Indurain anuncia que no buscar¨¢ la victoria en la contrarreloj y que s¨®lo controlar¨¢ su ventaja

La ¨²ltima contrarreloj de cada Tour ha resultado decisiva en los ¨²ltimos tiempos, pero no suceder¨¢ eso hoy, salvo en el caso de la tercera plaza de? podio. Hasta el l¨ªder Miguel Indur¨¢in anunci¨® ayer que no buscar¨¢ el triunfo en una prueba en la que es uno de los mejores especialistas de? mundo: "Saldr¨¦ a controlar mi ventaja", dijo ayer. Buenos especialistas, como su compa?ero Bernard, el italiano Bugno, el franc¨¦s Marie e incluso el espa?ol Mauri pueden tener alguna motivaci¨®n especial. El palmar¨¦s que acompa?a a Indur¨¢in no le obliga a justificarse hoy porque cumple con el requisito de los buenos l¨ªderes: lograr el Tour tras ganar al menos una etapa. Y esa etapa fue, precisamente, una contrarreloj de 73 kil¨®metros.No es muy frecuente en los ¨²ltimos tiempos que el l¨ªder gane la ¨²ltima contrarreloj. El ¨²ltimo caso que queda en el recuerdo fue el de 1989 cuando LeMond arrebat¨® a Fignon el jersey amarillo en Par¨ªs. En otras ocasiones decisivas, como sucedi¨® en 1987 (confrontaci¨®n directa entre Roche y Delgado) y en 1990 (disputa entre LeMond y Chiapucci), el l¨ªder no gan¨® la etapa. Tampoco fue el caso de Delgado en 1988.

La explicaci¨®n es bien sencilla: el l¨ªder ha sufrido ya un evidente desgaste f¨ªsico y psicol¨®gico y suele limitar su actuaci¨®n, en las ¨²ltimas fechas, a la defensa de su posici¨®n. Otros corredores, por el contrario, han podido reservarse durante las jornadas previas con la vista puesta en hacer una buena actuaci¨®n en la contrarreloj final. Hombres como Breukink (1990), Bernard (1987) y Mart¨ªnez Oliver (1988) se han adjudicado las ¨²ltimas versiones de esta jornada.

La comparaci¨®n entre los especialistas es, pues, relativa. Estado de forma, motivaci¨®n y desgaste est¨¢n desigualmente repartidos. Estos precedentes excusan a Indur¨¢in en caso de no hacer una excelente contrarreloj, porque su ¨²nica intenci¨®n puede ser la de conservar los tres minutos de ventaja que tiene sobre Bugno. El italiano, por el contrario, tiene una cuenta pendiente: es un buen especialista, pero no ha ganado ninguna de estas carreras en el Tour. La jornada s¨ª servir¨¢ para perfilar el podio del Tour, puesto que existe un litigio a¨²n pendiente entre el italiano Chiapucci y el franc¨¦s Mottet, a quienes separan nueve segundos, circunstancia que favorece al corredor franc¨¦s. El caso de Mottet va a ser curioso: el a?o en el que no contaba con la confianza de los especialistas locales en los pron¨®sticos previos est¨¢ a punto de alcanzar su mejor clasificaci¨®n en el Tour.

Otros corredores

Una buena oportunidad espera, pues, a otros corredores. Entre ellos est¨¢ el franc¨¦s Jean Fran?ois Bernard, que ha tenido una actuaci¨®n honesta y convincente; a pesar de la presi¨®n de la prensa francesa, Bernard supo cumplir sobradamente con su condici¨®n de auxiliar. La compensaci¨®n que le prepara el Banesto es la de permitirle que intente hoy ganar la etapa, como ya hiciera el a?o de su explosi¨®n, en 1987, cuando gan¨® dos contrarrelojes, la monta?osa del Mont Ventoux y la final de Dijon en la que Delgado perdi¨® el maillot amarillo en beneficio de Roche.

Por ¨²ltimo, dentro del pelot¨®n espa?ol se detectan algunas buenas intenciones para la jornada de hoy. No es este el caso de Marino Lejarreta, habitual en los primeros puestos de estas etapas, quien parece desmoralizado. Pero s¨ª puede ser el caso de Melchor Mauri si realmente ha podido reservarse en estas ¨²ltimas jornadas.

A diferencia de la primera contrarreloj de este Tour, de 73 kil¨®metros, Mauri s¨ª dispone de una mayor experiencia para recorridos m¨¢s cortos, como es el caso de hoy (57 kil¨®metros). Finalmente, el director del equipo Clas, Juan Fern¨¢ndez, ha apuntado la candidatura de Ruiz Cabestany, aunque sus ¨²ltimos registros no deparan excesivas esperanzas.