Multitudinaria manifestacion antirracista en Par¨ªs

"Blanco, negro, ¨¢rabe, el futuro es de colores" fue uno de los lemas m¨¢s coreados en la manifestaci¨®n antirracista que ayer reuni¨® en Par¨ªs a varias decenas de millares de personas. El sentimiento de que Francia es ya un pa¨ªs multirracial sac¨® a la calle a un heterog¨¦neo cortejo. La primera parte del mismo conden¨® tanto el racismo de U Pen como las concesiones socialistas a los argumentos del l¨ªder ultraderechista. Al final del desfile, los socialistas, por primera vez en la calle en mucho tiempo, se centraron en la denuncia del l¨ªder ultraderechista.

Nueve a?os despu¨¦s de su irrupci¨®n en la escena pol¨ªtica francesa y despu¨¦s de que la derecha democr¨¢tica e incluso los socialistas en el poder hayan aceptado algunas de sus tesis sobre la inmigraci¨®n, el Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen empieza a encontrar una viva resistencia en la sociedad francesa. Esta semana, los m¨ªtines de Le Pen en Grenoble y Manos que han movilizado a millares de personas indignadas por la presencia del caudillo ultraderechista en sus ciudades.La manifestaci¨®n parisiense de la tarde de ayer di¨® la medida del temor que el ascenso del FN provoca no s¨®lo entre los inmigrantes, sino tambi¨¦n en millones de franceses de pura cepa. Bajo un cielo azul y un fr¨ªo intenso caminaron hombro con hombro j¨®venes negros y ¨¢rabes, viejos obreros comunistas, burguesas con abrigos de pieles y perritos en los brazos, socialistas bien instalados en la administraci¨®n, masones del Gran Oriente de Francia, jud¨ªos de la Liga contra el Racismo y el Antisemitismo, feministas y homosexuales, h¨¦roes de la II Guerra Mundial y estudiantes izquierdistas.

Tres horas despu¨¦s de su comienzo, mientras muchos de los participantes hab¨ªan llegado ya a la plaza de la Naci¨®n, otros no hab¨ªan salido todav¨ªa de la de la Bastilla. Los organizadores avanzaban la cifra de 100.000 participantes y la prefectura de Polic¨ªa confirmaba la presencia al menos de unas 60.000 personas.

Harlem Desir, presidente de SOS Racismo, encabezaba la marcha. Le segu¨ªa Georges Marchais, el viejo dinosaurio comunista. En torno a ellos varias pancartas proclamaban: "Desaf¨ªo 92: Alto al racismo" y "El racismo es una afrenta nacional". Un oficial negro de la Polic¨ªa Nacional, alto, digno y silencioso, se encargaba de garantizar la seguridad de la cabeza del denso cortejo humano.

La primera parte de la manifestaci¨®n, la de las organizaciones que hab¨ªan tomado la iniciativa de su convocatoria, era tambi¨¦n un grito contra las concesiones que el poder socialista viene efectuando al Frente Nacional.

Un grupo de africanos gritaba: "Un techo tambi¨¦n es un derecho".

Varios cientos de franceses e inmigrantes clamaban despu¨¦s contra los campos de internamiento que el ministro del Interior, Philippe Marchand, pretende establecer en las cercan¨ªas de las fronteras para almacenar a los extranjeros que lleguen a Francia solicitando asilo pol¨ªtico. La impresi¨®n de que Francia ha endurecido sobremanera su esp¨ªritu liberal en materia de asilo pol¨ªtico, dominaba a buena parte de los manifestantes.

La ¨²ltima parte de la marcha la constitu¨ªa el fragmento socialista dirigido por los ex primeros ministros Michel Rocard y Laurent Fabius y el ex primer secretario del Partido Socialista, Pierre Mauroy. Los socialistas, decididos a hacer de la lucha contra el FN el gran tema de su campa?a en las pr¨®ximas elecciones regionales, se hab¨ªan apuntado a la manifestaci¨®n a ¨²ltima hora.