Sanidad y educaci¨®n, a 'tempo lento'

Las cautelas que han mostrado en p¨²blico miembros del Gobierno respecto a prescindir de la tutela de la sanidad y educaci¨®n p¨²blicas se plasman en este documento. Aunque no hay una negativa rotunda, s¨ª se establecen numerosos peros y se apuesta por un proceso gradual y, desde luego, la participaci¨®n estatal.Cinco extremos va a defender el Gobierno en la discusi¨®n sobre estas dos competencias: calendario de asunci¨®n de los servicios; coparticipaci¨®n de las comunidades en las pol¨ªticas educativa y sanitaria en sus territorios, en tanto no se asume el servicio; posible asunci¨®n progresiva y acumulativa de los servicios, seg¨²n las posibilidades; financiaci¨®n p¨²blica de ambos servicios y corresponsabilidad en los procesos de reforma de ambos servicios y elaboraci¨®n de pol¨ªticas estatales en ellos, "y en particular, el papel de la Administraci¨®n estatal en la gestaci¨®n y en la gesti¨®n de esas. pol¨ªticas".

El Gobierno justifica su prevenci¨®n al estar en marcha "procesos de reforma de cierta amplitud". La aplicaci¨®n de la LOGSE "representa actuaciones sobre las que el proceso de ampliaci¨®n competencial podr¨ªa repercutir de manera negativa", dice el texto, y lo mismo justifica en el campo de la salud por "la resultante de la aplicaci¨®n de la Ley General de Sanidad". Para el Ejecutivo, "lo primero que debe hacerse es replantear la discusi¨®n -si / no a la transferencia- y reconducirla a un debate que garantice un mismo modelo educativo y sanitario y la igualdad de todos los espa?oles ante ambos sistemas".

Este "replanteamiento" es el que se sugiere para el debate de reforma o no a los estatutos. "No son los aspectos formales los que deber¨ªan ser objeto de discusi¨®n, sino buscar acuerdos que den respuesta al para qu¨¦, cu¨¢ndo y condiciones en que deben utilizarse los instrumentos". La oposici¨®n quiere la reforma estatutaria, mientras que el Gobierno pretende liderar el proceso a trav¨¦s de leyes de delegaci¨®n.