Ensalada mixta de pintores c¨¦lebres
La juventud del genio. La pintura europea de Manet y Degas, a Picasso y Bacon.Sala de Exposiciones del Banco Bilbao Vizcaya. Paseo de la Castellana, 81. Madrid. Hasta el 1 de diciembre.
?Nunca un t¨ªtulo de convocatoria tan largo ha dicho menos sobre el contenido de una exposici¨®n, ni creo que pueda generar mayor confusi¨®n sobre su significado! ?Y no ser¨¢, desde luego, por falta de t¨®picos con may¨²sculas: Juventud, Genio, Pintura, Europa...! Puestos a ello, lo ¨²nico que faltaba en la enf¨¢tica retah¨ªla era haberla rematado con el habitual. colof¨®n historicista de "?desde el Impresionismo hasta la Actualidad!", pero, claro, para eso se necesitaba otra l¨ªnea de letras capitales o se sacrificaba los estruendosos nombres propios...
Sea como sea, como no dispongo de espacio -ni de humor- para ir desmontando por qu¨¦ ninguno de los t¨¦rminos abstractos utilizados en el t¨ªtulo responden a la realidad del contenido, salvo que sean interpretados de forma harto aproximada, y como, adem¨¢s, en el caso de que s¨ª lo hubieran estado, carecer¨ªan de otro inter¨¦s que el meramente publicitario, voy a invertir el orden dici¨¦ndoles lo que verdaderamente hay en la exposici¨®n: obras de 56 artistas famosos. Se trata en definitiva, de uno de esos popurr¨ªs que las galer¨ªas o la salas de subastas suntuosas suelen presentar como "obras maestras de la pintura contempor¨¢nea", limitando en este caso el ¨¦nfasis a lo magistral y diluyendo la responsabilidad consecuente en la completa in definici¨®n argumental.
Prolijos oropeles
Por lo dem¨¢s, referido el asunto a nuestro pa¨ªs, cuyas colecciones oficiales carecen de lo m¨¢s elemental sobre arte del siglo XX, y, a¨²n m¨¢s, a la sala de exposiciones que la acoge, cuya l¨ªnea m¨¢s habitual es la del popurr¨ª de calidad presentado como tal, la verdad es que no acierto a explicarme por qu¨¦ su comisaria, Solange Auzlas de Turenne, que, en 1985, nos proporcion¨® una excelente retrospectiva sobre Picabia, ha querido disfrazar esta antol¨®gica de celebridades internacionales con tan confusos y prolijos oropeles que, m¨¢s que tapar, dejan crudamente al desnudo este Gold Gotha pict¨®rico, representado a trav¨¦s de obras menores, cuando sus autores son importantes, y viceversa.
Dicho lo cual, ?estamos en disposici¨®n de hacer ascos a una muestra colectiva, donde, con o sin argumento, con o sin el menor equilibrio cualitativo en nombres y cuadros seleccionados para la ocasi¨®n, se alinean una bater¨ªa de personalidades como Manet, Monet, Degas, C¨¦zanne, Gauguin, Van Gogh, Toulouse-Lautrec, Ensor, Bonnard, Vuillard, Matisse, Dufy, Van Dongen, Picasso, Soutine, Modigliani, De Chirico, Grosz, Dix, Picabia Schwitters, Arp, Max Ernst, Mir¨®, Masson, Dalf, Delvaux, Magritte, Mondrian y otros muchos de, por lo general, parecida enjundia, hasta llegar efectivamente al mism¨ªsimo Francis Bacon?
M¨¢s a¨²n. Si esta antol¨®gica ha de visitar posteriormente Bilbao y Barcelona, ?c¨®mo no reconocer, una vez m¨¢s, la habilidad y la tenacidad, ya proverbiales, de Solange A. de Turenne, en este menester de la prestidigitaci¨®n expositiva?
As¨ª que para no seguir, como popularmente se dice, "mareando la perdiz" con dimes y diretes, no hay pan duro expositivo que valga para nuestra magra realidad muse¨ªstica y para la correspondiente hambruna de nuestro p¨²blico aficionado. Desde esta perspectiva provincial, claro que merece ser festejada esta muestra, cuyo contenido no es sino una ensalada mixta de famosos, y en la que, es justo reconocerlo, de vez en cuando, nos topamos con obras de indudable inter¨¦s y belleza, pero, con todo, nuestro p¨²blico, que ya posee una experiencia y formaci¨®n sobre arte contempor¨¢neo al parecer incomparablemente mayor que las de nuestras instituciones dedicadas a la promoci¨®n especializada de este tema, se ha hecho acreedor de una mayor consideraci¨®n a su inteligencia que la ahora demostrada por parte de los responsables del Banco Bilbao Vizcaya, que no deben seguir trat¨¢ndole con ese paternalismo con el que el cl¨¦rigo d¨®mine y excelente poeta culterano de nuestro barroco gustaba calificar sus propios sermones como "cebada espiritual para los borregos de Cristo".
Sobriedad
Ayer explicable y hasta quiz¨¢s conveniente, hoy, sin embargo, los tiempos no est¨¢n ya para este tipo de ret¨®rica con "juventudes geniales", "grandes maestros", "pinturas europeas" y otras mitificaciones dudosas. Por el contrario, nuestro p¨²blico actualmente exige -o deber¨ªa hacerlo- precisi¨®n argumental en los planteamientos, sobriedad en sus formulaciones y no confundir la calidad con lo nominalmente espectacular, entre otras cosas, no s¨®lo porque informativa e intelectualmente est¨¢ capacitado para ello, sino tambi¨¦n porque, consecuentemente, busca y halla las tracas publicitarias donde corresponde: en las salas de subastas.
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