El IRI critica a Fiat por el acuerdo con la Compagnie G¨¦n¨¦rale d'Electricit¨¦
Los observadores italianos fueron ayer un¨¢nimes en calificar el importante acuerdo de Fiat con la francesa Compagnie G¨¦n¨¦rale d'?lectricit¨¦ (CGE), que lanza a Giovanni Agnelli, presidente de Fiat, a una proyecci¨®n internacional de gran envergadura, como una bofetada bien merecida a la lentitud de los partidos pol¨ªticos, a su escasa intuici¨®n de prever el futuro y a la poca confianza que tienen las empresas p¨²blicas en los acuerdos con firmas privadas. La reacci¨®n m¨¢s airada ha venido de? IRI, el holding de empresas p¨²blicas italianas.
Franco Nobili, nuevo presidente del IRI -el equivalente italiano al Instituto Nacional de Industria de Espa?a-, que tuvo hasta el ¨²ltimo momento la esperanza de llegar al acuerdo con Fiat para construir el "polo italiano de telecomunicaciones", se ha sentido herido y frustrado, y acusa a Fiat de "ingratitud", record¨¢ndole que el IRI, en otras ocasiones, como en la venta de Alfa Romeo, hab¨ªa favorecido a Tur¨ªn cuando Ford quer¨ªa la prestigiosa firma.Pero en general los grandes acusados por haber perdido la verdadera ocasi¨®n italiana son los partidos pol¨ªticos y el Gobierno de Andreotti por haber dejado escapar una operaci¨®n de tal importancia y por las consecuencias que ello podr¨¢ tener en el inmediato futuro frente al 93.Fiat y la familia Agnelli han sido siempre consideradas como la espina dorsal del industrialismo de este pa¨ªs. Giovanni Agnelli ha sido visto por la opini¨®n p¨²blica m¨¢s que como un l¨ªder industrial y econ¨®mico casi como un rey, como el gran mecenas del pa¨ªs, aunque a veces muy severo. De ah¨ª el que todos los Gobiernos le hayan hecho siempre la corte.
Cuando se dec¨ªa que Fiat nunca se ha corrompido dando mordidas de cualquier tipo, se a?ad¨ªa que no lo necesitaba porque hab¨ªa sido siempre el mundo pol¨ªtico el que se anticipaba a hacer regalos a Tur¨ªn para que Agnelli no diera la espantada y¨¦ndose al extranjero, cosa que hubiese hecho tambalearse seriamente la econom¨ªa de este pa¨ªs.
,Ahora que el d¨²o Agnelli-Romiti ha levantado el vuelo y Fiat ha dejado de ser "s¨®lo italiana" -y ya est¨¢ pensando en acuerdos con Peugeot y con Chrysler-, el resquemor y el miedo se hacen m¨¢s patentes.
Casi todos, partidos y Gobierno, se golpean el pecho en un coral mea culpa mientras la opini¨®n p¨²blica tiene hoy un argumento m¨¢s para convencerse de que en este pa¨ªs mientras lo privado tiene fuerza creadora, empuje y ganas de competir, lo p¨²blico se pierde en las ci¨¦nagas de la burocracia bizantina, en la voracidad de los partidos y en el despilfarro para mantener en pie.
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