Cap¨ªtulos matrimoniales

El r¨¦gimen matrimonial es otra de las diferencias esenciales entre el derecho civil catal¨¢n y el C¨®digo Civil. En Catalu?a el matrimonio se rige por el r¨¦gimen de separaci¨®n de bienes, es decir, cada uno es propietario de lo que gana u obtiene por su cuenta. En cambio, all¨ª donde el C¨®digo Civil es norma principal, el matrimonio se rige por el sistema de gananciales, es decir, todo lo que se gane a t¨ªtulo oneroso pertenece a los dos c¨®nyuges a partes iguales. En ambos casos, el r¨¦gimen puede alterarse a voluntad de las partes mediante cap¨ªtulos matrimoniales.Los dos modelos han coexistido durante siglos, pero ambos comienzan a dar signos de desajuste. As¨ª, el modelo catal¨¢n resulta muy apropiado para las nuevas tendencias de igualdad en la pareja y en casos de inestabilidad matrimonial, porque preserva las posesiones de cada uno. El Colegio de Notarios de Madrid registra m¨¢s de 6.000 cap¨ªtulos matrimoniales anuales de separaci¨®n de bienes, cuando antes eran muy raros.

Muchos de ellos obedecen a situaciones muy especiales. Por ejemplo, cuando la mujer es mucho m¨¢s rica que el marido. Verbigracia: las Koplowitz. O en caso de segundo matrimonio del marido, para preservar los derechos de los hijos habidos en el primero. Verbigracia: Paquirri e Isabel Pantoja.

Pero el principal desajuste del sistema de separaci¨®n de bienes es que deja claramente indefensas a las mujeres que no son independientes y viven consagradas al mantenimiento de la casa. El notario Luis Figa Faura, presidente de la Academia de Jurisprudencia de Catalu?a, considera que ello no es inconveniente, porque "el marido suele ser generoso", pero otro sector de juristas, entre ellos la catedr¨¢tica Encarna Roca, considera que esta cuesti¨®n no puede dejarse a la generosidad. de las partes.

De hecho, tambi¨¦n en Catalu?a se est¨¢ observando un aumento de cap¨ªtulos matrimoniales en favor del r¨¦gimen de gananciales. Y muchos de estos cap¨ªtulos no se hacen antes de la boda, sino en caso de ruptura y por razones fiscales. Muchas mujeres se encuentran con que todas las propiedades adquiridas durante el matrimonio figuran a nombre del marido. Tal como est¨¢ ahora la ley, puede qued¨¢rselo todo el marido a no ser que el juez diga lo contrario. Pero si hay acuerdo de reparto de bienes, ¨¦ste s¨®lo puede hacerse en forma de donaci¨®n, lo que implica que los impuestos se llevan una parte sustancial de los bienes. La forma de evitarlo es acogerse: al sistema de gananciales antes de la separaci¨®n.