Pina Bausch estrena su obra inspirada en Madrid sin un titulo definitivo
Pina Bausch celebra hoy en Madrid, sobre el escenario del teatro de la Zarzuela, el estreno mundial de la coreograf¨ªa que esta ciudad le ha inspirado. Coproducida entre el Festival de Oto?o y la compa?¨ªa que Bausch dirige, Tanztheater Wuppertal, la core¨®grafa alemana ofrece su ¨²ltimo trabajo con un t¨ªtulo provisional: Tanzabend II. Bausch busca un nombre definitivo que logre condensar las tres palabras con las que una de sus bailarinas defini¨® Espa?a: "Flamenco, torero, Picasso".
Pina Bausch habl¨® ayer sobre su nueva obra sin contar apenas nada sobre ella, respondi¨® a las preguntas vagamente e incluso de forma inconexa (en una especie de mon¨®logo a bajo volumen), y se aferr¨® casi en todo momento a un cigarrillo. Mujer dif¨ªcil para periodistas, no piensan as¨ª los fot¨®grafos. Para sus objetivos, el f¨ªsico de Pina Bausch es una fiel expresi¨®n de su enorme talento, una exquisitez que despliega las manos."El d¨ªa que present¨¦ este proyecto en Madrid el pasado enero", comenz¨® diciendo, "fue el primero de la guerra del Golfo. Hoy [por ayer] comienza una conferencia de paz y casi no puedo hablar porque me emo ciono".
La experiencia de la guerra marc¨® los lazos que ella y los 38 miembros de su compa?¨ªa esta blecieron con Madrid. "Vinimos para trabajar tres semanas y juntar todas nuestras impresiones, vivencias, y emociones en esta ciudad para ponerlas dentro de la pieza. Pero en ese momento, inesperadamente, empez¨® una guerra. Fue paralizante, nos quedamos muy afectados y nos dimos cuenta de que ya no se pod¨ªa hacer el trabajo de la misma manera".
Durante esos d¨ªas, la core¨®grafa se empap¨® de Madrid bajo la triste sombra de la guerra y la ausencia de su hijo Salom¨®n, de nueve anos. Podr¨ªa marcarse una Ruta Bausch que llega, durante el d¨ªa, desde el Pozo del T¨ªo Raimundo y los barrios perif¨¦ricos hasta los pueblos de la sierra o el bar de Madrid en el que a mediod¨ªa se canta una Salve.
Artista noct¨¢mbula, la ruta de noche pas¨® por restaurantes y casas de comidas, bares diversos de Echegaray y Huertas o una sesi¨®n de flamenco en el San Juan Evangelista. La madrugada (hubo d¨ªas que duraron hasta las siete de la ma?ana), tuvo su sede central en El Candela, local flamenco de la calle Olivar. All¨ª, y en sus conversaciones con Carmen Cort¨¦s, Carmen Linares y otros nombres del flamenco, Pina Bausch encontr¨® lo que buscaba: "A veces voy a por la m¨²sica y ya no existe, ya no pertenece a la vida normal. Pero aqu¨ª la m¨²sica como necesidad existe todav¨ªa, y eso es fant¨¢stico".
El resultado de su experiencia madrile?a se podr¨¢ ver a partir de hoy en un espect¨¢culo con 23 bailarines, entre ellos la espa?ola Nazareth Panadero. Las m¨²sicas utilizadas son muy diversas: desde Lamentos de Espa?a hasta ritmos marroqu¨ªes, egipcios, de ?frica del Sur o del Brasil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.