La econom¨ªa de EE UU sigue en recesi¨®n al caer la actividad un 0,1% en el segundo trimestre
La econom¨ªa de Estados Unidos sigue sin entrar en la fase expansiva anunciada reiteradamente por el presidente George Bush. Las cifras del segundo trimestre, hechas p¨²blicas ayer por el Departamento de Comercio, han confirmado el estancamiento, al decrecer el producto nacional bruto un 0,1% en lugar de aumentar un 0,4%, como hab¨ªa previsto la Administraci¨®n norteamericana. La inflaci¨®n hasta el mes de junio se situ¨® en el 4,5%, mientras que los beneficios de las empresas han ca¨ªdo a los n¨ªveles de 1989. En contra del pesimismo mostrado por los t¨¦cnicos a la vista de estos datos, Bush manifest¨® que "las cosas van bien". Esta opini¨®n fue refrendada por Wall Street, que alcanz¨® un nuevo r¨¦cord hist¨®rico.
Las razones del error en las previsiones oficiales son, seg¨²n las autoridades econ¨®micas norteamericanas, la reducci¨®n de las existencias de los comerciantes en 6.500 millones de d¨®lares m¨¢s de lo que se esperaba, y la ca¨ªda del gasto de los consumidores hasta 5. 100 millones de d¨®lares menos de lo que estaba previsto hace tan s¨®lo un mes.A pesar de la evidencia, el pesimismo inicial no fue compartido ni por George Bush, ni por la Bolsa de Nueva York. Tras conocer los datos, el presidente estadounidense se limit¨® a decir: "Hay unas cifras que suben y otras que bajan, pero b¨¢sicamente creo que todo va bien".
La Bolsa de Nueva York parece ser de la misma opini¨®n que Bush. El Dow Jones cerr¨® ayer con un alza de 29,07 puntos, lo que sit¨²a su ¨ªndice general en 3.055,23, nuevo m¨¢ximo hist¨®rico.
Por su parte, los expertos no encuentran en el periodo entre abril y junio, al que se refieren estas cifras, razones l¨®gicas para justificar el mantenimiento de la recesi¨®n. Por el contrario, se esperaba que la conclusi¨®n de la guerra del Golfo P¨¦rsico y el clima de concordia internacional que sigui¨® a ese conflicto contribuir¨ªan a calentar de nuevo la econom¨ªa norteamericana.
Distintas fuentes econ¨®micas estadounidenses coincid¨ªan ayer en que los datos presentados por el Departamento de Comercio no tienen porqu¨¦ echar por tierra los planes oficiales para reiniciar el crecimiento en el segundo semestre de este a?o, si bien reconocen que es todav¨ªa muy prematuro calcular los efectos que pueda tener la crisis sovi¨¦tica en la econom¨ªa de Estados Unidos.
Aunque siguen siendo todav¨ªa negativos, los datos oficiales demuestran una ligera mejor¨ªa con respecto a los dos trimestres precedentes. Durante los tres ¨²ltimos meses de 1990, el descenso fue de 1,6%, en tanto que en el primer trimestre de este a?o la ca¨ªda se dispar¨® hasta un 2,8%.
Objetivo inalcanzable
Los analistas a¨²n conf¨ªan en una recuperaci¨®n de la actividad econ¨®mica para finales de a?o. Sin embargo, los c¨¢lculos que esperaban de un crecimiento del 3,5% para mitad de 1992 se antojan hoy demasiado optimistas. Los m¨¢s pesimistas creen ver, incluso, el peligro de que la tendencia a la recuperaci¨®n de los ¨²ltimos meses sea tan s¨®lo un par¨¦ntesis en el agudizamiento, de la recesi¨®n.
Al margen del dato de crecimiento, el informe del Departamento de Comercio reconoce tambi¨¦n un aumento de la inflaci¨®n de un 4,2% anual entre los meses de abril y junio, aunque ya se preve¨ªa esa tendencia hasta llegar a un 5% para el a?o pr¨®ximo.
De la misma forma, el Gobierno ha reconocido que los beneficios de las corporaciones norteamericanas han descendido hasta el nivel registrado en la segunda mitad de 1989. Los datos oficiales muestran unos beneficios de 163.700 millones de d¨®lares, casi 3.000 millones menos que en los tres primeros meses de este a?o, que se supon¨ªa que era el periodo m¨¢s dif¨ªcil de 1991.
El apartado en el que mejor se refleja la persistencia de la recesi¨®n es en el reservado a la mano de obra. El desempleo alcanz¨® en julio la cifra del 6,8% -1,3% m¨¢s que el a?o anterior-, y los expertos no son muy optimistas sobre las pers-' pectivas para el segundo semestre que queda por delante.
S¨®lo en la segunda mitad del a?o pasado, Estados Unidos perdi¨® m¨¢s de medio mill¨®n de puestos de trabajo. Como ejemplo, el n¨²mero uno de la construcci¨®n de equipos de defensa, McDormell Douglas, redujo el a?o pasado su plantilla en un 13%.
La principal preocupaci¨®n de los responsables econ¨®micos norteamericanos es que la recesi¨®n est¨¢ a¨²n d¨ªa a d¨ªa en la mente de los norteamericanos, que hoy gastan mucho menos de lo que lo hac¨ªan hace a?os. Las empresas de autom¨®viles, uno de los sectores m¨¢s afectados, compiten con ofertas de ensueno para atraer al p¨²blico reacio.
Las companias aereas -otras d¨¦ las que han sufrido un a?o de vacaciones pobres en Estados Unidos- est¨¢n en proceso de fusi¨®n para hacer frente a una crisis que amenaza a empresas como Pan Am.
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