El d¨¦ficit de las administraciones p¨²blicas lleg¨® al 4% del producto interior bruto en 1990

El sector p¨²blico cerr¨® 1990 con un d¨¦ficit total de unos dos billones de pesetas, o del 4% de producto interior bruto (PIB). Este d¨¦ficit es el resultado de sumar los desequilibrios presupuestarios del Estado (un 2,75% del PIB), comunidades aut¨®nomas (0,8% del PIB), corporaciones locales (0,15%) y de las administraciones de la Seguridad Social (0,32%). El secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, asegur¨® ayer durante la presentaci¨®n de estos datos que el d¨¦ficit del Estado deb¨ªa "corregirse a la baja" -hasta un 2,33% del PIB- por la concentraci¨®n de dos devoluciones del IRPF en 1989 y ninguna en 1990. Tras esa correcci¨®n, el d¨¦ficit p¨²blico global queda en el 3,6% del PIB.

Con o sin correcci¨®n, el d¨¦ficit del Estado cerr¨® 1990 muy por encima del 1,7% del PIB (o 0,8 billones de pesetas) estimado en el Presupuesto de ese ejercicio; el mismo documento que prev¨¦ terminar 1991 con un d¨¦ficit del 0,9% del PIB. Antonio Zabalza justific¨® este mayor d¨¦ficit porque, seg¨²n dijo, "a la desaceleraci¨®n en el crecimiento de los ingresos se ha sumado un menor ¨¦xito en la contenci¨®n del gasto".Este esquema de ralentizaci¨®n en el crecimiento de los ingresos y expansi¨®n sin freno de los gastos es la t¨®nica de las administraciones territoriales (comunidades y ayuntamientos) que, en 1990, aportaron al d¨¦ficit global del sector p¨²blico cerca de medio bill¨®n de pesetas (o un 1% del PIB) como desequilibrio presupuestario.

El secretario de Estado de Hacienda resalt¨® la aportaci¨®n al d¨¦ficit de comunidades y ayuntamientos como el dato m¨¢s preocupante para la contenci¨®n del d¨¦ficit. Admiti¨® que en la actualidad no hay instrumentos legales que permitan frenarlo y expres¨® su deseo de alcanzar un acuerdo con los gobiernos de las comunidades aut¨®nomas para arbitrar "nuevas f¨®rmulas" para reducir el d¨¦ficit global.

Tal f¨®rmula ya existe -destac¨® Zabalza- para el presupuesto del Estado de este a?o: se trata del reajuste que discute el Ejecutivo. En opini¨®n del responsable de Hacienda, "el ajuste presupuestario no deber¨ªa magnificarse pues no es una actuaci¨®n inesperada sino que estaba prevista para el cumplimiento del art¨ªculo 10 de los presupuestos de 1991 ". Este art¨ªculo exige que las obligaciones reconocidas a final de a?o no superen los cr¨¦ditos iniciales, o, de otra forma, exige que el gasto del Estado no crezca m¨¢s de lo presupuestado.

Empleo temporal

Una primera parte del ajuste presupuestario, que Zabalza cuantific¨® en 250.000 millones de pesetas, era "obligada" tras la desviaci¨®n al alza del gasto de prestaciones sociales. Ese cuarto de bill¨®n de pesetas se desglosa en 150.000 millones m¨¢s para el subsidio de desempleo y otros 100.000 millones para cumplir el compromiso del Gobierno de elevar la tasa de cobertura de los parados.

La subida de las prestaciones por desempleo es uno de los efectos del aumento del empleo temporal y de la rotaci¨®n por distintos puestos de trabajo. As¨ª, aunque el paro no ha aumentado en los ¨²ltimos meses, s¨ª lo ha hecho el de corta duraci¨®n, por lo que los desempleados cobran el m¨¢ximo previsto como seguro de paro.

El segundo componente del ajuste, y al que no obliga la ley de presupuestos, es el menor ritmo de crecimiento de los ingresos. Antonio Zabalza reconoci¨® ayer que el presupuesto de este a?o est¨¢ mal dise?ado, toda vez que preve¨ªa concluir 1990 con unos ingresos superiores (en 300.000 millones de pesetas) a los que finalmente consigui¨® recaudar el Estado. Ese error de c¨¢lculo se traslada a la previsi¨®n de ingresos y de d¨¦ficit para este ejercicio.

Zabalza reconoci¨® que la mayor parte del recorte del gasto -cuya cuant¨ªa final dijo que estaba pendiente del Consejo de Ministros- se efectuar¨¢ en el cap¨ªtulo de inversiones, "porque es el m¨¢s flexible". El problema es que el presupuesto de 1991 prev¨¦ un total de inversiones para el Estado de 1,08 billones de pesetas, con lo que el ajuste previsto inicialmente (440.000 millones) anular¨ªa el 40% de las mismas.

La inversi¨®n global de todas las administracions p¨²blicas fue en 1990 de 2,4 billones de pesetas, que se reparten en 690.000 millones de pesetas de obra civil del Estado, 300.000 millones de inversiones en defensa, 757.000 millones de gasto de inversi¨®n de las comunidades aut¨®nomas y 687.000 millones de inversi¨®n en las corporaciones locales. El Estado dedica as¨ª el 3,1% de su gasto total a inversiones civiles, mientras que las autonom¨ªas invierten el 23,3% de su gasto total y los ayuntamientos el 24,1% del suyo.

Fraude del IVA

El impuesto que m¨¢s ha colaborado a la ca¨ªda de ingresos p¨²blicos -uno de los motivos para el ajuste presupuestarioes el IVA. Zabalza asegur¨® ayer que su departamento est¨¢ decidido a cercar la vigilancia sobre este tributo, que en 1990 s¨®lo logr¨® una subida de la recaudaci¨®n del 6,5%. El problema, coment¨® Zabalza, es que "el control en el IVA es muy dificil pues es el ¨²nico impuesto que han inventado los economistas". Ese control se intentar¨¢ mejorar con un "plan especial de inspecci¨®n y administraci¨®n del IVA", que Hacienda va a poner. en marcha desde la Agencia Tributaria.