Un nuevo estilo de gobernar

La ministra portavoz, Rosa Conde, no s¨®lo estuvo presente, el pasado mi¨¦rcoles, en el acto de relevo del dimitido titular de Sanidad, Juli¨¢n Garc¨ªa Valverde, por el esc¨¢ndalo Renfe, sino que pidi¨® y anim¨® a los miembros del Gobierno a que acudieran al Ministerio de Sanidad. Cuatro estuvieron presentes: adem¨¢s de Rosa Conde, el ministro de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas; el de Agricultura, Pedro Solbes, y el de Administraciones P¨²blicas, Juan Manuel Eguiagaray. Este ¨²ltimo aplaz¨®, Incluso, una entrevista con el secretario general de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), Miquel Roca, para poder estar presente en el relevo. Otros, como el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, telefonearon para expresar su apoyo.Esta solidaridad que se hizo patente en Sanidad hacia Garc¨ªa Valverde no significa un desmarque de algunos ministros de la decisi¨®n del jefe del Gobierno de sacar del Gabinete al titular de Sanidad por sus responsabilidades pol¨ªticas en el esc¨¢ndalo Renfe, pese a estar animada desde la propia Moncloa. Al contrario, la sensaci¨®n generalizada en el Gobierno es de "alivio" porque "alguien tiene que pagar cuando hay un esc¨¢ndalo para que el sistema democr¨¢tico recupere la credibilidad", se?alan desde Moncloa.

Este acontecimiento, in¨¦dito en la democracia espa?ola, es el reflejo de un nuevo estilo de gobernar y responde al cambio de Alfonso Guerra por Narc¨ªs Serra en la vicepresidencia del Gobierno, seg¨²n manifiestan miembros del Ejecutivo.

El propio Serra, en una de sus escasas intervenciones p¨²blicas, sent¨® doctrina del cambio en las maneras de gobernar, horas despu¨¦s del relevo de Garc¨ªa Valverde, en un mitin en Toledo, cuando dijo que "el PSOE est¨¢ dispuesto a esclarecer casos concretos". Para resaltar m¨¢s a¨²n las diferencias, el ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, dec¨ªa desde Canarias que le parec¨ªa "injusto" que se hubiera forzado a Juli¨¢n Garc¨ªa Valverde a dimitir. La decidida actuaci¨®n de Narc¨ªs Serra de empujar a Garc¨ªa Valverde a dimitir, en la medida que el vicepresidente le manifest¨® que no iba a encubrir ilegalidades, tres d¨ªas antes de la salida del Gobierno del titular de Sanidad, cuenta con un respaldo generalizado en el Gabinete y con la sensaci¨®n de haber tomado la iniciativa ante las cr¨ªticas generalizadas de corrupci¨®n.

Sin embargo, sucede la paradoja de que la actuaci¨®n de Jos¨¦ Borrell, el ministro de Obras P¨²blicas y Transportes, que ha puesto sobre la mesa del Gabinete el esc¨¢ndalo Renfe, recibe algunas cr¨ªticas de "insolidaridad" y de "personalismo", por parte de numerosos ministros que aprueban la decisi¨®n de Narc¨ªs Serra, corroborada por Felipe Gonz¨¢lez. Estas cr¨ªticas se acent¨²an, a¨²n m¨¢s, desde el aparato del PSOE, donde est¨¢ m¨¢s interiorizada la tesis de que "los trapos sucios mejor se lavan en casa".

La actuaci¨®n del ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, a lo largo de la crisis, ha sido m¨¢s discreta. Solchaga inform¨® cumplidamente a Garc¨ªa Valverde de las averiguaciones de su departamento sobre las conexiones entre el esc¨¢ndalo del IVA y el esc¨¢ndalo Renfe, en toda la primera parte de la minicrisis, lo que pone de relieve que este caso no puede entenderse en clave de lucha de clanes en el seno del PSOE, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al Gobierno.

La resoluci¨®n de la minicrisis revela tambi¨¦n el inter¨¦s del jefe del Gobierno por mantener el Ejecutivo hasta el final de la legislatura y eludir, por tanto, una remodelaci¨®n. Felipe Gonz¨¢lez ha elegido como nuevo ministro de Sanidad a Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, un hombre de su confianza y que conoce a fondo su cometido. Ambas caracter¨ªsticas son necesarias para un Gabinete sometido a sobresaltos y al que no le queda m¨¢s all¨¢ de un a?o de gesti¨®n, informan en fuentes pr¨®ximas al Ejecutivo.