Joyas sin garant¨ªas

En 1986, el t¨¦cnico en gemolog¨ªa Y. Yevdok¨ªmov, que trabajaba en un instituto cient¨ªfico del Estado sovi¨¦tico, fue requerido por la polic¨ªa para que, junto con su equipo, realizara un estudio en el Ermitage. Estos funcionarios sospechaban que algunas piedras preciosas, de las JOyas que guarda el museo y que pertenecieron al tesoro de los zares, hubieran sido cambiadas por piedras falsas.

Este gem¨®logo de San Petersburgo, con el que EL PA?S ha hablado, recuerda las condiciones en las que encontr¨® el tesoro. Le llam¨® la atenci¨®n, sobre todo, la catalogaci¨®n de las joyas. En efecto, exist¨ªa constancia de todas ellas, pero escrita a mano en unas tarjetas de cartulina amontonadas en un archivo. Era un trabajo realizado a principios de siglo, acaso antes. Y eso era todo. "Entonces, nosotros propusimos a la direcci¨®n la necesidad de realizar un estudio sobre las piedras, para identificarlas una por una, con un sistema de rayo l¨¢ser que permite dejar constancia de las peculiaridades de las gemas como si se tratara de una radiograf¨ªa o un carn¨¦ de identidad. De ese modo, cada una de ellas quedar¨ªa perfectamente estudiada para siempre".

La direcci¨®n del Ermitage rehus¨® porque, seg¨²n dijo, el estudio le parec¨ªa demasido caro. Cuando se le sugiri¨® la posibilidad de pedir una ayuda al Estado, no lo consider¨® necesario. Seg¨²n confiesa el gem¨®logo, los t¨¦cnicos se quedaron sumamente preocupados: "No puedo decir que se hubiera sustituido alguna piedra preciosa, porque no lo s¨¦; pero tal como est¨¢n las joyas ahora, esa posibilidad queda abierta. Porque lo que s¨ª qued¨® claro fue que la seguridad del museo no ofrece ninguna garant¨ªa".