El dominio musical

Los espect¨¢culos de teatro-danza que presenta Ananda Dansa siempre tienen coherencia est¨¦tica, calidad de producci¨®n e intencionalidad did¨¢ctica. Se puede decir que Ananda no decepciona nunca.El nuevo espect¨¢culo estrenado en la sala Olimpia el viernes por la noche, Basta de danza, parece un canto a la vida primitiva y comunal, una mirada no excesivamente complaciente hacia un pasado com¨²n de la humanidad en que las fronteras entre los reinos de la naturaleza, entre las especies o entre los sexos no eran tan claras como luego.

Las escenas que se van sucediendo muestran la profundizaci¨®n de las separaciones conforme el hombre va dominando el medio, el descubrimiento del poder de unos sobre otros y la inevitabilidad del enfrentamiento. Como ya ocurr¨ªa en espect¨¢culos anteriores, es la m¨²sica y no la danza lo que domina est¨¦tica y emocionalmente la escena; con m¨¢s claridad aqu¨ª, porque Pep Llopis ha compuesto unas bell¨ªsimas canciones y sonidos -que tocan y cantan en algunos momentos los bailarines en escena- de resonancias arcaicas y fuerte capacidad de evocaci¨®n.

Hay momentos est¨¢ticos atractivos y hallazgos visuales -como los hombres-mono colgados de la cuerda-liana que atraviesa el escenario- que hacen buen uso del espacio esc¨¦nico, pero la coreograf¨ªa aparece siempre constre?ida por la tarea demostrativa y pantom¨ªmica que se le ha encomendado: en este sentido es como si realmente los autores se hubieran tomado en serio el t¨ªtulo del espect¨¢culo.