Salim Carlos
Un espa?ol rescata a su familia de la di¨¢spora kurda
Vino desde Salou (Tarragona) hasta la frontera turco-iraqu¨ª con una misi¨®n casi imposible: encontrar a sus tres hermanos huidos en la di¨¢spora kurda hacia las monta?as. La aventura de Salim Carlos Kurdi Gravi, nacido iraqu¨ª y nacionalizado espa?ol, ha tenido final feliz: ha hallado a su familia en el campo de refugiados turco de ?ukurca. Ahora prepara el viaje de todos a Catalu?a.
"Fui buscando tienda por tienda, uno por uno, pero no los reconoc¨ªa. Mis hermanos estaban muy desmejorados, fatal de salud. Se pusieron como locos al verme. Los saqu¨¦ de all¨ª y ahora est¨¢n despidi¨¦ndose de sus familias. Me los llevo porque no hay garant¨ªas de que sigan vivos cuando las fuerzas aliadas se vayan de aqu¨ª. Dos de ellos son peshmergas [guerrilleros]. En cuanto podamos, intentaremos sacar tambi¨¦n a sus mujeres e hijos", explica.
Mientras llega el d¨ªa de la partida -prevista para el 16 de mayo-, Carlos presta su ayuda como int¨¦rprete en la base de los paracaidistas espa?oles, situada en la localidad iraqu¨ª de Zajo. All¨ª se present¨® mostrando su pasaporte espa?ol. La sorpresa de los militares fue may¨²scula, pero sus servicios se aceptaron con rapidez.
"Como espa?ol, estoy satisfecho de que participemos con las fuerzas internacionales que est¨¢n en Irak. Creo que se ha reaccionado tarde pero bien. Como kurdo, me gusta ver a los paracaidistas por aqu¨ª; siento que protegen a mi pueblo", afirma. A Carlos, que antes de nacionalizarse se llamaba s¨®lo Sal?m, le gustar¨ªa tambi¨¦n que Espa?a acogiera a "quinientos o mil refugiados kurdos". "He hablado con el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre ello y me han dicho que intentar¨¢n admitirlos", dice.
Carlos ha vuelto a Irak tras m¨¢s de 12 a?os de ausencia. A comienzos de 1980 era un estudiante de Arquitectura en Barcelona. Poco despu¨¦s se convirti¨® tambi¨¦n en un asilado pol¨ªtico, dada su militancia en el Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n, que dirige Barzani. "?ramos muy pocos kurdos en Espa?a, pero recib¨ªamos amenazas continuas tanto de los turcos como de los iraqu¨ªes. Por eso me decid¨ª a pedir asilo pol¨ªtico", explica. Carlos, que logr¨® la ciudadan¨ªa hace tres a?os -"la ley de extranjer¨ªa- es un desastre", opina-, se estableci¨® en Salou. Las cosas le han ido bien. Dej¨® la carrera a medias, pero hoy, a los 33 a?os, tiene una oficina de importaci¨®n-exportaci¨®n y un restaurante. Su mujer, Esperanza, es murciana.
La alegr¨ªa de haber encontrado a su familia no disipa la tristeza que siente por su tierra. "Est¨¢ destrozada, y la gente, humillada. Han tenido que huir dejando sus bienes y sus casas. La ¨²nica soluci¨®n es que los occidentales muevan sus conciencias despu¨¦s de haber vendido armas a un sinverg¨¹enza criminal como Sadam Husein. Tienen que apoyar la causa kurda, no basta con ayudarnos ahora. No se nos puede mantener vivos para que luego nos mate Sadam".
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