El reducido incremento de cuotas pone al Fondo Monetario al borde de la inoperancia
ENVIADO ESPECIALEl director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Candessus, admiti¨® ayer en Washington que el incremento de las cuotas de dicho organismo, es decir, el aumento de sus recursos financieros, apenas superar¨¢ el 50% (el porcentaje propugnado por Estados Unidos), frente al 100% que el mismo Candessus ha venido proponiendo durante los dos ¨²ltimos a?os. El reducido incremento de cuotas pone al FMI, seg¨²n algunos expertos, al borde de la inoperancia.
La revisi¨®n de las cuotas se ha aplazado sucesivamente desde marzo de 1988, fecha en que no pudo llegarse a un acuerdo y en la que el FMI se concedi¨® un periodo adicional hasta. diciembre de 1989. El plazo se alarg¨® nuevamente entonces hasta marzo de este a?o, y en marzo se fij¨® un -por ahora- definitivo l¨ªmite hasta el pr¨®ximo 30 de junio.La escasa cuant¨ªa del incremento que se discute estos d¨ªas y las enormes dificultades con que topa el Fondo para poner de acuerdo a varios de sus socios m¨¢s importantes -Estados Unidos, Reino Unido, Jap¨®n y Francia- refuerzan la impresi¨®n de que el organismo tiende a la inoperancia. Algunos especialistas cuestionan incluso su utilidad real.
Otros foros
Las asambleas de FMI, una en primavera -ma?ana y pasado- y otra, la general, en oto?o, han venido convirti¨¦ndose en poco m¨¢s que una excusa para el desarrollo de otros foros paralelos, oficiales unos -como el G-7, que agrupa a los ministros de Finanzas de los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo-. y extroficiales otros -como las reuniones de los representantes de la gran banca privada-. El Fondo, mientras, ha ido perdiendo capacidad de intervenci¨®n en la funci¨®n para la que fue fundado en 1948 -el control de los tipos de cambio y de los intercambios comerciales- y se ha especializado en la supervisi¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas de sus pa¨ªses miembros, fundamentalmente los m¨¢s pobres y m¨¢s necesitados de ayuda.Esta especial incidencia en el dise?o de pol¨ªticas para los pa¨ªses en desarrollo y subdesarrollados ha causado, en no pocas ocasiones, que su trabajo se solapara con el del Banco Mundial, su hermano gemelo, tambi¨¦n nacido gracias a los acuerdos posb¨¦litos de Pretton Woods en 1948.
El director del Fondo, Michel Candessus, tuvo que admitir ayer de forma impl¨ªcita que la definitiva soluci¨®n en el asunto de las cuotas s¨®lo puede salir de la reuni¨®n que hoy mantendr¨¢n en Washington los pa¨ªses del G-7: Estados Unidos, Jap¨®n, Rep¨²blica Federal de Alemania, Francia, Reino Unido, Canad¨¢ e Italia. Es decir, que la soluci¨®n al largamente demorado problema s¨®lo puede alcanzarse desde un organismo ajeno en su funcionamiento al propio FMI.
Las divergencias radican en que Jap¨®n exige ser el segundo socio tras EE UU en aportaci¨®n de fondos y, por tanto, en n¨²mero de votos, lo que forzar¨¢ un retroceso en las posiciones de Reino Unido y Francia, a lo que dichos pa¨ªses se muestran reticentes.
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