Barroco en Granada

ENVIADO ESPECIAL Entre los grupos orquestales de c¨¢mara cuya labor est¨¢ en constante alza, figura, en puesto muy destacado, la Orquesta de C¨¢mara de Israel que dirige el violinista Shlomo Mintz. La segunda sesi¨®n M 39? Festival de Granada present¨® a esta agrupaci¨®n en un programa consagrado al barroco alem¨¢n e italiano que, como suele suceder con este repertorio, convoc¨® mucho p¨²blico.

En este grupo la figura de ShIomo Mintz juega un papel importante como solista, hasta el punto de que a la hora de las propinas el concertista moscovita abandon¨® a su orquesta para tocar ¨¦l, en solitario, dos fragmentos supervirtuosistas escasamente relacionados con el bien cohesionado programa que acab¨¢bamos de escuchar.

Mintz naci¨® en 1957 y muy joven emigr¨® a Israel donde tuvo por profesora a la h¨²ngara llona Feher. Ten¨ªa s¨®lo 11 a?os cuando debut¨® con la Filarm¨®nica israelita dirigida por Zubin Mehta. A partir de entonces su carrera fue brillante tanto en su aspecto virtuos¨ªstico como en el cultivo de los g¨¦neros de c¨¢mara. Ambos valores se dan cita a la hora de trabajar la Orquesta de C¨¢mara de Israel formada por excelentes instrumentistas, como lo demostraron en la muy perfecta versi¨®n de la Sinfon¨ªa n¨²mero 5 de Juan Cristian Bach, acaso el m¨¢s importante m¨²sico entre los hijos de Juan Sebasti¨¢n. De ¨¦ste interpretaron Mintz y su grupo la Suite en re mayor n¨²mero 3, la de la c¨¦lebre aria para la cuerda en sol. Y en la segunda parte, la con currencia se sinti¨® feliz con las Estaciones de Vivaldi.

Esta m¨²sica ha pasado desde el olvido de a?os atr¨¢s a la m¨¢xima fama y popularidad. En el caso de las Estaciones, Vivaldi ensaya con verdadero genio un proyecto de m¨²sica descriptiva que, sin ce?irse a lo imitativo, sigue de modo puntual cuatro sonetos italianos sobre las cuatro ¨¦pocas del a?o.