La URSS disuelve los ¨®rganos del poder central y abre un periodo constituyente
El Congreso de los Diputados Populares de la URSS, sometido a unas presiones sin precedentes por parte de un directorio compuesto por los presidentes de 10 rep¨²blicas y Mija¨ªl Gorbachov, se avino ayer a preparar el parte de defunci¨®n formal de la Uni¨®n Sovi¨¦tica al aceptar un nuevo orden del d¨ªa que incluye la liquidaci¨®n de los m¨¢ximos ¨®rganos de poder hasta ahora existentes. La l¨®gica de la revoluci¨®n y de las situaciones excepcionales se impuso ayer con toda su crudeza a la l¨®gica de la Constituci¨®n y la legalidad, cuyos m¨¢ximos representantes se doblegaron ante la desintegraci¨®n del imperio.
Ante 1.900 diputados, a los que no se les dio la m¨ªnima ocasi¨®n de abrir la boca, el presidente de Kazajst¨¢n, Nursult¨¢n Nazarb¨¢iev, ley¨® ayer, poco despu¨¦s de las diez de la ma?ana, una declaraci¨®n conjunta de siete puntos elaborada el domingo por 10 l¨ªderes republicanos y Gorbachov.Esta declaraci¨®n, que fue una sorpresa para la comisi¨®n de 90 diputados encargada de preparar la sesi¨®n extraordinaria del Congreso, contempla la firma de un Tratado de la Uni¨®n con diferentes grados de integraci¨®n en una unidad supraestatal, desde una situaci¨®n de Estado federado hasta el de observador.
Asimismo se contempla la creaci¨®n de tres estructuras centrales para un periodo de transici¨®n: un Consejo de Representantes (a raz¨®n de 20 diputados por rep¨²blica), un Consejo Estatal (formado por el presidente de la URSS y los dirigentes m¨¢ximos de las rep¨²blicas) y un Comit¨¦ Econ¨®mico Inter-republicano, que supone de hecho un Consejo de Ministros donde todas las rep¨²blicas estar¨¢n representadas sobre una base paritaria.
El Congreso no se inaugur¨® ayer con el himno nacional sovi¨¦tico (un canto a la indisoluble uni¨®n de las rep¨²blicas sovi¨¦ticas), y la presi¨®n que se hab¨ªa dejado sentir desde su inicio se reprodujo en las reuniones por rep¨²blicas. Los diputados sovi¨¦ticos por Rusia se concentraron en la Casa Blanca (como se conoce a la sede del Parlamento ruso). All¨ª, los disidentes apenas se atrevieron a llevar la contraria al alcalde de Leningrado, Anatoli Sobchak, quien manifest¨® que los intentos de insistir en la defensa de la vieja Constituci¨®n son una "continuaci¨®n del golpe" del pasado 19 de agosto. Tampoco resistieron a Rusl¨¢n Jazbulatov, el presidente en funciones del S¨®viet Supremo de Rusia, que apoy¨® a Sobchak, ni a Sergu¨¦i Alex¨¦iev, el presidente del Comit¨¦ de Vigilancia Constitucional, que consider¨® la declaraci¨®n de los presidentes como la ¨²nica v¨ªa para allanar el camino a los cambios democr¨¢ticos.
Algunos, sin embargo, como Yuri Boldirev, se quejaron del "tono autoritario" de la declaraci¨®n. Fueron muchos los que se sintieron humillados y consideraron un burdo cebo las promesas de Jazbulatov de emplear a los diputados de la URSS en las comisiones y comit¨¦s del Parlamento ruso y aprovechar ah¨ª su "experiencia".
Sergu¨¦i Stankevich, hasta hace poco vicealcalde de Mosc¨², manifest¨® que ya nadie puede impedir nada y que s¨®lo se trata de saber si los cambios que ha acelerado la intentona golpista suceder¨¢n "con nuestra ayuda o nuestra resistencia".
[El presidente de EE UU, George Bush, se sum¨® ayer, una semana despu¨¦s de que lo hiciera la Comunidad Europea, al reconocimiento de la independencia de las rep¨²blicas b¨¢lticas.]
Pasa a la p¨¢gina 3
M¨¢s informaci¨®n en las p¨¢ginas 4 a 6
Editorial en la p¨¢gina 10
Tres d¨ªas para decidir el futuro de la URSS
Viene de la primera p¨¢ginaEl texto iba firmado por los l¨ªderes de todas las rep¨²blicas federadas sovi¨¦ticas excepto Georgia (que particip¨® en su preparaci¨®n como observador), las tres rep¨²blicas b¨¢lticas y Moldavia. Tras acabar la lectura, Nazarb¨¢iev pidi¨® a los diputados del Congreso que se reunieran por rep¨²blicas y que decidieran sobre un nuevo orden del d¨ªa de tres puntos que comenzaba por establecer un plazo m¨¢ximo de tres d¨ªas para decidir las cuestiones planteadas.
