El a?o que viene en Sefarad
La Espa?a de hoy pretende reconciliarse con su pasado jud¨ªo a cinco siglos de la expulsi¨®n
Se marcharon con la llave de sus casas porque pensaban regresar. Esa, es la llave que, entre los sefard¨ªes, las madres van pasando a las hijas, a veces sin saber ya qu¨¦ es lo que abre: una puerta en Toledo, en Barcelona, en C¨®rdoba..., en cualquiera de las ciudades donde los jud¨ªos espa?oles prosperaron. Por pura nostalgia conservaron y conservan un castellano de fuerte influencia ¨¢rabe al que llaman ladino, propicio al canto y a la oraci¨®n, y tan melodioso que llama a Espa?a Sefarad. En 1992 se cumplen cinco siglos de la expulsi¨®n de los jud¨ªos de Espa?a, y varios acontecimientos culturales lo van a conmemorar: no caben las celebraciones, pues la expulsi¨®n no s¨®lo supuso una tragedia para los jud¨ªos espa?oles, sino tambi¨¦n para toda la naci¨®n que se acababa de reunir.
No es casual que sean las madres quienes pasan la llave, pues son ellas -la maternidad es una certeza, y la paternidad, una suposici¨®n- las que transmiten tambi¨¦n la condici¨®n de jud¨ªo. Son principalmente ellas, seg¨²n indican diversos testimonios de jud¨ªos; sefard¨ªes residentes hoy en Espa?a, quienes se encargan de velar por las tradiciones, que, m¨¢s, que las creencias religiosas, determinan el ser jud¨ªo, un ser complejo donde lo haya.Por sefard¨ª se conoce al jud¨ªo descendiente de los espa?oles que prefirieron ser expulsados de Espa?a antes que convertirse al catolicismo, condici¨®n para su permanencia. No se sabe con exactitud cu¨¢ntos se marcharon, seg¨²n explica Julio Balde¨®n, profesor en la Universidad de Valladolid, pero en el momento de la expulsi¨®n ser¨ªan entre 70.000 y 100.000, menos en todo caso que entre los a?os 1250 y 1350, el momento de mayor esplendor. Aunque las persecuciones contra los espa?oles jud¨ªos no alcanzaron la violencia e insistencia de las de Polonia o Rusia, por ejemplo, s¨ª fueron suficientes para que comenzaran a emigrar. 1391, a?o de las matanzas mas salvajes del medievo espa?ol, fue un a?o de ignominia entre los muchos de la historia del antisemitismo.
Un antiguo canto sefard¨ª, Mis hermanos, mis queridos, advierte de algunos peligros en la vida: "Acoger plata y oro / lazrar como un moro / todo el tiempo entero / por un ducado falso...", y luego recomienda: "... plazer hazer con la gente / vijitar al doliente / en dem¨¢s si es pariente hazer merced y verdad".
Hay algo de t¨®pico en la trillada alusi¨®n a la convivencia entre jud¨ªos y cristianos en Espa?a, se?ala Balde¨®n: "Nunca fueron verdaderamente aceptados; eran tolerados porque eran ¨²tiles". Los jud¨ªos, al igualque en el resto de Europa, cumpl¨ªan con labores que otros despreciaban o simplemente ignoraban: por lo general, las labores intermedias entre las del pueblo y los nobles, que ya entonces, en el caso de hacer algo, s¨®lo cre¨ªan dignos los votos o las armas. Hab¨ªa ricos, peque?oburgueses y pobres, pero la imagen tradicional es la del jud¨ªo rico, porque entre sus oficios figuraba el de prestamista, uno de los que le permit¨ªan. Por lo dem¨¢s, se toleraba a los jud¨ªos porque eran espec¨ªficamente servi regis; esto es, siervos del Rey, que los proteg¨ªa a cambio de un tributo.
