Pero su dominio de la situaci¨®n lo hizo posible gracias a una puesta en escena que hace las delicias de cualquier t¨¦cnico, puesto que se basa en el desarrollo real de un partido tan fehacientemente corno se ha dibujado sobre la pizarra. Jugopl¨¢stica consigui¨® ese sue?o a pesar de que tuvo que soportar situaciones dif¨ªciles corno la que le llev¨® de ganar por nueve (22-31) a s¨®lo por tres (28-31), despu¨¦s de tres tiros libres fuera y dos fallos consecutivos en lanzamientos de Kukoc. Ello lo aprovecharon Norris y Epi para devolver el marcador a un margen estrecho. Pero cuando Kukoc tose, el resto aporta su dosis de jarabe y eso salv¨® la situaci¨®n y permiti¨® a la joven estrella yugoslava rearmarse moralmente y convertirse en el hombre que capitane¨® a su equipo hacia la victoria.
A solo 5 segundos del descanso se produjo un detalle que revela la capacidad ofensiva de ambos conjuntos, aunque ayer apostaran decididamente por la defensa como principal arma. En ese suspiro, Crespo logr¨® una canasta con punto adicional, tras una personal de un defensor yugoslavo, y luego, en dos segundos, Perasovic consigui¨® un triple desde media pista que puso el marcador en 36-40. Digno de la NBA.
El Barcelona se situ¨® a un solo punto, 43-44 (minuto 22), pero a costa de un esfuerzo en defensa que supuso en ese momento la cuarta personal de Costa y la tercera de Soloz¨¢bal, Jim¨¦nez y Crespo. Volvi¨® a repetirse la historia de la primera parte. De nuevo se puso a prueba la entereza moral y el temple de A¨ªto y sus jugadores que se pasaron dos minutos y medio viendo a nueve puntos a su rival, de un 43-52 hasta un 50-59. Pero el Barcelona reaccion¨® ante el menor resquicio que dej¨® Jugopl¨¢stica y consigui¨® remontar, 61-59 (minuto 34), poco despu¨¦s de que los yugoslavos se pusieran en zona para evitar problemas mayores con las faltas.
Tras una fase fugaz de igualdad, otro mazazo para la moral de los azulgrana, con 63-65: Jim¨¦nez fall¨® dos tiros libres y Kukoc consigui¨® un triple y otra canasta tras una p¨¦rdida de bal¨®n del Barcelona. A partir de ese momento el cerebral trabajo de los barcelonistas se hac¨ªa ya desesperado: 63-70 a falta de tres minutos.
Aun as¨ª dispusieron de ocasiones para intentar el ¨¦xtasis final, pero el Bar?a fall¨® cuatro triples y una canasta f¨¢cil de Norris. No s¨®lo eso, a 32 segundos, ya con 67-72, Sobin perdi¨® tontamente la posesi¨®n de un bal¨®n, pero Epi incurri¨® en un clamoroso camino. El sue?o se esfumaba. Jugopl¨¢stica celebraba el ¨²ltimo ¨¦xito de una generaci¨®n que la NBA desintegrar¨¢. Tal vez lo mejor, dentro de la amarga noche, lleg¨® entonces. El p¨²blico azulgrana despidi¨® a sus jugadores con una larga ovaci¨®n. ?Qu¨¦ diferencia con lo que sucedi¨® en M¨²nich! No ser¨ªa osado proclamar que el ¨¦xito estuvo, dejando de un lado el marcador, en la seguridad que la plantilla azulgrana transmite. Una confianza y un respeto tales que pocas objeciones se le puede poner.
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