Bastante, m¨¢s que financiaci¨®n
La reciente propuesta de las 400.000 viviendas tiene sin duda un aspecto positivo, que es el del reconocimiento por parte del PSOE de la situaci¨®n a que ha llevado su pol¨ªtica en este sector y que, por tanto, ya no podr¨¢ esquivar el problema. Lo negativo es la forma que ha tenido de afrontarlo, ya que su soluci¨®n no es cuesti¨®n de voluntarismo y precipitaci¨®n, sino de encarar con seriedad todos los aspectos que repercuten en la formaci¨®n del precio de las viviendas y en el acceso a ellas.En el d¨ªa de hoy la vivienda no es un problema b¨¢sico en los pa¨ªses europeos m¨¢s avanzados, pero ello s¨®lo ha sido posible despu¨¦s de que se hubieran abordado modificaciones importantes en el sector de la construcci¨®n, despu¨¦s de haber evitado con medidas fiscales la existencia de viviendas vac¨ªas, despu¨¦s de haber apoyado la creaci¨®n de sociedades que auxilian el acceso por alquiler o compra a la vivienda, etc¨¦tera. Probablemente en el Reino Unido, Alemania o Francia, donde se viene perfeccionando la pol¨ªtica de acceso en propiedad o alquiler desde hace m¨¢s de 70 a?os, causar¨ªan estupor estas f¨®rmulas m¨¢gicas que, como b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s, solucionan un problema tan estructural en la econom¨ªa y la sociedad espa?ola.
Desde hace mucho tiempo, desde Izquierda Unida venimos proponiendo debates y soluciones a esta cuesti¨®n; como una moci¨®n en el Congreso de los Diputados en el mes de febrero.
De ella se deduce que la ¨²nica forma de solventar esta cuesti¨®n es hacer hincapi¨¦ conjuntamente en todos los factores que inciden en el problema.
La ayuda a la Financiaci¨®n es un aspecto de la cuesti¨®n, y no precisamente el m¨¢s importante.
En nuestra opini¨®n hay dos elementos previos en la ra¨ªz del problema:
- Bajar el precio y aumentar la calidad constructiva y ambiental de las viviendas.
-Diversificar las formas de acceso a la vivienda.
La primera, porque el precio antes de financiaci¨®n es alto y s¨®lo puede bajarse con suelo p¨²blico y modernizando nuestra industria de la construcci¨®n. Para estos objetivos, la vigente Ley del Suelo ofrece f¨®rmulas excesivamente burocratizadas de obtenci¨®n de suelo p¨²blico, y llevamos lustros esperando una ley de edificaci¨®n.
Simplificar los mecanismos de obtenci¨®n de suelo p¨²blico permitir¨ªa la creaci¨®n de una econom¨ªa mixta de suelo y unas posibilidades reales de racionalizar ese mercado; la ley de edificaci¨®n debe suponer la ordenaci¨®n de un sector que hasta ahora no ha sufrido las transformaciones necesarias para afrontar las exigencias de calidad que exigen los usuarios.
Entidades modernas
Por otra parte, los. espa?oles accedemos muy poco a vivienda en alquiler porque nunca se ha favorecido la existencia de entidades modernas que ofrezcan viviendas en alquiler de forma masiva. El alquiler en Espa?a es una relaci¨®n decimon¨®nica entre propietario e inquilino. El decreto Boyer acab¨® con el proteccionismo, pero lo hizo de forma salvaje y no entr¨® en el fondo del problema, que es conseguir ofertas masivas de vivienda en alquiler.
Luego vienen las ayudas a la financiaci¨®n, sin duda, pero los resultados de estas ayudas ser¨¢n mucho m¨¢s eficaces en un mercado m¨¢s racionalizado y diversificado en sus f¨®rmulas de acceso.
En definitiva, la soluci¨®n al acceso de la vivienda de los espa?oles requiere cambiar la orientaci¨®n de todos los departamentos ministeriales que tienen incidencia sobre este asunto: Econom¨ªa y Hacienda, Justicia, Obras P¨²blicas, as¨ª como una colaboraci¨®n distinta con comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos.
Para la soluci¨®n del problema no es bueno la simplificaci¨®n del mismo- eso podr¨¢ llevar quiz¨¢ a un buen resultado electoral, pero las soluciones m¨¢gicas al enfrentarse con la complejidad de los hechos fracasan y, lo que es peor, destruyen la posibilidad de hacer cambios m¨¢s estructurales que supongan una aut¨¦ntica mejora de la situaci¨®n.
Un buen ejemplo que deber¨ªa hacernos reflexionar es el propio decreto Boyer, cuya precipitaci¨®n desemboc¨® en unos resultados absolutamente contrarios a los que dec¨ªa perseguir y, adem¨¢s, ha paralizado durante siete a?os la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos.
La compulsi¨®n electoral en el planteamiento de las ayudas financieras a las 400.000 viviendas promete todo menos eficacia en resolver el problema, y 10 a?os de inoperancia no pueden ser borrados con un ant¨ªdoto de dudoso resultado.
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