Boris Yeltsin pide poderes extraordinarios para contener la "revuelta del hambre" en Rusia
La temida revuelta del hambre ya es una realidad en la URSS con la salida a la calle de los obreros de Minsk, uno de los centros m¨¢s importantes y hasta ahora m¨¢s tranquilos delpa¨ªs. Mientras tanto, en Mosc¨², el l¨ªder ruso, Bor¨ªs Yeltsin, ped¨ªa poderes extraordinarios alegando que con ellos podr¨ªa detener las huelgas y avanzar en las reformas. La noticia de que Minsk, capital de Bielorrusia, con 1.700.000 habitantes, estaba paralizada y que los obreros, al igual que los mineros del carb¨®n, adem¨¢s de subidas de sueldo, ped¨ªan la renuncia del presidente sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorhachov, cay¨® como una bomba en Mosc¨².
Y no es para menos. Bielorrusia ten¨ªa fama de ser basti¨®n de la fuerzas rn¨¢s conservadores y se caracterizaba por su gran establ lidad pol¨ªtica y su lealtad al po der central, en comparaci¨®n con otras rep¨²blicas sovi¨¦ticas. No en vano Bielorrusia fue la ¨²nica rep¨²blica que Gorbachov visit¨® en v¨ªsperas del refer¨¦ndum del 17 de marzo, que deb¨ªa decidir el futuro de la Uni¨®n.Entre las reivindicaciones los obreros de Minsk se cuentan subidas de sueldo seg¨²n el coste de la vida, la supresi¨®n del impuesto del 5% sobre las compraventas , introducido recientemente por Gorbachov, el cese del presidente de la URSS y de las autoridades sovi¨¦ticas y bielorrusas, la expulsi¨®n del Partido Cornunista de las empresas y la despolitizaci¨®n de las f¨¢bricas.Las autoridades bielorrusas reaccionaron r¨¢pidamente a la cr¨ªtica situaci¨®n y lograron cerrar un trato con los huelguistas, de acuerdo con el cual se fija plazo hasta el 10 de abril para satisfacer sus reivindicaciones econ¨®micas. Pero Viacheslav K¨¦bich, el primer ministro bielorruso, tuvo que abandonar la tribuna de oradores cuando los participantes en el mitin se negaron a escucharlo.
En Mosc¨², el presidente del Congreso de Diputados de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, ped¨ªa poderes extraordinarlos que, de hecho, son una forma velada de introducir elernentos de r¨¦gimen presidencial en la rep¨²blica. Esta nueva iniciativa de los dem¨®cratas surge despu¨¦s de que el Parlamento ruso haya rechazado en numerosas oportunidades aprobar la introducci¨®n inmediata del sistema presidencial en Rusia y fijar fecha para elecciones a presidente de la rep¨²blica.
Esta vez, Yeltsin trataba de dar ciertas garant¨ªas a las autonom¨ªas que existen en Rusia y que temen ver mermada su independencia con la introducci¨®n del sistema presidencial. Su proyecto de resoluci¨®n de facultadesextraordinarias establece que ¨¦stas no podr¨¢n ser utilizadas para modificar la Constituci¨®n, para cambiar la estructura nacional-estatal de Rusia (por ejemplo, eliminar alguna autonom¨ªa, como se ha hecho en Georgia) ni para disolver los ¨®rganos de poder leg¨ªtimamente elegidos.Yeltsin ha propuesto que el Congreso le traspase, hasta que haya elecciones presidenciales, parte de sus facultades a ¨¦l y al S¨®viet Supremo. Seg¨²n el proyecto, no s¨®lo el presidente del Parlamento podr¨¢ dictar resoluciones obligatorias para tocla la rep¨²blica, ya que esa facultad tambi¨¦n le corresponde al primer ministro. Este es un poder que el Parlamento de la URSS neg¨® al jefe del Gobierno sovi¨¦tico, Valent¨ªn P¨¢vlov.El proyecto, puesto a votaci¨®n globalmente, fue rechazado por los diputados, quienes, sin embargo, aprobaron tomarlo como punto de partida de un nuevo proyecto que redactar¨¢ una comis¨®n integrada por representantes de todos los grupos parlamentarios. Esto puede significar que, como ya sucedi¨® con la resoluci¨®n pol¨ªtica sobre el informe de Yeltsin, no sean aprobados los puntos claves para los dem¨®cratas, concretamente la fijaci¨®n de la fecha de la elecci¨®n de presidente de la rep¨²blica.
En cualquier caso, parece claro que Yeltsin es el vencedor del Congreso. El l¨ªder ruso lleg¨® a estas sesiones parlamentarias para ser defenestrado y es posible que salga con m¨¢s poderes que antes. Pero aunque esto no ocurriera, los dem¨®cratas han logrado que no se pongan en entredicho los resultados del refer¨¦ndum ruso y que se reconozca, por lo menos en principio, la necesidad de introducir el sistema presidencial en Rusia. El argumento de m¨¢s peso que utiliz¨® el l¨ªder ruso al pedir facultades extraordinarias es que las necesita para terminar con la ola de huelgas que azota a Rusia. "Despu¨¦s del encuentro de los mineros con P¨¢vlov, m¨¢s minas se han declarado en huelga debido a que no se han tomado decisiones practicas. El movimiento huelgu¨ªstico sigue ampli¨¢ndose", dijo Yeltsin al Congreso, insinuando que s¨®lo ¨¦l pod¨ªa poner fin a esta situaci¨®n.
En el orden econ¨®mico, el Gobierno sovi¨¦tico entr¨® ayer en competencia con el mercado negro, al cambiar a los turistas 27,6 rublos por d¨®lar, El pron¨®stico de los especialistas es que el d¨®lar se disparar¨¢ a¨²n m¨¢s en la calle pero que, si el Gobierno mantiene esta pol¨ªtica de guiarse por el valor real del rublo, podr¨¢ vencer al mercado negro.
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