Leo Castelli recomienda a los coleccionistas que aprovechen la baja de precios en el arte
El galerista explica que el alejamiento de los especuladores est¨¢ regenerando el mercado
El marchante y galerista m¨¢s famoso de Nueva York, Leo Castelli, de 84 a?os, considera que es buen momento para invertir. El declive observado en las ¨²ltimas subastas importantes, donde los precios han ca¨ªdo alrededor de un 30% sobre los ¨ªndices de 1988 y 1989, se une a la espantada progresiva de especuladores y compradores ocasionales. "Desde luego, los buenos coleccionistas se aprovechar¨¢n de ello", dice Castelli, y a?ade que est¨¢n saliendo al mercado pinturas maravillosas a veces hasta a mitad de precio. El enfriamiento del mercado supondr¨¢ que "tambi¨¦n los j¨®venes artistas tendr¨¢n precios m¨¢s bajos y los nuevos coleccionistas podr¨¢n hacer su aparici¨®n", seg¨²n su pron¨®stico.
La sola cita de algunos de los artistas que han trabajado con Leo Castelli desde que abri¨® su galer¨ªa, en 1957, en el 420 West Broadway, explica su prestigio: Robert Rauschenberg, Jasper Johns, Roy Lichtenstein, Claes Oldenburg, Dan Flavin, Donald Judd, Bruce Nauman, Richard Serra, Frank Stella o Andy Warhol.Castelli mantiene una envidiable energ¨ªa y esa capacidad de mirar, sorprenderse y fiarse de su fino instinto con la que logr¨® que durante d¨¦cadas se mostrasen en su local obras que est¨¢n ahora en los principales museos y colecciones. El galerista ha visitado Madrid con motivo de la inauguraci¨®n de la muestra de Robert Therrien en el Centro de Arte Reina Sof¨ªa de Madrid y para ver los ¨²ltimos trabajos de Miquel Barcel¨®, el ¨²nico espa?ol de su lista, con el que est¨¢ planeando para la pr¨®xima temporada una exposici¨®n".
A Barcel¨® no se le puede incluir en ninguna categor¨ªa, seg¨²n Castelli. "Es una fuerza de la naturaleza", dice, "un pintor maravilloso de forma natural, heredero de esa energ¨ªa que caracterizaba a Picasso. Sin seguir ning¨²n movimiento ya est¨¢ considerado, en Am¨¦rica y en otros pa¨ªses, como un gran pintor".
Los personajes
El anuncio por los expertos de un enfriamiento en el mercado, con un descenso de un 30% a un 50% en ventas y precios, es confirmado por Leo Castelli, quien hace referencia al alejamiento del sector de los que interpretan la cultura como negocio, en beneficio de los que ¨¦l llama "los verdaderos coleccionistas".Artistas, coleccionistas, galeristas, museos y cr¨ªticos son los personajes de la obra del mercado del arte. Leo Castelli los cita a todos y se detiene entonces en el mercado que los rodea. "Y ah¨ª las casas de subastas desempe?an un papel importante", dice, "como estimuladoras del inter¨¦s, no estrictamente est¨¦tico, de un c¨ªrculo de buscadores que leen, llegan y se encuentran con que los precios de un Jasper Johns saltan de mil d¨®lares a un mill¨®n de d¨®lares, o cinco o diez".
Especulaci¨®n
"Piensan que se hace mucho dinero con el mercado del arte", agrega Castelli, "empiezan a comprar y se produce el fen¨®meno de la especulaci¨®n: la demanda se dispara, la buena oferta va lenta y los precios suben y suben y se hacen muy visibles para un p¨²blico amplio. A finales de 1987, en 1988 y en 1989 hubo un incremento incre¨ªble en los precios, que, por supuesto, no pod¨ªa seguir. Hace un a?o empezaron a bajar. Como s¨ªntoma, se han realizado en Nueva York importantes subastas recientemente, y cuadros muy importantes no lograron precios tan altos, digamos que no fue un desastre, pero el declive se situ¨® en un porcentaje del 25%, el 30% o m¨¢s con respecto a los niveles de 1987 y 1988. Esta crisis ha eliminado a muchos especuladores, y el mercado se ha regenerado, aunque llevar¨¢ tiempo antes de que las cosas se asienten".La cadena del arte es una combinaci¨®n de elementos que empieza con los artistas, sigue con las galer¨ªas que los descubren y los muestran, y llega a continuaci¨®n a lo que Castelli derme como "los coleccionistas activos". "No los que vienen a comprar un cuadro", a?ade, "sino los que est¨¢n metidos en el mundo del arte, que son s¨®lo unos pocos, capaces de descubrir a los artistas al mismo tiempo que las galer¨ªas. En la ¨¦poca en la que mostr¨¦ a Jasper Johns hubo inmediatamente dos coleccionistas que se interesaron. Por eso, los coleccionistas desempe?an un papel important¨ªsimo, sostienen a los artistas, mantienen vivo el mercado y a las galer¨ªas".
Castelli dice que sigue intacta su capacidad de sorpresa. Y recuerda c¨®mo la sorpresa se produce de diferentes modos. "El primer artista americano que descubr¨ª fue Rauschenberg", dice, "quien me impresiono en un momento en el que yo estaba obsesionado con el abstracto, con De Kooning o Pollock, y ¨¦l hac¨ªa algo diferente. Percib¨ª vagamente que estaba volviendo a un cierto surrealismo, aunque esto no estaba tan claro entonces porque el expresionismo abstracto era muy fuerte y dominante. Jasper Johns me caus¨® un efecto tremendo, un hombre de 27 a?os con un grupo importante de obras de una gran madurez, con una imaginer¨ªa completamente nueva, banderas, dianas, letras, n¨²meros... Otra sorpresa fue Stella, cou sus grandes y sencillas pinturas negras, o Lichtenstein, que hac¨ªa algo enteramente nuevo con los objetos m¨¢s banales del mundo. Me impresionaron los minimals cuando aparecieron, Judd o Flavin. El ¨²ltimo pintor que me ha sorprendido es Julian Schnabel".
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