La colecci¨®n taurina de Fernando Botero se mostrar¨¢ en Sevilla durante la Expo
"El siglo XX tiene grandes carencias art¨ªsticas", afirma el pintor colombiano
Abultados toros, picadores obesos y doncellas de vol¨²menes desmesurados vestir¨¢n el pr¨®ximo mes de abril las paredes de un emblem¨¢tico edificio de Sevilla, recientemente restaurado. Coincidiendo con la apertura de la Expo 92, el pintor colombiano Fernando Botero presentar¨¢ por primera vez en Espa?a su colecci¨®n de tauromaquia: una serie de 60 ¨®leos y 70 dibujos. Mientras recorr¨ªa ayer las calles de Sevilla, adonde viaj¨® para ultimar los detalles de su exposici¨®n, Fernando Botero reflexion¨® en voz alta: "El siglo XX es un siglo de grandes carencias art¨ªsticas".
El conjunto de obras taurinas ha recorrido ya tres museos italianos y se ha podido contemplar en Caracas, M¨¦xico y Nueva York. Ser¨¢ la primera vez que la muestra completa cruce las fronteras espa?olas y la primera, tambi¨¦n, que una selecci¨®n de Fernando Botero se exponga en Sevilla. Tras su estancia en la capital andaluza, la colecci¨®n viajar¨¢ a Par¨ªs en noviembre de 1992.A Fernando Botero, colombiano de Medell¨ªn, le emociona especialmente que sus ¨®leos y dibujos de la serie de tauromaquia abran plaza en Sevilla, tierra y cuna de toreros. A fin de cuentas, las formas redondas y contundentes que caracterizan su pintura crecieron a la par que su afici¨®n a la fiesta. "Las corridas me han interesado siempre. En realidad, me inici¨¦ como pintor a trav¨¦s de los toros. Cuando era ni?o ten¨ªa un t¨ªo que se empe?¨® en que llegara a ser un gran diestro e incluso me matricul¨® en la escuela de tauromaquia de Medell¨ªn, mi ciudad natal. Lo de mi aprendizaje como figura del toreo no progres¨®, pero en el colegio me dediqu¨¦ todo el tiempo a dibujar picadores y toreros, hasta el punto de que desarroll¨¦ cierto inter¨¦s en el dibujo. Lleg¨® un d¨ªa en que, en vez de pintar toreros, hice otra cosa, y ese d¨ªa me volv¨ª un artista".
Encuentro
Pasaron algunos a?os y a la edad de 27 realiz¨® su primer botero. Fue en 1956. Despu¨¦s transcurrieron muchos m¨¢s, la mayor parte en Nueva York y Par¨ªs, y lejos del mundo taurino. Pero un buen d¨ªa, hace s¨®lo una d¨¦cada, volvi¨® a la plaza de toros de La Macarena, en Medell¨ªn, y de pronto cay¨® en la cuenta: "Me dije: 'esto es un tema maravilloso, ennoblecido por Goya, Manet, Picasso, grandes pintores...', y pens¨¦ que pod¨ªa dar tambi¨¦n una versi¨®n m¨ªa de las corridas". Suspendi¨® entonces sus proyectos y se dedic¨® a pintar exclusivamente toros, con un entusiasmo desbordante.Dentro de la escenograf¨ªa de la tauromaquia, Botero encuentra fascinante la figura del picador. "Es el tema central y pr¨¢cticamente todos los cuadros de toros que se han hecho a lo largo de la historia se inspiran en el quite, en el desaf¨ªo. Por ejemplo: Goya. Es una maravilla de colores juntos, de formas, de movimiento. Pero tambi¨¦n he hecho otras cosas". Aunque Botero no quiere dar a conocer qu¨¦ recinto acoger¨¢ su exposici¨®n en abril de 1992, en c¨ªrculos art¨ªsticos sevillanos se da por supuesto que ser¨¢ en el reci¨¦n rehabilitado edificio de Los Venerables. Esta pieza fundamental de la arquitectura del siglo XVII concuerda perfectamente con la pasi¨®n del pintor colombiano, que se confiesa fascinado por la antigua tradici¨®n del arte cl¨¢sico. No en vano en su juventud pas¨® un a?o entero visitando a diario, el Museo del Prado de Madrid. "No tuve la formaci¨®n de los pintores de mi generaci¨®n orientada principalmente hac¨ªa el arte abstracto. Desde el principio me reflej¨¦ en el arte cl¨¢sico".
De hecho, al aterrizar por los a?os sesenta en Nueva York, entonces santuario del expresionismo abstracto, se encontr¨® con un fuerte rechazo. "Todav¨ªa hay gente que odia mi trabajo, y otros a los que les encanta. Es lo normal. El arte es una versi¨®n nueva de lo de siempre, ¨¦sa es la prueba de fuego de un artista: ser original diciendo lo miismo. Es el caso del caballo pintado por los asirios, Caravaggio, Picasso. La historia del arte eis la percepci¨®n personal de sentir y vivir la naturaleza".
Sobre la desmesura de susfiguras, explica: "Hago una exaltaci¨®n de las formas porque se logra sensualidad y un canto a la vida. En el arte del siglo XX este aspecto ha sido descuidado. Casi todo es bidimensional. Existe muy poco enf¨¢sis enla sensualidad, que si se ha dado durante toda la historia de la pintura: Miguel ?ngel, Rubens, Vel¨¢zquez... Ve uno abundancia y redondez y eso es muy seductor".
Para Fernando Botero el siglo XX en la pintura no es una ¨¦poca gloriosa. "Es un siglo de grandes carencias art¨ªsticas. Salvando a Picasso, no se puede citar a nadie de la categor¨ªa de los artistas del XIX. La cr¨ªtica lava el cerebro a la gente y le hacen ver cosas que no est¨¢n ah¨ª. Solamente el tiempo consigue restablecer una visi¨®n de la importancia real de las cosas".
Babelia
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