Damnificados de robos callejeros
N¨¢poles crea una asociaci¨®n para auxiliar a las v¨ªctimas de los tirones
N¨¢poles, ciudad t¨ªpica para la picaresca y la fantas¨ªa m¨¢s refinada, acaba de acu?ar una nueva y curiosa asociaci¨®n: la de los Scippati Tristi e Nostalgici. Se trata de un ej¨¦rcito integrado mayoritariamente por mujeres, v¨ªctimas del scippo o tir¨®n, un arte pr¨¢cticamente nacido en N¨¢poles y del que son maestros consumados los famosos scugnizzi, unos ni?os avispad¨ªsimos, que, a bordo de sus motos min¨²sculas, son capaces de fimpiar el bolso al mismo lucero del alba sin usar navajas ni pistolas.
La nueva asociaci¨®n de los Scippati Tristi e Nostalgici, cuyas siglas son ASTEN (Asociaci¨®n de Robados -scippati- Tristes y Nost¨¢lgicos), acaba de ser fundada por una mujer: Cristina Sosti, doctora en Ciencias Pol¨ªticas y ya conocida por su empe?o en la asistencia a los minusv¨¢lidos. El fin de dicha asociaci¨®n, ha explicado su fundadora, es "ofrecer asistencia, ¨¢nimo e instrumentos de prevenci¨®n a las v¨ªctimas tristes y descorazonadas de los scippi".Cristina piensa que la "sensibilizac¨ª¨®n en clave ir¨®nica" de la poblaci¨®n scippiata debe considerarse como una campa?a de prevenci¨®n m¨¢s que una asociaci¨®n de dammificados compugidos y nost¨¢lgicos de otros tiempos mejores y mas seguros".
Insignia de dos cuernos
Para poder formar parte de la ASTEN es necesario ante todo haber sufrido por lo menos una vez un tir¨®n, y mejor a¨²n si se han padecido varios robos a cargo de los simpatiqu¨ªsimos ni?os procedentes de los bajos fondos que subsisten en los barrios de origen espanol. Pero no basta con afirmarlo: es necesario probarlo, y para ello se exige la presentaci¨®n de la correspondiente denuncia del robo ante los carabineros.
La nueva organizaci¨®n de reciente creaci¨®n y en la que llueven las peticiones de ingreso contar¨¢ con psic¨®logos que ofrecer¨¢n ayuda espiritual a los desconsolados scippati. Contar¨¢ tambi¨¦n con expertos en t¨¦cnicas de defensa, porque, seg¨²n la fundadora de la asociaci¨®n, el ironizar sobre el hecho de haber sido robado o ridiculizarlo para exoreizarlo es bueno y positivo, pero tampoco est¨¢ mal las medidas de prevenci¨®n para evitar que acaben "dej¨¢ndonos en pa?os menores".
Los miembros de la nueva asociaci¨®n ser¨¢n reconocidos p¨²blicamente por un distintivo visible: es una insignia c¨®mica que lleva dos cuernos, algo a lo que los napolitanos, hasta los mismos ladrones, son enormemente sensibles. Dicha insignia indicar¨¢ a los posibles nuevos rateros que la persona que la lleva ha sido scippcita -dammificada y entrenada- y responder¨¢ a la agresi¨®n con un poderoso y visible conjuro, el de los cuernos, que es el peor presagio que puede caer sobre un napolitano.
N¨¢poles ha sido siempre famosa por su b¨²squeda de soluciones llenas de imaginaci¨®n a los males que la afligen. Cuando naci¨® el IVA, fue en N¨¢poles donde apareci¨® la primera publicaci¨®n, titulada Los cien consejos para 'fregare' el IVA, es decir, para enga?ar al fisco.
Y cuando el Ministerio de Finanzas impuso que en los restaurantes los clientes exigieran recibo, y que en caso de que la polic¨ªa les pescara en un radio de 300 metros sin la nota pagar¨ªan ellos la multa, r¨¢pidamente los propietarios de las trattorie, con clientes fijos amigos, inventaron el llamado cuerpo de acompa?adores.
Este cuerpo se constituy¨® como un peque?o ej¨¦rcito de muchachos desocupados que com¨ªan gratis en el restaurante y estaban preparados, con el recibo en la mano, para acompa?ar hasta la frontera de los 300 metros a los clientes amigos y d¨¢rselo en caso de que apareciera la polic¨ªa. Pasado el Peligro, se volv¨ªan al restaurante con el recibo en el bolsillo, que serv¨ªa para el pr¨®ximo.
Cuando ¨²ltimamente se hicieron obligatorios los cinturones de seguridad de los coches en la ciudad, hubo quien inven t¨® enseguIda una camiseta que llevaba pintado casi en relieve un hermoso y visible cintur¨®n negro que daba el pego hasta a los guardias con ojos de lince. Y ha sido tambi¨¦n un napolitano quien ha inventado los cursos de seducci¨®n amorosa para hombres, que no s¨®lo han tenido ¨¦xito en el norte del pa¨ªs, sino que ahora los est¨¢n descubriendo en Estados Unidos.
Fantas¨ªa
Esa fantas¨ªa es lo que hace que cada ma?ana por lo menos unos 300.000 napolitanos salgan de sus casas sin saber qu¨¦ van a comer y vuelvan siempre por la noche alegres y contentos, sin haber conocido el hambre.
Ellos dicen que es el sol maravilloso de aquella tierra lo que hace agudizar el ingenio. Un sol que, para gozar de ¨¦l unos d¨ªas en verano -dicen ir¨®nicos los napolitanos- la gente del Norte trabaja como loca todo el resto del a?o en medio de nieblas y lluvia.
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