La pulsi¨®n de Radio 3

Desde la aparente inutilidad de una carta al director (que no carta del lector, aun si¨¦ndolo m¨¢s que aqu¨¦lla) me gustar¨ªa gritar la necedad de una decisi¨®n arbitraria y, lo que es m¨¢s grave, sin sentido.Radio 3 surgi¨® del fr¨ªo en una pulsi¨®n sexual de una joven democracia que nos salvar¨ªa; sin embargo, la temible sombra de la imbecilidad (desde su m¨¢s inescrutable individualidad directora) pretende oscurecer lo que ha sido creaci¨®n no s¨®lo de guionistas, locutores y dem¨¢s profesionales, sino tambi¨¦n de atentos escuchadores que (por fin) consegu¨ªan construir sin tener que acomodarse en lo ya hecho. El oyente de Radio 3 contribuy¨® a crear un nuevo hueco m¨¢s en la fr¨¢gil y aireada teor¨ªa del franc¨¦s Lipovetsky, para el que la moda (l¨¦ase en sus m¨¢s amplios y equ¨ªvocos sentidos) es directriz y modelo de un imperio donde s¨®lo hay sol. Radio 3 fue paradigma sin ne¨®fitos de una radio participativa, plural y eminentemente p¨²blica (estaba directamente creada por un p¨²blico sordo a emisoras estridentes y ficticias).

Sin embargo, una vez m¨¢s tendremos que recordar, como hacen los de all¨¢, a un cad¨¢ver inmortal, porque los de ac¨¢ todav¨ªa no hemos comprendido que "un necio es mucho m¨¢s funesto que un malvado". El malvado descansa, calla y escucha algunas veces; el necio, jam¨¢s.-