Breviario para caballeros
El libro es una recopilaci¨®n de normas de comportamiento
No hace mucho, en un n¨²mero que la benem¨¦rita revista Sa¨® dedic¨® al Tirant, me refer¨ª a la gran novela valenciana como "un enorme Breviario de caballeros que, como especifica su autor, contiene 'muy extensamente y por encima de todo el derecho y orden de armas de caballer¨ªa', es decir, toda la doctrina sobre el tema de la caballer¨ªa contenida en las Partidas (II, 1-25), el De Batalla, Lo cavaller, el Dotz¨¨ de Eiximenis y en el manuscrito que quiz¨¢ Martorell vio y convirti¨® m¨¢gicamente en vivencias de un h¨¦roe surgido del di¨¢logo luliano y presentado como norma y gu¨ªa, a pesar de las debilidades que lo hacen humano y tolerable, y como un prototipo que responde a las preguntas t¨¦cnicas y de casu¨ªstica aplicada que podr¨ªa formular un caballero con pretensiones de cortesano y de hombre enamorado.En efecto, ense?ar y hacer asequible una doctrina recurriendo a un personaje de novela que destila poco a poco y de forma pragm¨¢tica y divertida las m¨¢s diversas ense?anzas es una forma atractiva, moderna y pedag¨®gicamente mucho m¨¢s eficaz de instruir que la plomiza lectura de las compilaciones doctrinales. El salto de un g¨¦nero a otro resulta tambi¨¦n art¨ªsticamente -muy importante, ya que el paso del tratado / almac¨¦n a la novela centrada en un h¨¦roe de carne y hueso, por muy paradigm¨¢tico que sea, presupone el aliento de un esp¨ªritu creador capaz de dar vida y pulsaciones al polvo acumulado durante siglos.
Recientemente he tenido oportunidad de estudiar con detenimiento uno de estos antiguos almacenes doctrinales: el curioso Tractat de cavalleria, in¨¦dito, compilado durante el siglo XV por el jurista leridano Bernab¨¦ Asam (?o de Sanz?) y que se conserva en la Bilioteca de Catalu?a. Dado que en este libro encontramos un resumen que es la quintaesencia de toda la doctrina relacionada con el concepto medieval de caballer¨ªa, las coincidencias conceptuales con el Tirant son destacables.
La obra de este caballero plum¨ªfero -por llamarle de alguna manera- contempor¨¢neo de Joanot Martorell nos resulta muy ¨²til a la hora de corroborar lo dicho antes sobre el contenido doctrinal del Tirant, ya que nos ofrece otro interesante punto de comparaci¨®n.
Si prescindimos del contenido ¨¦tico y pasamos a los aspectos m¨¢s tangibles y concretos de aquello que se considera esencial para la formaci¨®n de un buen caballero, nos encontramos con que: "Debe conocer todas las leyes usos y estilos que deben observarse entre caballeros en caso de tener que guerrear, esto es: 1. C¨®mo deben intercambiar las cartas blancas de desaf¨ªo, y c¨®mo debe responderse, y con cu¨¢les palabras. 3. En qu¨¦ t¨¦rminos pueden hacerse estos requerimientos. 3. Bajo cu¨¢les t¨¦rminos semejantes requerimientos deben ampararse. 4. Y aun, si as¨ª se solicitara, saber entender c¨®mo debe responderse".
He aqu¨ª una materia que no quita el sue?o a ning¨²n lector moderno, pero que obviamente ten¨ªa una importancia y un inter¨¦s pr¨¢ctico evidentes para los nobles medievales, los cuales, m¨¢s que del mismo combate, se complac¨ªan con todos estos aspectos legales y rituales de la cuesti¨®n. Mart¨ªn de Riquer ha publicado tres vol¨²menes de estas divertidas Lletres de batalla de caballeros valencianos, mallorquines y catalanes. Pues bien, el lector del Tirant interesado en la materia encuentra a lo largo del libro, inserta de forma l¨®gica y estructurada dentro de la corriente narrativa, una antolog¨ªa de modelos de este g¨¦nero tan importante que le permiten f¨¢cilmente entender el estilo y las f¨®rmulas m¨¢s usuales a la hora de atender, o de responder, a los requerimientos ajenos.
