Los defensores de animales censuran al pr¨ªncipe de Gales por ir de caza con sus hijos
Las asociaciones brit¨¢nicas contra la caza han centrado en el pr¨ªncipe de Gales su campa?a anual contra las actividades venatorias. Carlos de Inglaterra, el heredero al trono, no s¨®lo se uni¨® al mill¨®n de compatriotas que el pasado 26 de diciembre salieron al campo a cazar, sino que llev¨® con ¨¦l a sus hijos, William, de nueve a?os, y Harry, de siete. Los enemigos de la caza dijeron que el gesto era "una provocaci¨®n inadmisible".Las reacciones contra la expedici¨®n del 26 de diciembre fueron tan virulentas que el palacio de Buckingham se vio forzado a especificar que el peque?o William, tercero en la l¨ªnea de sucesi¨®n, s¨®lo hab¨ªa acompa?ado a los ojeadores y que la caza se limit¨® a "liebres y faisanes".
La tormenta no amain¨® y el 1 de enero, la segunda gran fiesta de los cazadores, el pr¨ªncipe de Gales prefiri¨® no complicar las cosas y dej¨® la escopeta en casa. En vez de cazar, se dedic¨® a pasear en bicicleta. El 26 de diciembre (Boxing Day) y el 1 de enero son fechas se?aladas para los cazadores y los enemigos de la caza en el Reino Unido.
Mientras unos salen al campo con la escopeta al hombro, los otros les siguen provistos de bocinas y botes de pintura para espantar las piezas y boicotear la jornada. La polic¨ªa se ve forzada a interponerse entre los dos bandos para evitar enfrentamientos.
El sargento Eric Hunt, de Guilford, una de las zonas m¨¢s concurridas por los cazadores, explic¨® que "¨¦ste ha sido mi decimos¨¦ptimo Boxing Day; antes controlaba la situaci¨®n con una bicicleta y una radio, pero las cosas son cada vez m¨¢s violentas, Hoy d¨ªa hace falta una unidad de comunicaciones y 50 agentes me acompa?an con caballos, furgonetas y coches". La m¨¢xima atenci¨®n de las asociaciones contra la caza se dirige a la familia real, cuya, afici¨®n por esta actividad es bien conocida.
Valga como ejemplo que el a?o pasado, en el coto real de Sandringharn, fueron muertos 12.000 faisanes. La presi¨®n de grupos como la Liga contra los Deportes Cru¨¦les (LDC) ha conseguido ya apartar al pr¨ªncipe de Gales y a sus parientes de la caza del zorro, el m¨¢s tradicional deporte aristocr¨¢tico y una de las especialidades venatorias m¨¢s sangrientas.
Carlos de Inglaterra, que se un¨ªa cada a?o a un grupo de Loughborough para perseguir zorros con jaur¨ªas, se desvincul¨® de sus antiguos compa?eros cuando un v¨ªdeo de la LDC, filmado en octubre, demostr¨® que los cazadores sacaban zorros heridos de sus madrigueras para que los perros les dieran muerte.
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