Un pensador de la historia
"La historia es un proceso sin sujeto ni fines", escribe Louis Althusser en su Respuesta a John Lewis (1973). Es ¨¦sta una obrita pol¨¦mica, breve, en la que se halla un excelente compendio del pensamiento althusseriano.En ella, la definici¨®n de la historia como proceso sin sujeto ni fines adquiere la dimensi¨®n de una cr¨ªtica del teleologismo y del economicismo. El primero lleva a suponer la existencia de un movimiento en la historia, heredero del movimiento del esp¨ªritu de Hegel, y a afirmar que el camino hacia el socialismo es inevitable. El segundo parte de las contradicciones internas del capitalismo para afirmar que acarrear¨¢n gecesariamente su fin y el triunfo del socialismo. En ambos casos no hay m¨¢s que sentarse a ver pasar ante la puerta el cad¨¢ver del enemigo hist¨®rico.
Althiasser desarrolla la explicaci¨®n del materialismo hist¨®rico como "ciencia de la historia", del "continente historia", en sus dos obras m¨¢s conocidas: La revoluci¨®n te¨®rica de Marx y en la obra colectiva Para leer 'El Capital', traducidas ambas por una de sus m¨¢ximas divulgadoras en lengua castellana, la chilena Marta Harnecker.
Althusser fue, junto a Foucault, el boom filos¨®fico en la Espa?a de los a?os sesenta y primeros setenta. Y sus obras encuentran pronta y feliz traducci¨®n al castellano, en general de la mano de quienes eran entonces estudiantes o licenciados recientes que luego han desempe?ado un papel relevante en el pensamiento espa?ol. Albert Roies, autor de un libro que fue casi de cabecera (Lectura de Marx por Althusser, editorial Estela, Barcelona 1971), traduce el Curso de filosof¨ªa para cient¨ªficos (Lala, 1975) y la selecci¨®n de textos titulada Escritos, que incluye uno de los m¨¢s difundidos, Ideolog¨ªa y aparatos ideol¨®gicos de Estado. Pere Vilanova es el autor de la traducci¨®n de Lo que no puede durar en el Partido Comunista (Siglo XXI, 1980), uno de sus textos m¨¢s pol¨¦micos frente al PCF, mientras que otro de sus escritos, Montesquieu: la pol¨ªtica y la, historia (Ciencia Nueva, 1968; Ariel, 1979), est¨¢ traducido por Esther Ben¨ªtez, y Seis iniciativas comunistas (Siglo XXI, 1977) era traducido por Gabriel Albiac, hoy tan lejos de Althusser.
Otras obras de Althusser llegaron pronto a Espa?a. Es el caso de textos breves como Freud yLacan (Anagrama, 1970); Sobre el trabajo te¨®rico, dificultades y recursos (Anagrama, 1970) o Para una cr¨ªtica de la pr¨¢ctica te¨®rica (Siglo XXI, 1975), o alguno m¨¢s largo como Crisis del movimiento comunista internacional frente a la teor¨ªa (Laia, 1978).
Luego vino el silencio y, anteayer, la muerte. Althusser dej¨® el presente para pasar a ser lo que ya, en el fondo, ha sido durante los ¨²ltimos a?os, un pensador de la historia, en los m¨²ltiples sentidos de esta polis¨¦mica expresi¨®n.
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