Thierry Jean-Pierre
La bandera de la justicia frente a Mitterrand
Thierry Jean-Pierre no oculta que su coraz¨®n y su cerebro han estado siempre a la izquierda, y que en todos los enfrentamientos electorales de los a?os ochenta vot¨® al Partido Socialista franc¨¦s (PS) y a su l¨ªder, Fran?ois Mitterrand. Y sin embargo, al reabrir el caso de la financiaci¨®n ilegal del partido de Mitterrand, este juez de instrucci¨®n de Le Mans ha colocado los socialistas franceses en una de las situaciones de mayor bochorno moral de sus 10 a?os de permanencia en el poder. Seg¨²n una encuesta publicada en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Par¨ªsMatch, el golpe del juez de provincia ha hecho bajar la popularidad de Mitterrand en lo puntos.En la noche del pasado mi¨¦rcoles, el juez Jean-Pierre, de 35 a?os de edad, fue el protagonista de Derecho a saber, una de las emisiones m¨¢s populares de la cadena televisiva TF-1. El personaje, que por primera vez en ida se enfrentaba a las c¨¢maras, era un humilde y calmo so funcionario de justicia que explicaba con art¨ªculos del C¨®digo Penal cada uno de los pa sos que le hab¨ªan llevado a pe netrar el primer domingo de abril en la hasta entonces invio lable sede parisiense de Urba.
Urba es un supuesto gabinete de estudios que durante lustros se encarg¨® de financiar al PS con dinero obtenido de empresas privadas a cambio de expedirles falsas facturas y obtenerles verdaderas prebendas por parte de ayuntamientos socialistas. El juez Jean-Pierre ha sido acusado por fuentes pr¨®ximas al Gobierno franc¨¦s de "justiciero" que "ha visto demasiadas pel¨ªculas de El Zorro". Henri Nallet y Georges Kiejman, titular y adjunto, respectivamente, de la cartera de Justicia, admitieron que utilizaron su influencia para desposeerle del caso Urba el mismo domingo de su Incursi¨®ri en la sede de la empresa, alegando procedimiento "irregular".
El Tribunal de Apelaci¨®n de Angers ha dado la raz¨®n a Thierry Jean-Pierre. Su registro en los archivos de Urba fue de todo punto correcto. Esa sentencia del tribunal ha colocado a Nallet y Kiejman en flagrante fuera de juego. Y lo grave es que, antes de entrar en el Gob¨ªerno, Nallet fue el tesorero de la campa?a electoral de Mitterrand, y Kiejman, el abogado de los hombres de negocios pr¨®ximos al poder socialista implicados en estos esc¨¢ndalos.
A Thlerry Jean-Pierre, un miope de piel blanqu¨ªsima y cabello pelirrojo, no parece afectarle que mucha gente en Francia le mire con la sonrisa despectiva que se otorga a los puritanos. Quiz¨¢ ¨¦l sea una de las ¨²ltimas personas en este pa¨ªs que sigan creyendo en cosas tales como la independencia de la justicia, la mayor obligaci¨®n de moralidad de la izquierda y el car¨¢cter pecaminoso del dinero que no es conseguido con el sudor de la frente.
Instalado en Le Mans desde 1985, Thyerry Jean-Pierre es delegado regional del Sindicato de la Magistratura, una organizaci¨®n que agrupa a los jueces de izquierda. Lector infatigable de Milan Kundera, Jean-Pierre est¨¢ casado con una juez y es padre de tres hijos. El pasado a?o, investigando un accidente laboral, el juez de instrucci¨®n recibi¨® las confidencias de un dirigente socialista local, hastiado de la corrupci¨®n de su propio partido. Ese hombre le dio pistas de c¨®mo probar lo que todo el mundo sab¨ªa: que el PS se hab¨ªa venido financiando con falsas facturas, y por eso hab¨ªa propuesto y obtenido una amnist¨ªa parlamentaria para estos delitos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.