Este orden del d¨ªa, que sustitu¨ªa as¨ª al preparado la semana pasada por el S¨®viet Supremo de la URSS, tiene como punto central aprobar la declaraci¨®n por la que se liquidan los m¨¢ximos ¨®rganos del Estado. Antes de que Victor Alksnis, uno de los dirigentes del grupo Soyuz (Uni¨®n) pudiera subir a la tribuna, los diputados comenzaron a marcharse a sus respectivos centros de reuni¨®n, de donde volvieron con sus decisiones a las 14,00, hora de Mosc¨².
De vuelta al Palacio de Congresos del Kremlin, y de nuevo bajo un f¨¦rreo control sobre el r¨¦gimen de intervenciones, los representantes de las rep¨²blicas, uno por uno, expusieron los resultados de sus debates, previa intervenci¨®n de Alexeiev.
El presidente del Comit¨¦ de Vigilancia Constitucional manifest¨® que la URSS no estaba "al borde de la desintegraci¨®n", sino "en estado de desintegraci¨®n" y cerca de la situaci¨®n yugoslava. Tras el golpe, dijo Alexelev, el pa¨ªs es otro y ha comenzado una verdadera revoluci¨®n. "D¨¦mosle una oportunidad", afirm¨® el m¨¢ximo jurista de la URSS. "Debemos retirarnos. Yo estoy dispuesto a hacerlo inmediatamente". "Me dirijo al coraz¨®n. Ha llegado la hora de la verdad. Estemos por encima de nuestros intereses cooperativos", manifest¨® Alexeiev.
Las intervenciones de los representantes de las rep¨²blicas tuvieron diferentes matices y reflejaban las divergencias existentes sobre cuales deben ser y c¨®mo deben actuar los ¨®rganos de transici¨®n hacia una nueva configuraci¨®n de estados en el espacio ocupado por la URSS. Sin embargo, todas ellas estaban de acuerdo en liquidar las instituciones existentes y en el nuevo orden del d¨ªa, que fue finalmente aprobado con 1350 votos a favor, 107 en contra, 137 abstenciones. 234 diputados no votaron. El patriarca ortodoxo Alexis II, que asisti¨® a los debates, defendi¨® el nuevo tratado y advirti¨® contra la "destrucci¨®n de la comunidad hist¨®rica".
La posici¨®n de Ucrania
Yuri Sherbak, escritor y ministro de Sanidad de Ucrania, tuvo la intervenci¨®n m¨¢s elaborada en lo que se refiere al dise?o del espacio pol¨ªtico, econ¨®mico y militar que debe surgir en el territorio de la URSS. En nombre de su rep¨²blica, Sherbak manifest¨® que el Congreso no debe elaborar las bases del r¨¦gimen pol¨ªtico que debe surgir en la ex URSS. Propuso crear un espacio econ¨®mico inspirado en la CEE, agruparse en un proceso semejante al de la CSCE y la carta de Helsinki, fijar el periodo de transici¨®n hasta finales de 1992 y conservar el estatuto de Ucrania como zona desnuclearizada en el espacio estrat¨¦gico-militar en ciernes. Ucrania considera necesario crear su propio sistema monetario y exhorta a mantener conversaciones inmediatas sobre las reservas de oro y la deuda de la URSS. El presidente de Ucrania, Leonid Kravchuk, se pronunci¨® por la "confederaci¨®n" con Rusia y rechaz¨® la idea de elaborar una nueva Constituci¨®n sovi¨¦tica.
En los pasillos del Palacio de Congresos el ambiente era agitad¨ªsimo y no faltaron algunos destacados reformistas, entre ellos el escritor Yuri Chernichenko, que criticaron los expeditivos procedimientos adoptados para forzar la liquidaci¨®n de los ¨®rganos de poder surgidos en la primera etapa de la reforma pol¨ªtica en la URSS. La expresi¨®n "golpe de Estado constitucional", sonaba en muchas bocas que, en parte, la justificaban y, en parte, no. Edvard Shevardnadze, el ex ministro de Exteriores de la URSS, se pronunci¨® por un Centro que tenga un papel coordinador, dijo que no consideraba problem¨¢tico el ingreso de nuevos estados en la ONU y admiti¨® que las rep¨²blicas del B¨¢ltico se resisten a insertarse en el espacio estrat¨¦gico-militar propuesto por los presidentes. Eran muchos los diputados del B¨¢ltico que estaban ayer en el Kremlin. En nombre de Letonia, el escritor Janis Peters anunci¨® que su rep¨²blica, que ya se ha declarado independiente, apoyaba el nuevo orden del d¨ªa. El armenio Levon Ter Petrosi¨¢n advirti¨® que deben asegurarse los derechos de las regiones aut¨®nomas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.