"En el futuro la huelga ser¨¢ m¨¢s efectiva si se tiene en cuenta a los ciudadanos"
La renovaci¨®n que ha emprendido la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos en su congreso de Luxemburgo, celebrado a lo largo de la pasada semana, se extiende a sus dirigentes. El nuevo secretario general, Emilio Gabaglio, rompe con la vieja imagen del l¨ªder obrero. Sorprende su realismo y c¨®mo admite el desaf¨ªo que para el movimiento sindical supone la transformaci¨®n de la clase trabajadora. La soluci¨®n es "saber dar respuestas a un trabajador m¨¢s individualista".Gabaglio es consciente tambi¨¦n del riesgo y de la impopularidad que para los sindicatos conllevan las huelgas en los servicios p¨²blicos. El parte de un principio inamovible: "La huelga sigue siendo un instrumento al que ning¨²n sindicato debe renunciar"; pero ello no impide que a continuaci¨®n a?ada "en el futuro la huelga ser¨¢ m¨¢s efectiva si se tiene en cuenta que en los enfrentamientos entre los trabajadores y el empresario hay consecuencias para, una tercera parte afectada. El camino a seguir es respetar los servicios m¨ªnimos y la autorregulaci¨®n de la huelga. Yo defiendo un sindicato combativo que tenga en cuenta intereses m¨¢s amplios, que afectan siempre a otros trabajadores y gente sencilla". Unas afirmaciones que est¨¢n basadas en la experiencia de su pa¨ªs, Italia.
Pobrezas nuevas
No est¨¢ de acuerdo con los intelectuales que hablan de la crisis de la clase trabajadora, si bien reconoce que est¨¢ claro que han cambiado muchas cosas. "No existe un trabajo, hay trabajos", afirma. "Han cambiado las actitudes culturales y la producci¨®n. Los empresarios y ciertos intelectuales dicen que no hacen falta ya los sindicatos. Yo no comparto esa idea. Tenemos pobrezas viejas que no se han solucionado y nuevas pobrezas, como un paro relevante que afecta sobre todo a los j¨®venes".Su opini¨®n es que el movimiento sindical sigue teniendo un papel de solidaridad y de justicia social en la denominada sociedad de los dos tercios. Pero al mismo tiempo est¨¢ convencido de que hay que cambiar, ya no basta el sindicalismo limitado a los sectores del metal y la construcci¨®n, que han sido las figuras b¨¢sicas del obrero. Hay que referirse a otras figuras, como los cuadros y las mujeres.
El dirigente sindical cree que la proliferaci¨®n de cobas (comit¨¦s de base) se ha producido precisamente porque "no hemos reaccionado con suficiente rapidez al cambio del mundo del trabajo, que ahora es menos de masas y menos homog¨¦neo. En el pasado hacer sindicalismo era m¨¢s f¨¢cil y tambi¨¦n lo era el encontrar propuestas unificadoras". Ante los nuevos tiempos Gabaglio propone "revitalizar la solidaridad, encontrando c¨®mo dar respuestas a un trabajador m¨¢s individualista. Debemos darle m¨¢s participaci¨®n en la empresa, en la vida econ¨®mica, facilitarle servicios desde los sindicatos y escuchar a las mujeres, que vienen con nuevas ideas".
M¨¢s afiliaci¨®n
Se trata de que el movimiento sindical consiga ser m¨¢s plural y encontrar un camino de unidad en las ideas fundamentales, partiendo de que "el sindicato sigue siendo el protagonista de la liberaci¨®n". Tras el congreso de Luxemburgo, la CES presume de tener una cultura sindical com¨²n, debido a que los sindicatos nacionales se enfrentan a los mismos desaf¨ªos y pretenden encontrar caminos comunes para cada problema. Por ejemplo en la sindicalizaci¨®n, ya que algunos pa¨ªses tienen una tasa importante de afiliaci¨®n, mientras que otros cuentan con grandes problemas. Por ello se proponen aprovechar las experiencias de unos pa¨ªses para otros.La CES, en cambio, a¨²n no cuenta con la capacidad de llamar a la huelga a todos los trabajadores europeos, o a sus 47 millones de afiliados, para hacer realidad todas las reivindicaciones ante la uni¨®n econ¨®mica y monetaria. La raz¨®n es que hay pa¨ªses donde son ilegales las huelgas de solidaridad. Pero ello no significa que se haya abandonado esa posibilidad y el l¨ªder de la CES asegura, que les un tema a estudiar, aunque ahora tenemos otros instrumentos de movilizaci¨®n". Eso se va a demostrar en el pr¨®ximo mes de septiembre con una reuni¨®n de los dirigentes de las principales empresas europeas en la que van a estudiar acciones de presi¨®n para lograr medidas de pol¨ªtica industrial.
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