La perpleja soledad de la ¨²nica potencia
Dicho en los tiempos en los que Ronald Reagan calificaba a la Uni¨®n Sovi¨¦tica de "imperio diab¨®lico" hubiera parecido un mal chiste, pero es cierto que el principal debate pol¨ªtico en Estados Unidos en la actualidad est¨¢ relacionado con la posibilidad de destinar parte del presupuesto de. Defensa a comprar alimentos y medicinas para la antigua patria del comunismo.El debate est¨¢ enmarcado en un clima de perplejidad en este pa¨ªs por la desaparici¨®n del viejo enemigo y por la responsabilidad de ser la ¨²nica y sola potencia. Se trata tambi¨¦n de una pol¨¦mica acerca de las distintas concepciones de republicanos y dem¨®cratas sobre la reconstrucci¨®n de u1l mundo donde Estados Unidos se ha convertido en la referencia exclusiva.
Apenas recuperados del impacto que supuso la semana m¨¢s larga de agosto, los norteamericanos tratan de valorar lo ocurrido con satisfacci¨®n, pero con incertidumbre. Las opiniones oscilan desde la declaraci¨®n, reproducida por la agencia Reuter, de un dem¨®crata no identificado en Tallahassee (Florida) -"es deprimente pensar que nuestro sistema, con todos sus fallos y problemas, es ahora el modelo de todo el mundo"- hasta la del director de estudios internacionales de la ultraconservadora Fundaci¨®n Heritage -"esto es algo por lo que hemos estado luchando durante toda nuestra vida profesional"_
En el terreno de la pol¨ªtica cotidiana la preocupaci¨®n principal ahora es c¨®mo mantener el liderazgo mundial intacto sin un enemigo con el que Justificar la necesidad de un imperio fuerte. La ca¨ªda de la otra superpotencia ha hecho pensar a los dirigentes de este pa¨ªs que nadie es eterno.
?C¨®mo defenderse de los peligros de hoy?, se preguntan los pol¨ªticos estadounidenses. Ya no son tan necesarios los portaaviones ni las bases militares, contestan los dem¨®cratas; ahora hay que evitar que el caos domine la URSS y se extienda a otros pa¨ªses. Por eso han propuesto ara?ar, inicialmente, mil millones de d¨®lares (unos 100. 000 millones de pesetas) del presupuesto militar para convertirlo en trigo y aspirinas para la URSS.
"Es otra manera de entender la defensa", dijo el mi¨¦rcoles el presidente del comit¨¦ de Asuntos Militares de la C¨¢mara de Representantes, Les Aspin. "Durante la Guerra Fr¨ªa la amenaza era un ataque de la URSS, pero hoy el peligro parece ser el caos en una naci¨®n con 30.000 cabezas nucleares". "Es prematuro", ha respondido el principal representante republicano en ese mismo comit¨¦, William Dickinson, que cree que EE UU no deber¨ªa renunciar ni a un gramo de su poder militar para ayudar a un pa¨ªs donde los hechos se desarrollan con tanta fluidez que resulta dif¨ªcil pronosticar lo que pueda ocurrir ma?ana.
El presidente George Bush ha sostenido en varias ocasiones en los ¨²ltimos d¨ªas que no ha visto todav¨ªa suficientes reformas en Mosc¨² como para dar luz verde a un programa masivo de asistencia econ¨®mica.
Los conservadores han puesto el grito en el cielo ante la posibilidad de que Estados Unidos baje la guardia. "El comunismo sigue vivo en La Habana, en Pek¨ªn y en las universidades norteamericanas", dijo el general retirado Daniel Graham.
Los dem¨®cratas consideran que su generosa propuesta no trata de debilitar a Estados Unidos sino de hacerlo m¨¢s grande por otros medios. Encabezar la ayuda a la Uni¨®n Sovi¨¦tica es, seg¨²n el l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes, Richard Gephardt, otra manera de mantener el control y el liderazgo mundial. "El principal problema es que Bush no est¨¢ actuando como l¨ªder. Nosotros somos los l¨ªderes. Creo que Am¨¦rica es la ¨²nica que puede ser l¨ªder. Lo que proponemos es seguridad para nosotros y para nuestra propia defensa", declar¨® Gephardt a The Washington Post y a Reuter.
"El caos en la Uni¨®n Sovi¨¦tica", a?adi¨® Les Aspin, "es peligroso para nosotros por tres razones: primero porque dar¨ªa nueva vida a las fuerzas autoritarias que no han sido completamente erradicadas, segundo porque podr¨ªa conducir a los choques entre las diferentes rep¨²blicas y a una guerra civil, tercero porque desacreditar¨ªa a las fuerzas democr¨¢ticas que quieren integrarse como miembros pac¨ªficos de la comunidad internacional. Adem¨¢s, existe la posibilidad de la venta del armamento sovi¨¦tico en el mercado negro".
Les Aspin explic¨® que dedicar dinero del presupuesto de Defensa para ayuda a la URSS, adem¨¢s de revolucionario, es lo m¨¢s racional en un momento en que tambi¨¦n este pa¨ªs atraviesa por una ¨¦poca de vacas flacas. El presupuesto militar es el ¨²nico que se puede reducir sin que el pa¨ªs sufra una disminuci¨®n de su nivel de vida.
El presidente del comit¨¦ de Asuntos Militares tuvo que contestar a una pregunta que refleja en buena medida un estado de ¨¢nimo muy compartido por los norteamericanos: ?C¨®mo le contestar¨ªa a la gente que va a decir que por qu¨¦ no nos gastamos esos 1.000 millones de d¨®lares en casa? "Dir¨ªa que es un dinero orientado a nuestra seguridad nacional", explic¨®.
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