El aumento de morosos en un 32% deteriora las cuentas de resultados de bancos y cajas
El fuerte aumento de la morosidad bancaria, con un total de 38.000 millones de pesetas hasta el mes de septiembre, ha sembrado la inquietud en el sector bancario, que encuentra una dificultad a?adida para mejorar sus cuentas de resultados en un a?o ya de por s¨ª dif¨ªcil. En los nueve primeros meses de 1991, el volumen de morosos ha crecido un 32,4% y totaliza 1,4 billones de pesetas. Si hasta ahora eran principalmente las empresas las que no cumpl¨ªan sus compromisos, desde antes del verano los particulares tampoco devuelven sus cr¨¦ditos en el plazo previsto.
Los cr¨¦ditos morosos (aquellos que se retrasan m¨¢s de 90 d¨ªas en su devoluci¨®n) son una amenaza para la banca y cajas de ahorro y un claro s¨ªntoma del enfriamiento al que est¨¢ sometida la econom¨ªa espa?ola, seg¨²n fuentes cercanas a la Asociaci¨®n de Banca Privada (AEB). Del volumen total de morosos (1,4 billones), 763.000 millones corresponden a los bancos y 592.000 a las cajas de ahorro. Los niveles de morosidad bancaria sobre el total de los cr¨¦ditos concedidos todav¨ªa se encuentran lejos de las cifras del a?o 1984, cuando el sistema bancario sufri¨® sus peores momentos. En ese a?o se lleg¨® al 5,9% de la inversi¨®n crediticia en morosos, mientras que las cajas rozaron el 7,1%.
Dotaciones
Adem¨¢s, en aquel ejercicio, tanto bancos como cajas contaban con unas dotaciones para morosos que supon¨ªan el 63%, mientras que en la actualidad las dotaciones permiten cubrir el 82% de los cr¨¦ditos que se retrasan m¨¢s de tres meses en su devoluci¨®n. Este mayor nivel de solvencia es fruto de la pol¨ªtica de saneamiento del sistema financiero que ha sido impulsada desde el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda y desde el Banco de Espa?a.
Desde el a?o 1984, la curva de impagados en bancos y cajas descendi¨® paulatinamente hasta finales de 1988, cuando registr¨® su nivel m¨¢s bajo con un 2,4% para la banca y un 3,1% para las cajas. Fueron a?os de reactivaci¨®n econ¨®mica, y las entidades financieras batieron todas las marcas de beneficios.
A partir de enero del a?o 1990, y tras casi dos a?os de estancamiento, se produjo una subida continuada que rebas¨® la cota psicol¨®gica del bill¨®n de pesetas en el mes de septiembre de ese a?o. Durante los cuatro primeros meses de 1991, los morosos registraron un gran crecimiento, para frenar en mayo, junio y julio. En agosto se inici¨® un nuevo rebrote, que se confirm¨® en septiembre y que amenaza con volverse a incrementar en los tres ¨²ltimos meses del a?o.
Al finalizar el pasado mes de septiembre, los morosos de la banca representaban el 3,9% del total de los cr¨¦ditos. Esta cifra se eleva hasta el 5,2% en las cajas de ahorro. Sin embargo, aunque los niveles de morosidad van tomando un cariz m¨¢s preocupante, fuentes cercanas a la AEB insisten en que ese aumento puede afectar a la cuenta de resultados de las entidades, pero nunca a su nivel de solvencia, ya que las provisiones para estos cr¨¦ditos son en la actualidad del 82%.
Fallidos
La normativa vigente establece que las entidades financieras deben realizar dotaciones que supogan el 25% sobre los cr¨¦ditos que no hayan sido pagados seis meses despu¨¦s de que se pruduzca su vencimiento. Ese porcentaje pasa al 50% a los nueves meses, y as¨ª sucesivamente un 25% cada trimestre, hasta que se le considera como fallido. Otras fuentes consultadas han resaltado, por su parte, que el incremento de la morosidad causa una gran preocupaci¨®n en los bancos, porque las dificultades para cerrar el actual ejercicio son latentes ante el estrechamiento que se ha producido en el margen financiero. La recuperaci¨®n de provisiones y de morosos son para algunas de las grandes entidades una v¨ªa importante para aportar recursos en la cuenta de resultados.
El Banco de Espa?a considera, sin embargo, que en algunos casos los bancos hacen m¨¢s dotaciones de las estrictamente necesarias, para no ofrecer unos beneficios tan elevados durante un buen ejercicio y poder utilizarlos ante una coyuntura desfavorable para la cuenta de resultados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.