Escritor "El hombre es un ser para el lenguaje"
Severo Sarduy es uno de los novelistas cubanos m¨¢s importantes de los ¨²ltimos a?os. Nacido en Camag¨¹ey en 1937 reside en Par¨ªs desde los a?os sesenta y es all¨ª donde ha desarrollado la mayor parte de su actividad literaria. Entre Gestos, novela que public¨® en 1963 y la que aparece ahora, Cocuyo (editorial Tusquets), Sarduy ha publicado otras novelas De d¨®nde son los cantantes (1967), Cobra, que recibi¨® el Premio M¨¦dicis en 1972, Maitreya, (1978), su escritura sigue la m¨¢xima que se fij¨®: crear todo tipo de trampas para que el lector se meza en un vaiv¨¦n de palabras que le produzcan placer. "El hombre es un ser para el lenguaje", dice Sarduy."No se puede decir que Cocuyo sea una novela agridulce, o divertida, es un misterio. Es posible que sea s¨®lo un invento de la cabecita de cubanito de Cocuyo El libro es un enigma, incluso para m¨ª. Es estrictamente auto biogr¨¢fico; no hay la menor intenci¨®n literaria en ¨¦l, porque soy incapaz de inventar. Invento muy poco en lo que escribo. Pero al acabar de leerlo queda unaeventualidad, la trama del libro, el suspense, dig¨¢moslo as¨ª, reside en un problema fon¨¦tico. Lo que Cocuyo oye en el burdel sublime y vulgar, es la palabra Ada pero ¨¦l no sabe si est¨¢ escrito con H o sin H". De esa consonante pende el destino del ni?o precoz, cabez¨®n de ojos achinados y labios gordezuelos, copia casi perfecta de los rasgos f¨ªsicos de un Sarduy con la cabeza monda que en el hotel madrile?o aparece vestido impecablemente con traje y corbata de seda dise?ada por el pintor marroqu¨ª Qobki, que estos d¨ªas expone junto a Sarduy en la galer¨ªa Davidoff de Par¨ªs.
Y como a Sarduy las obras resueltas no le interesan y se pirra por los enigmas habla de Las Meninas de Vel¨¢zquez como "la obra m¨¢s grande creada, y mido mis palabras, desde Altamira hasta Picasso porque plantean al ser humano un enigma indescifrable. Vine a Espa?a a vivir con ellas. Son mi familia".
El personaje de Cocuyo es perverso. Severo Sarduy, no "Soy simulador. Vivo en un registro de simulaci¨®n constante" Se confiesa d¨¦bil y f¨®bico: "Temo a los aviones sobre el Atl¨¢ntico; las conferencias en p¨²blico cuando hay m¨¢s de 3.000 personas, por ejemplo. Ante mi debilidad, mi exilio, que es algo que ha marcado mi vida, he tenido que disfrazarme y simular ser un escritor seguro de m¨ª mismo".
"Me interesan las mariposas, el travestismo, el arte fractal, y contrariamente al dicho de los fil¨®sofos de que el hombre es un ser para la muerte, yo creo que el hombre es un ser para el lenguaje". Y aqu¨ª entra la simulaci¨®n, el puro artificio del lenguaje que en Sarduy convive con la pintura: "Pinto con palabras".
Busca Sarduy lectores selectos para seducirles con la cromoterapia de sus palabras. "La palabra crea un magnetismo. El lector queda cautivado, en estado hipn¨®tico. Es como la pintura de Mark Rothko que te envuelve en esa sensaci¨®n anaranjada y eso que parece un divertimento ser¨ªa lo que yo quisiera lograr con mis palabras: atrapar la ilusi¨®n".
, Severo Sarduy dirige actualmente en la editorial francesa Gallimard la colecci¨®n La Nouvelle Croix du Sud: "Un homenaje a Roger Caillois, persona que ha marcado mi vida. Su pensamiento qued¨® un poco obturado por otro pensamiento vecino, Malraux. Borges me dijo un d¨ªa'mire Sarduy, yo soy un invento de Caillois-. La colecci¨®n comenzar¨¢ con la publicaci¨®n de una novela de Macedonio Fern¨¢ndez y con otra de Luis Landero.
"Me fui a Gamillard en plena guerra de familias; me arriesgu¨¦ pero entre all¨ª con una ¨®ptica muy simple. Sab¨ªa, porque he visto algunos episodios de Dallas que como en Francia no hay petr¨®leo el papel del petr¨®leo lo jugaba el pensamiento, Gide, Proust".
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