La sorpresa del 'Fujichoque'
LOS ENFRENTAMIENTOS producidos estos d¨ªas en Lima entre la polic¨ªa y grupos de personas desesperadas que asaltaban tiendas en busca de comida -con un resultado de varios muertos- dan idea de la reacci¨®n causada entre ampl¨ªsimos sectores de la poblaci¨®n por el duro plan de austeridad que ha puesto en marcha el Gobierno del presidente Fujimori. Esta reacci¨®n se explica, primero, por el estado de extrema miseria en que viven grandes masas de peruanos, que ahora, con el brusco aumento de precios, se ven condenados a condiciones a¨²n m¨¢s insoportables. Contribuye a exasperar esta reacci¨®n la sorpresa producida por el abismo entre las promesas hechas por Fujimori en su campa?a electoral y las primeras medidas que aplica su Gobierno. Todo el mundo recuerda que Fujimori se present¨® como defensor de los humildes y acus¨® a su adversario, Vargas Llosa, de preparar una pol¨ªtica de austeridad lesiva para los pobres.Despu¨¦s de la gesti¨®n desastrosa de Alan Garc¨ªa, cualquier presidente estaba obligado a emprender una pol¨ªtica de recuperaci¨®n econ¨®mica con inevitables costes sociales. El error del candidato Fujimori que ahora paga el presidente Fujimori fue ceder a la tentaci¨®n populista de ofrecer en campa?a soluciones milagrosas que despertaron inusitadas ilusiones en la poblaci¨®n. Con su silencio sobre las medidas concretas que tomar¨ªa ante la ruina econ¨®mica extendi¨® entre los m¨¢s pobres la idea absurda de un desarrollo a la japonesa. As¨ª gan¨® muchos votos. Ahora ha llegado la hora de la pol¨ªtica real y la disoluci¨®n del espejismo ha tra¨ªdo una redoblada frustraci¨®n.
Para poner en marcha una pol¨ªtica enfocada a levantar el pa¨ªs, Fujimori tuvo el acierto de buscar un equipo de gobierno de amplia unidad, incluyendo en ¨¦l a personas de diverso horizonte, desde la izquierda hasta la derecha. El problema que puede surgir ahora es el de si este equipo podr¨¢ conservar su cohesi¨®n frente a los efectos sociales de la austeridad. El primer ministro, Juan Carlos Hurtado, ha dicho claramente que aplicar¨¢ su plan sin dar pasos atr¨¢s, ya que est¨¢ seguro de que gracias a ¨¦l lograr¨¢ a fines de a?o reducir la inflaci¨®n a niveles inferiores a los del resto de Suram¨¦rica. Pero el APRA y la izquierda peruana, dispuestos a capitalizar el descontento social, se han opuesto frontalmente y han denunciado la traici¨®n de Fujimori.
En todo caso, el verdadero problema es si el Plan Hurtado podr¨¢ mejorar una situaci¨®n econ¨®mica tan deteriorada. Su primer objetivo es vencer la superinflaci¨®n, que alcanz¨® el 100% en el mes de julio. Para ello se quiere reducir dr¨¢sticamente el d¨¦ficit del Estado, suprimiendo las subvenciones a los productos de primera necesidad, elevando las tarifas de los servicios p¨²blicos a su coste real y subiendo los impuestos. A la vez, el plan contempla adecuar a la realidad el cambio de la, moneda nacional para favorecer el intercambio y las inversiones exteriores. Hurtado ha anunciado que dimitir¨¢ si su plan no da los resultados anunciados, dejando al presidente Fujimori la posibilidad de buscar otras opciones. Pero no cabe duda de que el prestigio de ¨¦ste se halla plenamente comprometido en la actual experiencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.