Cartografia e historia
El Pa¨ªs Semanal del pasado domingo -como complemento de un trabajo de mayor amplitud- dedicaba su doble p¨¢gina central a cuatro mapas de Europa: uno grande, con la divisi¨®n pol¨ªtica actual (Yugoslavia figuraba ya troceada en las seis previsibles rep¨²blicas en que se est¨¢ desmembrando la federaci¨®n), y otros tres menores en los que se pretend¨ªa se?alar las fronteras en los a?os 1815, 1919 y 1945-1989 con el prop¨®sito de mostrar la evoluci¨®n hist¨®rica en los ¨²ltimos 175 a?os. En el intento se produjo un serio encontronazo entre la cartograf¨ªa y la historia del que ambas salieron con heridas, algunas de consideraci¨®n.Las equivocaciones han sido advertidas al Ombudsman por varios lectores. Bartomeu Cruelles, desde Barcelona, a la vista de tanto fallo, escribe que "no cabe hablar de errores, sino de pura y simple ignorancia". Seria imputaci¨®n. Pedro Goyanes, desde Madrid, se?ala que varias de las flagrantes incorrecciones podr¨ªan haberse evitado consultando "cualquier texto de bachillerato e incluso del actual BUP". As¨ª es.
De las impropiedades m¨¢s sobresalientes aparecidas, en el mapa grande -la Europa actual- destacaba la de figurar Amsterdam como la capital de Holanda (es La Haya). De los gr¨¢ficos menores, en el de 1815 sobresale que Noruega resulta independiente de Suecia (en realidad pertenec¨ªa todav¨ªa al imperio sueco), e Irlanda se presentaba independiente del Reino Unido (no consigui¨® la independencia hasta 1921). En el de 1919 se adjudica parte de la nueva Polonia a Alemania, Finlandia figura con unas fronteras que no fueron trazadas hasta 1947 (Carelia estuvo hasta entonces en poder de la URSS), y se segu¨ªa ignorando que Irlanda no se independiz¨® hasta 1921.
Son tantos los descalzaperros armados entre la cartograf¨ªa y la historia que el redactor jefe del Semanal, Alberto Anaut, anuncia que en el primer n¨²mero posible (el pr¨®ximo 27 de octubre) se publicar¨¢ una rectificaci¨®n detallada. "Consideramos que debemos una buena informaci¨®n a los lectores", dice.
?Por qu¨¦ se produjeron tantos desprop¨®sitos hist¨®ricos? Todo indica, seg¨²n las explicaciones de Anaut, que fueron fruto de la precipitaci¨®n: la decisi¨®n de tratar el asunto "se tom¨® con urgencia, en la misma semana del cierre del n¨²mero". "El departamento de infograf¨ªa se vio obligado a trabajar contrarreloj"; los mapas peque?os fueron elaborados -la v¨ªspera misma de su env¨ªo a la imprenta- a partir del grande, con la idea de recortarlos, de manera que no se reprodujeran las zonas que incluyen Irlanda y los pa¨ªses n¨®rdicos. Las pruebas de los mapas no fueron revisadas -"como es nuestra obligaci¨®n", reconoce el redactor jefe-, y as¨ª salieron las cosas. "En mi opini¨®n", se lamenta Anaut, las prisas nunca son buenas consejeras".
Hay que se?alar que los mapas peque?os, decididos a ¨²ltima hora, estaban inspirados en otros parecidos publicados por la revista italiana Panorama, de la que se tomaron los t¨ªtulos que los encabezaban: La Europa de los imperios (1815), La Europa de las naciones (1919) y La Europa de los dos bloques (1945-1989). A tal inspiraci¨®n es atribuible un hecho que reprocha Cruelles: "Cabe recordar que el Pacto de Varsovia naci¨® para hacer frente a la OTAN y no a la inexistente CEE". Como tales bloques en frentados estaban dibujados.
Anaut saca una conclusi¨®n: "Si estas cosas no se hacen bien, no sirven para nada; al rev¨¦?. S¨ª, porque la historia se puede interpretar de muchas maneras, pero no se puede corregir.
El tel¨¦fono directo del Ombudsman es el 337 83 29 de Madrid.
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