Revoluci¨®n en el PCUS

HOY SE abre en Mosc¨² un pleno del Comit¨¦ Central del PCUS que deber¨¢ aprobar el nuevo programa propuesto por Gorbachov -sustituto del elaborado en tiempos de Jruschov, en 1961-, cuyo contenido supone un viraje ideol¨®gico de 180 grados: deja en la cuneta al marxismo como la ¨²nica de las teor¨ªas que inspiran el socialismo moderno y perfila como objetivo una sociedad democr¨¢tica en la que existan propiedad privada, econom¨ªa de mercado y pluralidad de partidos. Se trata de un programa socialdem¨®crata que choca con todos los clich¨¦s que durante siete d¨¦cadas han sido el alimento espiritual no ya del PCUS, sino de una sociedad sovi¨¦tica sometida a su "papel dirigente". Es cierto que desde su libro Perestroika, de 1987, Gorbachov propugn¨® un "nuevo pensamiento" muy alejado del marxismo, en el que los "intereses comunes de toda la humanidad, y no la Iucha de clases", son la clave para concebir el mundo contempor¨¢neo. Ahora se trata de que el PCUS, colectivamente, asuma esa voltereta ideol¨®gica.Pero lo que de verdad est¨¢ sobre el tapete es la subsistencia del PCUS como la estructura sobre la que descansa el Estado sovi¨¦tico o, por el contrario, su disgregaci¨®n en diversos grupos o partidos. Aunque en 1990 fue suprimido el art¨ªculo de la Constituci¨®n que establec¨ªa el "papel dirigente" del PCUS, los comunistas siguen ocupando los puestos de direcci¨®n en todo el entramado pol¨ªtico-social. Por ello, el decreto del presidente de Rusia, Yeltsin, suprimiendo las c¨¦lulas del PCUS en los lugares de trabajo ha provocado un maremoto de miedos y protestas. La reacci¨®n de los ¨®rganos dirigentes del PCUS ante esta primera medida efectiva a favor del pluralismo pol¨ªtico ha sido significativa: la declararon anticonstitucional.

Atacados en el terreno ideol¨®gico por el programa socialdem¨®crata de Gorbachov y con la amenaza del decreto de Yeltsin, ?c¨®mo van a reaccionar los conservadores del PCUS? Los ultras ya han lanzado un llamamiento incendiario contra Gorbachov, aunque sin citarlo. El hecho de que entre los firmantes figuren dos viceministros -uno de la Polic¨ªa y otro del Ej¨¦rcito- demuestra hasta qu¨¦ punto el secretario general tiene enemigos dentro de su propio aparato de poder. Sin embargo, la t¨¢ctica de los conservadores ser¨¢, probablemente, soslayar la batalla frontal en el pleno y aceptar lo que sea con tal de obtener la convocatoria de un congreso extraordinario para el oto?o, en el que piensan poder desbancar a Gorbachov.

En cualquier caso, si el pleno saca a la luz las profundas divisiones ideol¨®gicas y t¨¢cticas que existen en su seno, tendr¨¢ un efecto disgregador en un plazo m¨¢s o menos largo. El PCUS est¨¢ formado hoy por grupos con ideas y proyectos muy distintos. El efecto cohesionador de la defensa de los privilegios se debilita. La idea de Gorbachov es que el nuevo programa le ayude a eliminar al sector m¨¢s reacio a la perestroika. Siempre ha considerado esencial controlar la direcci¨®n del PCUS como aparato de poder que es y como s¨ªmbolo de gran influencia entre las Fuerzas Armadas y el KGB. Pero esta t¨¢ctica centrada en los juegos internos en el partido le ha alejado de sectores de la poblaci¨®n que aspiran ya a una nueva forma de gobernar. De las filas gorbachovianas han salido los hombres que encabezan las incipientes formaciones democr¨¢ticas. El actual pleno puede marcar los l¨ªmites de la t¨¢ctica de Gorbachov en su gran empresa reformista.