"Yo era ni?a de caza alta / no sav¨ªa de sufrir / por caer con t¨ª berbante / me metites a servir" ( Yo era ni?a de caza alta, canci¨®n sefard¨ª de Esmirna). No est¨¢ claro en qu¨¦ momento exacto comenzaron las persecuciones contra los espa?oles jud¨ªos, aunque es obvio que tuvo que ver no s¨®lo con los prejuicios religiosos tradicionales, sino tambi¨¦n con los celos y las envidias por la prosperidad de la comunidad jud¨ªa.
El buen cruel
Pedro I, El Cruel tambi¨¦n llamado El Justiciero, se port¨® bien con ellos -como testimonian inscripciones en uno de los m¨¢s bellos monumentos de la Pen¨ªnsula, la Sinagoga del Tr¨¢nsito, en Toledo-, pero precisamente por ello su hermano, Enrique de Trast¨¢mara, azuz¨® el antisemitismo larvado en el pueblo como herramienta contra el Rey.Qu¨¦ decidi¨® la expulsi¨®n de los espa?oles jud¨ªos es algo muy discutido. Ya antes de 1391 Ferr¨¢n Mart¨ªnez hab¨ªa predicado contra ellos y por ello le amonest¨® el arzobispo de Sevilla. A principios del siglo XV, el dominico Vicente Ferrer, luego santo, habl¨® por toda Europa contra los jud¨ªos, aunque lo que sobre todo ped¨ªa es que se convirtieran. Como sucede con todo tipo de creencias, los conversos se caracterizaban a menudo por su, radicalismo. Un d¨ªa de 1391, como hab¨ªa ocurrido antes en otras partes, principalmente de Europa, y como hab¨ªa de suceder hasta hoy, masas de fan¨¢ticos atacaron el barrio jud¨ªo de Sevilla y causaron muertes que nunca se han terminado de contar. La peste se extendi¨®.
"Servir al Di¨® de continuo no quitarlo del tino / buxcar cual es el camino / derecho y de verdad" (Mis hermanos, mis queridos, canto sefard¨ª).
Es posible que Sefarad, Espa?a, haya sido el lugar donde los jud¨ªos, un pueblo caracterizado por su capacidad para adaptarse, se instalaron con m¨¢s fuerza, dice el ensayista Roberto Blatt, uruguayo residente en Espa?a. Como en otras ¨¦pocas de su tr¨¢gica historia, muchos jud¨ªos colocaban su condici¨®n religiosa en pie de igualdad con su nacionalidad -se sent¨ªan castellanos-, y eso explica que algunos aceptatan convertirse, la nostalgia de los que se marcharon, la lengua y la llave de su casa de Toledo que se . siguen pasando.
"Amor yo hize / con t¨ª manzevo / me derretites / como el cevo" (Canci¨®n sefard¨ª de Esmirna).
Nombres sefard¨ªes de mujer son Alegr¨ªa, Sol, Estrella, Perla, Luna, Mercedes, Fortuna o Plata, lo que les diferencia de los askenazies, la otra gran tribu jud¨ªa de la Biblia, que se inspira m¨¢s en ¨¦sta para nombrar a sus hijas: Esther, Raquel, Miriam...
Ambas comunidades jud¨ªas rezan en la misma sinagoga, pero de forma diferente, o tienen distintos clubes. Las diferencias pueden llegar al extremo de que algunos consideren una equivocaci¨®n' celebrar un matrimonio mixto.
"Mam¨¢ yo no quero / marido godro / s'echa'n la cama / parece un saco. / Mam¨¢ yo no quero / marido flaco / s'echa'n la cama / parece un palo". Y otra: "Todo bueno tengo / marido viejo tengo / de ver los mancevos / m'enamoro yo" (Canciones sefard¨ªes de Esmirna).
Mar¨ªa Salama y Loly Benergu¨ª, profesoras, proporcionan algunos ejemplos de sefard¨ª, por ellos llamado jaket¨ªa: Jadrar: significa que alguien no asisti¨®; Mancevo: un chico guapo; cashrea: no ve. Y Jaguar: tuerto. Entonces. Loly cuenta aquel del americano que saluda al sefard¨ª: "How are you", y el sefard¨ª le contesta: "Jaguar tu padre".
Babelia
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