Cosmopolitismo, descentralizaci¨®n e iniciativa privada
Una m¨¢s amplia y consistente participaci¨®n por parte de las instituciones privadas, cierta descentralizaci¨®n de la pol¨ªtica oficial y lo que parece ya una definitiva consolidaci¨®n de la oferta cosmopolita de nuestro mercado de arte contempor¨¢neo parecen ser, en principio, las tres notas m¨¢s destacadas de esta temporadaEn cuanto a lo primero, la inauguraci¨®n de la nueva sala de exposiciones en Madrid de la Fundaci¨®n Banco Hispano Americano, donde ahora mismo ya se puede visitar una selecci¨®n cuidada de sus importantes fondos hist¨®ricos, con el t¨ªtulo de Renacimiento y barroco, abre nuevas expectativas para esta instituci¨®n muy activa en el mecenazgo durante los ¨²ltimos a?os. Entre las que ya vienen actuando en este campo desde hace a?os, la de m¨¢s solera, la Fundaci¨®n Juan March, ha iniciado la temporada con una selecci¨®n de los cuadros de Monet en Giverny conservados en el Museo Marmottan de Par¨ªs; la Fundaci¨®n Caja de Pensiones, que ha cambiado hace poco sus cuadros directivos, ha anunciado la inminente inauguraci¨®n en Madrid de la monogr¨¢fica itinerante sobre el artista italiano Piero Manzoni (1933-1963); mientras que la, Fundaci¨®n Cultural Mapfre ya lo ha hecho con una interesante colectiva sobre el autorretrato espa?ol de Goya a Picasso.
Con estos tres ejemplos, quiz¨¢ los m¨¢s notables, pero que no agotan, desde luego, lo ofrecido a trav¨¦s de esta v¨ªa, se percibe efectivamente la progresiva incorporaci¨®n de las instituciones privadas en un campo hasta hace poco casi pr¨¢cticamente monopolizado por el Estado, algo no s¨®lo en s¨ª mismo bueno, sino que adem¨¢s puede paliar la ¨²ltimamente err¨¢tica y desconcertante pol¨ªtica oficial de exposiciones. En este sentido, el mastod¨®ntico buque insignia de esta flota oficial -el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa-, tras sus costos¨ªsimas e incompletas obras de remodelaci¨®n, comienza su actual periplo con dos muestras francesas -una, de gran calado, la de Andr¨¦ Breton, procedente del par?siense Centro Pompidou, que se presenta aqu¨ª, con ligeros retoques en su contenido y un montaje francamente mejorado, mientras que la otra es la retrospectiva de Nicol¨¢s Stael (1914-1955), el sensible representante de la abstracci¨®n l¨ªrica francesa, cuyo homenaje en nuestro pa¨ªs, dadas otras carencias mucho m¨¢s fundamentales, no acierto a comprender-. Con todo, ahora que se anuncian los proyectos de la nueva direcci¨®n, habr¨¢ que esperar a ver qu¨¦ es lo que Mar¨ªa Corral puede hacer, o le dejan.
La extraordinaria l¨ªnea seguida hasta el momento por el IVAM, de Valencia, no s¨®lo demuestra que es factible hacer un museo de arte contempor¨¢neo como es debido sino que tambi¨¦n nos ha dado una lecci¨®n soberana acerca de c¨®mo llevar a cabo una pol¨ªtica descentralizadora: hacer en vez de padecer. Su reciente compra del legado bibliogr¨¢fico de R. Huelsenbeck (1892-1974), figura clave del dada¨ªsmo alem¨¢n, como su sabia y equilibrada oferta inicial de exposiciones vuelven de nuevo a situar a este museo en la vanguardia cultural de nuestro pa¨ªs. Por su senda tambi¨¦n discurre el a¨²n m¨¢s joven Centro Atl¨¢ntico de Arte Moderno (CAAM), cuyas mayores dificultades no le impiden arrancar esta temporada con una interesante y muy oportuna, para sus prop¨®sitos, muestra sobre arte africano. Por ¨²ltimo, la internacionalizaci¨®n de nuestro mercado de arte actual es un hecho y no hay m¨¢s que ver la oferta de las galer¨ªas madrile?as.
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