Parece que la principal preocupaci¨®n que manifiesta Asam reside en la dificultad de encontrar las palabras m¨¢s adecuadas y exactas para estar a la altura de la propia condici¨®n social y no hacer el rid¨ªculo dando por escrito al enemigo una peligrosa evidencia de su falta de inteligencia y/o de su incompetencia profesional. El libro de Martorell est¨¢ lleno de otros modelos de escritura que podr¨ªa copiar f¨¢cilmente cualquier lector: desde albaranes de toda clase hasta testamentos y cartas de amor.
Observamos tambi¨¦n en el tratado de Asam la misma preocupaci¨®n formal por el discurso o manera de hablar. Entre las cosas que m¨¢s honran a un caballero destaca: "que se prepare para hablar bien, aunque posea por naturaleza una lengua cultivada pues debe guardarse mucho de utilizar palabras rurales, como hacen muchos, ya que les reporta mucha verg¨¹enza y se encuentran muy confusos cuando frecuentan las cortes de los pr¨ªncipes".
Formulaciones ret¨®ricas
El libro de Martorell -?hace falta decirlo?- es una aut¨¦ntica mina-tesoro de las m¨¢s variadas y alambicadas formulaciones ret¨®ricas. Es destacable que los personajes de la novela usan y abusan de las palabras y discurren buena parte de su tiempo haciendo discursos, siempre, eso s¨ª, utilizando los t¨ªtulos pertinentes.
Y si se trata de qu¨¦ pie o mano se deb¨ªa besar, o de cu¨¢ntos besos en la mejilla o en la boca, o de qu¨¦ reverencias, genuflexiones, cortes¨ªas y honores eran m¨¢s pertinentes en cada situaci¨®n y categor¨ªa social, el Tirant nos permite fijar con precisi¨®n las m¨¢s m¨ªnimas distinciones protocolarias.
Naturalmente, un caballero hab¨ªa de entender de aquello m¨¢s directamente relacionado con su tarea, que eran las armas, y del animal de donde toma el nombre su profesi¨®n: el caballo. Y si entendemos el anterior enunciado de Asam sobre "leyes, usos y estilos" en un sentido laxo, que se refiere tambi¨¦n a la pr¨¢ctica de las diversas maneras de combatir y distintas clases de armamento, resulta evident¨ªsimo que Tirant demuestra un dominio sistem¨¢tico de todas las t¨¦cnicas y armas, hasta el punto de que algunos episodios parecen de hecho una demostraci¨®n t¨¦cnica de la eficacia t¨¢ctica de alguna de ellas, como por ejemplo la ballesta.
Para acabar, cita Asam la conveniencia de que el caballero tenga un m¨ªnimo de culturilla. En este apartado se considera fundamental aquello relacionado con la caza. A ello es preciso a?adir unas lecturas esenciales: El regiment de pr¨ªnceps, las historias de Valerio M¨¢ximo, Salustio, C¨¦sar, Tito Livio...
El paciente lector de la obra de Martorell se beneficia tambi¨¦n directamente o indirectamente no s¨®lo de la doctrina contenida en los textos recomendados por Asam, especialmente de Valerio M¨¢ximo y de los grandes cl¨¢sicos de la estrategia militar, como Vegecio y Frontino, sino tambi¨¦n de las refundiciones que hicieron autores m¨¢s recientes, como fray Juan de Gales y fra Francesc Eiximenis; pero, afortunadamente, Martorell presenta como experiencias vividas por su protagonista los res¨²menes m¨¢s o menos esquem¨¢ticos de los viejos tratados. El genio literario del caballero valenciano Joanot Martorell y su inagotable deseo de narrar transformaron la pretendida lecci¨®n te¨®rica de centenares de tratadistas como Asam en una aut¨¦ntica creaci¨®n literaria, en placer est¨¦tico, es decir: en arte.
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